Adriana Peñafiel recuerda el íntimo recital que dio Juan Gabriel en La Serena

Corría la década de los noventa y Juan Gabriel, tras su paso por el Festival de Viña del Mar, aceptaba la invitación de visitar La Serena. Su estadía, lamentablemente para sus fieles seguidoras, fue más bien fugaz. Es que el cantautor mexicano realizó su presentación, con su impecable traje de charro, y partió raudo. Tenía otros compromisos que debía cumplir, pero su concierto, hasta hoy, es recordado por las casi dos mil personas que llegaron a La Portada, en su mayoría mujeres.

Adriana Peñafiel, exalcaldesa de La Serena durante tres periodos -primero desde 1989 hasta 1992, sin haberse sometido a elección popular y posteriormente validada democráticamente para dos mandatos más en 1996 y en el 2000-, fue testigo de aquel martes 25 de febrero de 1997 cuando el “Divo de Juárez” enamoró a todas.

“Lo recuerdo como una bonita experiencia y como uno de los grandes cantantes que han venido no sólo a La Serena, sino que también a la región. La verdad es que fue un acontecimiento musical muy importante y más todavía que haya considerado dentro de su viaje venir a La Serena”, señaló.

Y agrega que “Juan Gabriel vino como parte de los programas de verano que se hacían en esos años y un productor de ese tiempo nos presentó la propuesta y nosotros dijimos que bueno. Creo que fue después de su presentación en Viña del Mar, pese a que en ese tiempo no tenía la gran fama que tuvo después con los años en Chile. Me acuerdo que el público que asistió a La Portada fue en su mayoría femenino, sólo sus admiradoras y estuvo mucho rato en el escenario. Fue muy extenso, donde cantó todas sus grandes canciones de ese tiempo. Fue muy aplaudido y muy dije, muy agradable con todos. Nos decía que estaba muy contento de estar en La Serena”.

Sin embargo, el gusto de tenerlo por más tiempo fue sólo una quimera, ya que por motivos de agenda tuvo que partir una vez terminado su recital.

“Sí, recuerdo que todo fue muy rápido, porque tenía que cumplir otros compromisos y apenas cantó se fue. Fue una visita fugaz, pero de gran calidad. Pero si me acuerdo que en todo momento estuvo muy contento, muy alegre. Nos manifestó el hecho de estar feliz en La Serena con sus admiradoras que lo seguían. Había gente de todas partes, no sólo de la región. El recital no fue masivo, ya que se montó un escenario fuera de lo que es la zona de cancha. Fue para su público. Diría que fue bastante íntimo”.