• Un reportaje de El Día reveló que esta problemática avanza en la zona, complicando no sólo la observación astronómica, sino también la actividad turística en general.
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
La propuesta modifica la Ley sobre Bases Generales del Medioambiente, para exigir la elaboración de un EIA a los proyectos que puedan generar esta problemática

La semana pasada un reportaje de El Día reveló las complejidades que existen en la zona para dar cumplimiento al Decreto 43, que regula las emisiones lumínicas en las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo. Pese a que se debe realizar un recambio de luminarias, el proceso ha avanzado de manera muy lenta en la zona y está provocando el deterioro de los cielos denominados los “más puros del mundo”.

Ante esta problemática, un grupo de parlamentarios  propuso incluir la contaminación lumínica que pueda afectar las zonas de desarrollo astronómico en el listado de proyectos o actividades que deberán someterse al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, a través del proyecto (boletín 11912) aprobado por la Sala de la Cámara de Diputados.

70% de la inversión mundial en astronomía llegaría a las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo al 2025.

La iniciativa, remitida al Senado para cumplir su segundo trámite, fue ingresada en julio pasado por el diputado José Miguel Castro (RN) junto a sus compañeros de partido Sofía Cid, Francisco Eguiguren, Camila Flores, Harry Jürgensen, Ximena Ossandón, Hugo Rey y Diego Schalper. Además suscribieron la moción los diputados Sebastián Álvarez (Evópoli) y Félix González (PEV).

Los legisladores argumentan que en mayo de 2013 se dictó el Decreto 43. Siin embargo, resaltan que la regulación vigente resulta insuficiente, ya que en la última década, ciudades cercanas a observatorios astronómicos han incrementado el uso de la tecnología LED para iluminar viviendas, calles, letreros y pantallas, lo que provocó el aumento de la contaminación lumínica.

Otros antecedentes aportados en pro de este proyecto de ley son los relativos a la salud humana. En este plano se sostuvo que existen crecientes indicios de que la exposición a mayores niveles de iluminación interfiere con los ritmos de sueño y particularmente a la producción de melatonina.Los legisladores resaltaron que los proyectos que se ejecutan hoy, como, por ejemplo, los mineros, no consideran dentro de su evaluación de impacto ambiental los efectos que las emisiones luminosas pueden traer para el desarrollo de la astronomía, ni la protección del patrimonio cultural y turístico que ello significa, sin considerar el propio de la salud.

Por las razones, la iniciativa avanza en incluir el concepto de la contaminación lumínica en la Ley de Bases Generales del Medio Ambiente, de modo que los proyectos que se levanten consideren este factor. 3702

 

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