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Una de ellas es el pie diabético, que afecta al 10% de los pacientes que padecen esta enfermedad. En la Región de Coquimbo al 2019 existían 2.430 personas con esta complicación.

Un total de 14 enfermedades podrán recibir tratamiento complementario una vez que se concrete la puesta en marcha de la cámara hiperbárica en el Hospital San Pablo de Coquimbo, proyecto que después de años de espera está ad portas de ver la luz.

El proyecto que lleva adelante la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Norte (UCN) en conjunto con la Armada de Chile, se encuentra terminando el proceso de capacitación de los profesionales que operarán el sistema y en paralelo también avanza la construcción del recinto que albergará la infraestructura.

Así lo confirmó Osvaldo Iribarren, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Norte, quien manifestó que “tenemos profesionales altamente calificados y a punto de poder dar inicio al trabajo de la unidad de medicina hiperbárica del Hospital de Coquimbo”. Agregó que las obras civiles están terminadas y las pruebas de funcionamiento también han sido superadas, por lo que resta solamente las autorizaciones sanitarias “y con ellas esa unidad finalmente va a estar en condiciones de ser utilizada”, indicó.

En un principio, la iniciativa surgió de la necesidad de contar con una infraestructura adecuada para atender de manera oportuna los accidentes por descompresión, que afecta a los buzos mariscadores. Cabe destacar que según datos de la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante, de la Armada de Chile (DIRECTEMAR), en la zona a trabajan 1.091 buzos inscritos, de los cuales 979 se encuentran clasificados como “Buzo Básico” de tipo mariscador, por lo que presentan sólo el mínimo de entrenamiento recomendado.

En los últimos 14 años la región ha sido la zona de Chile con la mayor tasa de accidentes por descompresión del país e históricamente ha sido la que ha presentado el mayor número de accidentes fatales por esta causa.  Sin embargo, los afectados deben ser derivados al Hospital Naval Almirante Nef de Viña del Mar para su tratamiento hiperbárico, previa estabilización en Hospital San Pablo de Coquimbo. En los últimos 4 años se han derivado en promedio 18 pacientes. Esto es una situación extremadamente grave, pues significa un rezago en el tratamiento de entre 8 a 12 horas, lo que ha significado secuelas neurológicas irreversibles y en algunos de los casos ha causado la muerte.

 

Otros tratamientos

La buena noticia es que no solo podrá salvar la vida de los buzos, sino que la implementación de una Unidad de Medicina Hiperbárica permitirá además ofertar tratamientos complementarios de otras 14 enfermedades, entre las que se cuentan la embolia gaseosa, la intoxicación por monóxido de carbono, cicatrización de heridas, oclusión de la arteria central de la retina y el pie diabético. Para ello requiere las mismas instalaciones, recurso humano y equipamiento para realizar el procedimiento.

Osvaldo Irribarren explica que “poner a un paciente dentro de la cámara, cerrarla hermética, aplicarle alrededor de 2 atmósferas de presión tiene bastantes beneficios”.

El profesional indica que en los últimos 5 años se ha acumulado importante evidencia científica de que “en todas estas enfermedades, al ser expuestas a la cámara hiperbárica, han tenido resultados tremendamente positivos, logrando una recuperación”.

Lo que no se ha investigado en profundidad aún, precisa el decano de la FAMED UCN, es cuál es la razón de que este tratamiento resulta ser tan beneficioso para este tipo de padecimientos. “Por esta razón uno de los proyectos de la UCN en el futuro también es enfocarnos en la investigación respecto de este tema, de saber realmente por qué se obtienen tan buenos resultados”, explicó.

 

Pie diabético

Según señala Iribarren, uno de los tratamientos complementarios de oxigenoterapia hiperbárica que ha estado acumulando más evidencia científica es el pie diabético.

Detalla que, en la actualidad en Chile, una de cada 10 personas diabéticas a lo largo de su vida desarrolla heridas, úlceras, lesiones, que no cicatrizan por su condición. “Éstas se van agravando y en su evolución significan a veces la pérdida de dedos, de un pie o incluso, cuando la situación se sale de todo control, se pierde la vida del enfermo”.

Señala que el tratamiento de oxigenoterapia hiperbárica en el pie diabético ha mostrado ser beneficioso en algunas características clínicas muy particulares.

 

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