Fue abandonada en la Caleta de Coquimbo, lugar donde la Cabo Primero Myriam Castillo la rescató de unos perros

Una acción digna de aplaudir realizó la Cabo Primero de Carabineros Myriam Castillo. Claro, porque mientras realizaba un patrullaje en el sector de la Caleta de Coquimbo, salvó a una pequeña gatita de las garras de unos perros.

“Estaba en la garita cuando escuché al gatito gritando muy fuerte y en este sector hay muchos perros abandonados. Entonces vi a una señora que estaba con la gatita y pensé que la había ido a botar, pero ella se la quitó a los perritos y yo no la podía dejar ahí que muriera, así que la recogí y la llevé conmigo”, contó la Cabo Castillo, quien llegó a la zona a comienzo del mes de enero como parte de la dotación de la Escuela de Suboficiales de Carabineros que refuerzan el contingente durante la temporada estival.

Posteriormente, le compró leche y la envolvió en un guatero para que pudiera regular temperatura y la alimentó con un gotario debido a que aún era muy pequeña. Desde ese día la lleva para todos lados, recibiendo también el apoyo de oros funcionarios de la Segunda Comisaría de Coquimbo. Incluso, sus padres se encariñaron a distancia con ella y le pusieron cariñosamente el nombre de “Toñita”.

“En realidad a mí me sorprende la maldad y la poca humanidad de algunas personas, yo he publicado algunos perritos abandonados del sector para que los adopten, pero es difícil. Mi amor por los animales es gracias a lo que me han inculcado mis padres, pues ellos siempre me enseñaron que no debemos dañar seres indefensos y que el amor es el mejor medio de comunicación”, indicó la Cabo Castillo, quien además es instructora de adiestramiento canino en la Institución.

Ahora, la Cabo Castillo se propuso buscar una familia para la gatita antes de volver a la Escuela de Suboficiales en Santiago, donde aún le queda un año de instrucción, y prometió entregarla esterilizada a quién la recibiera en su hogar con los únicos requisitos de que la cuidaran, le entregaran amor y fueran muy responsables con sus controles médicos.

Sin embargo, quienes decidieron quedarse con “Toñita” fueron sus padres, quienes se la llevaron del puerto para iniciar una vida mejor.

 

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