• Los defensores de los pueblos de Elqui señalan que a los efectos en la salud que provocarían los cables, se agrega el efecto que tendrá en el paisaje. Foto: El Día.
  • La propuesta de Codepue apunta no ha terminar con el proyecto, sino que a trasladar el trazado hacia los cerros, donde no existen sectores poblados. Foto: El Día.
  • La advertencia es que si las actuales torres que existen en la ciudad provocan impacto, las que se pretende levantar el daño sería mucho mayor. Foto: Andrea Cantillanes.
El Comité de Defensa de Pueblos de Elqui (Codepue) vuelve a abogar para que el proyecto Cardones-Polpaico sea trasladado a sectores no poblados. Aseguran que existe evidencia científica de que la cercanía a los cables de alta tensión aumenta el riesgo de enfermedades como tumores y cáncer.

En diciembre de 2015, el Servicio de Evaluación Ambiental aprobó el polémico proyecto “Plan de Expansión LT 2x500kv Cardones – Polpaico”, también conocido como carretera eléctrica, desarrollado por la empresa Interchile. Esta iniciativa pretende levantar más de 1.700 torres de alta tensión en una longitud de 753 kilómetros entre las regiones de Atacama y Metropolitana, pasando por 20 comunas.

Durante su tramitación, el proyecto generó manifestaciones y en gran parte de las comunas afectadas se desarrollaron acciones en su rechazo. No obstante y tras  obtener su Resolución de Calificación Ambiental (RCA), inició su construcción.

Pero las protestas no terminaron ahí. Con posterioridad los opositores continuaron realizando acciones para frenar su puesta en marcha, lo que conllevó a la presentación de una serie de reclamos ante el Consejo de Ministros y recursos en el Tribunal Ambiental para evitar su instalación, pero nada ha tenido resultados.

En paralelo, uno de los principales impulsores de esta iniciativa, el entonces ministro de Energía, Máximo Pacheco, cerraba filas para defenderlo, pues recalcó que cumplía con toda la normativa ambiental vigente y que, por lo tanto, no había razones para dar pie atrás.

En entrevista con El Día, en julio de 2016, planteaba que “es un proyecto que ya tiene su resolución ambiental aprobada, que ya está en plena ejecución y esperamos que la construcción de Cardones-Polpaico ya esté finalizada a fines del próximo año (2017)”.

Respecto de las aprensiones manifestadas por los detractores, señalaba que “yo no puedo opinar sobre estas reclamaciones en este momento, porque justamente yo soy miembro del comité de ministros y este tema se va a ver en su momento en esa instancia. Ahí tendremos que responder a las reclamaciones que existen y que se han establecido por parte de algunos actores y algunas personas e instituciones” y agregaba que “el proyecto tiene una Resolución de Calificación Ambiental (RCA) aprobada, se tramitó en el Ministerio de Medio Ambiente por largo tiempo y esa Secretaría de Estado, después de estudiar todos los antecedentes le otorgó la RCA, de manera que desde el punto de vista ambiental cuenta con la autorización y es por eso que el proyecto se está desarrollando”.

Cambio de Trazado 

Una de las organizaciones que ha liderado esta batalla es el Comité de Defensa de Pueblos de Elqui (Codepue), quienes nuevamente han sacado la voz para pedir que se considere la propuesta que realizaron en conjunto con la municipalidad de La Serena y que pretende cambiar el trazado de Cardones-Polpaico hacia los cerros, de manera de no afectar la salud y la calidad de vida de los habitantes de los 7 pueblos por los que atravesará, que son Altovalsol, Algarrobito, El Romero, Santa Elisa, Loreto, Quilacán y la Cachina.

“Nosotros presentamos hace 3 años atrás un trazado alternativo que lo que busca es evitar que la línea de alta tensión de 500 mil voltios pase por encima de los pueblos rurales, porque va a afectar fuertemente la salud, la calidad de vida y el patrimonio de esos pueblos rurales”, indica Ramón Gálvez, presidente de la entidad.

El dirigente recalca que la propuesta no apunta a que se elimine el proyecto, porque son conscientes del aporte que traería a la economía nacional, pero señala que se han hecho asesorar por una infinidad de especialistas, quienes coinciden en los riesgos que esto podría traer a la salud de los pobladores.

“Existen publicaciones científicas que dicen claramente que la línea de transmisión eléctrica de 500 mil voltios produce una radiación electromagnética, cuyos efectos son que daña la salud de los niños y adultos a través de leucemias, linfomas y tumores malignos, eso no es un capricho”, puntualiza.

“Es una aberración hacer este trazado y una afrenta a los ciudadanos de La Serena, se ríen de nosotros y eso no lo podemos aceptar, si esto se hubiera realizado en Santiago, en Chicureo, en Lo Curro o La Dehesa no se habría ejecutado, el poder central es lapidario con las regiones. Nosotros tenemos que hacer valer nuestra voz y pedirle a todos los habitantes de estos pueblos rurales se manifiesten, que no bajen la guardia y que hagan valer su voz”, enfatiza.
Juan Loyola, director de Codepue, explica que la propuesta en la que han insistido todo este tiempo plantea entre 5 a 6 trazados alternativos, los cuales no tocaban terrenos agrícolas, no pasaban cerca de sectores poblados y visualmente tampoco tienen un impacto, porque pasan por detrás de los cerros.

“Además el costo era marginal, porque va entre los 10 millones de dólares a los 47 millones de dólares, para un proyecto con una inversión aproximada de 1.000 millones de dólares”.

Aseguran que han recurrido a diversas instancias a nivel nacional, al ministerio de Energía, al ministerio de Medioambiente e incluso llegaron hasta La Moneda para entregar una carta a la Presidenta Michelle Bachelet dándole a conocer esta inquietud, pero no han logrado nada y ven con inquietud como la empresa ya ha comenzado a ingresar a algunos predios para hacer mediciones.  

“Nosotros hicimos un trabajo investigativo bien extenso, buscamos terrenos que no iban a ser expropiados, no iba a haber cercanía de nada pero no se nos ha escuchado”, precisa Loyola.

Por su parte, Juan Carlos Thenoux, concejal de la comisión de medio ambiente del municipio serenense, también reitera que no están en contra del desarrollo ni del trazado, a diferencia de las protestas y manifestaciones que se han hecho en Atacama y la Metropolitana. “Lo que nosotros decimos es que hay que hacer estas cosas, son importantes, el país se tiene que desarrollar, pero no pasando por encima de la gente. Se ha hecho un atropello a los derechos humanos, de los niños, de las mujeres embarazadas, de los adultos mayores”.

En este sentido, agrega que “instalar más de 100 torres de alta tensión desde Algarrobito, pasando por Altovalsol, terminando en el Romero, dañando la agricultura de esos pueblos, el turismo, la plusvalía, es algo tremendo, quién va a querer vivir debajo de una torre que mide 2 veces y media el Faro Monumental”, plantea.

Graves Efectos a la Salud

Los representantes de Codepue recalcan que la lucha que han mantenido contra este proyecto no es antojadiza, sino que han recabado pruebas certeras de los daños que podría provocar a la salud de las personas.

Una de las entidades que ha respaldado esta teoría es precisamente el Colegio Médico de Chile. De hecho, el presidente de la Comisión de Medioambiente de la entidad, Andrei Tchernitchin, en una oportunidad expuso en la comunidad de Altovalsol para advertir sobre esta situación.

En entrevista con El Día, nuevamente el profesional alerta de los peligros a los que se exponen las personas que viven cercanas a los cables de alta tensión.

“Se ha descubierto que la gente que vive cerca tiene tumores cerebrales y varios efectos que se han ido agregando. Ahora se sabe que puede favorecer al alzhéimer y producir una serie de alteraciones por distintos mecanismos”, puntualiza.

El profesional explica que lo que produce problemas no son las torres, sino que la radiación electromagnética no ionizante que corre por los cables y también los transformadores. “Primero se descubrió que las personas que habitan cercanas a los cables de alta tensión tienen mayor riesgo de generar algunos cánceres cerebrales, leucemias y cada vez se están descubriendo más patologías, porque las radiaciones son bastante intensas, mucho más que la corriente de 220 voltios que tiene una casa, porque uno se pone debajo de los cables y se siente un hormigueo, un zumbido y eso va a produciendo enfermedades”.

Por ello, asegura, la recomendación es que la distancia entre estos cables y las viviendas sea de a lo menos 100 o 200 metros, pese a que en Chile la normativa no ha establecido límites en esta materia.

“En Chile no se usan los límites precautorios, porque las empresas tienen mucho poder para tratar de disuadir, porque no les conviene, porque les saldría más caro o si hay algún enfermo después, les va a cobrar la indemnización”.

Sin embargo, alerta, esta es una situación que debería despertar el interés de las autoridades “pues mientras mayor sean los kW y menos sea la distancia aumentan las probabilidades de enfermedad. Como son tendidos de alta tensión, en vez de pasar por poblados hay muchas montañas y cerros en los cuales con muy poca inversión adicional podrían pasar los cables, pero las empresas no quieren gastar y después si se descubren efectos adversos van a decir que no sabían”, enfatiza.

Pero los riesgos no paran ahí. Juan Loyola señala que entre toda la investigación que han efectuado han descubierto también que los poblados de Altovalsol, Algarrobito y Quilacán, están en una zona geológica con presencia de granitoidales.

“Eso significa que el electromagnetismo que genera una torre calienta esta piedra y emite un vapor que se llama radón, que es un gas radioactivo, que es el principal causante de cáncer pulmonar en adultos y leucemia en niños y por eso también buscamos un trazado que no existiera este tipo de geología”, indica.

Por eso la gravedad de este proyecto, insisten en Codepue, pues según lo que ellos han analizado contempla el levantamiento de torres que están a 20 metros o 30 metros de las viviendas “y la empresa, en la justificación del proyecto, expone que eligen ese trazado porque no pasa por zonas pobladas y que está alejado de casas, pero es todo lo contrario”, precisa Loyola.

Comisión Investigadora 

Pero ahora surge un nuevo antecedente y que, a juicio de Codepue, respalda toda la lucha que han llevado adelante por casi 3 años. El pasado 5 de enero, con 102 votos a favor y solo 3 abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó el informe presentado por la comisión que investigó la forma en que se gestó el proyecto Cardones- Polpaico.

Según explicó la diputada Andrea Molina, presidenta de dicha comisión, esta instancia analizó un conjunto de irregularidades denunciadas por diferentes organizaciones.

En este sentido, dijo que ratifica los cuestionamientos al instrumento de Estudio de Impacto Ambiental y las dudas que siente la población respecto a la aprobación de los proyectos y que se hacen patentes una serie de anomalías respecto a éstos.

Asimismo, criticó el actuar del propio ministro Pacheco quien dijo fue un interlocutor de una empresa en particular y que espera que ese actuar no se repita con otros secretarios de Estado a futuro.

“Si 102 diputados de la República, con solamente 3 abstenciones y otros 15 que no estuvieron presentes dicen que hubo errores garrafales en la tramitación de este proyecto deben ser escuchados y esto no ha sido informado”, puntualizó Ramón Gálvez.

De acuerdo a lo expresado por el dirigente, ahora confían en que puedan tener resultados más concretos, toda vez que en reiteradas ocasiones han expresado sus argumentos ante el ministerio de Energía, de medioambiente e incluso le hicieron llegar una carta a la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, pero no han conseguido resultados.

“Nunca nos han recibido, nunca nos han dado una mano de forma clara y precisa para contrarrestar toda la maquinaria que constituyó la imagen comunicacional del ministro de Energía de la época, Máximo Pacheco, porque él se transformó en una máquina de hacer lobby a favor de este proyecto. Ha habido una presión del gobierno de turno para llevarlo adelante y sacar la Resolución de Calificación Ambiental aprobándolo ambientalmente, pero con una serie de equivocaciones, de errores”.

Esta negativa que han visto de parte de las autoridades, señala, los ha llevado a renunciar a las gestiones con ellos. Actualmente, dice, mantienen las esperanzas puestas en un recurso que interpusieron en los Tribunales Ambientales, aunque al no existir plazos no les asegura que se vaya a tomar una determinación antes de que la construcción avance, lo que se ha estado produciendo pues denuncian que la empresa ya ha estado haciendo ingreso a algunos predios para efectuar mediciones.

Reacciones de la Empresa 

En tanto, Diario El Día intentó mantener las reacciones de InterChile respecto del emplazamiento de Codepue, sin embargo,  la compañía no respondió a estos requerimientos. 3701Ir

 

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