Conflicto dejó a dos hermanos sin poder terminar el año en colegio de La Higuera

Un problema mayor se vive en el establecimiento José Santos Ossa de la comuna de la Higuera, en la localidad de El Trapiche. Y todo por una discusión que terminó en agresiones y denuncias entre un apoderado y el director y que tiene, entre medio, a tres hermanos sin poder asistir a clases.

El dilema ocurrió la semana pasada cuando Angélica Leyton, la madre, fue denunciada por agredir a David Arancibia luego que éste suspendiera a uno de sus hijos por una gresca con otro compañero y por infringir, como dice el reglamento del colegio, varias normas del manual de convivencia.

Desde entonces, los hermanos Castillo Leyton (Brandon (6) –que el lunes debería reintegrarse-, José (14) y Lorenzo (11)) no pueden ingresar a la escuela. Y eso, cuenta Angélica, la tiene desesperada. Porque dice que el tema no sólo es con sus hijos, sino que también con ella. Acusa hostigamiento.

“Mis hijos tienen derecho al estudio y es lo único que me importa. Hace días que no los dejan entrar al colegio donde pusieron pancartas en su contra y señalando que yo soy una persona conflictiva. ¡Yo no soy una conflictiva y nunca he estado presa por ningún ilícito! y tampoco me han hecho un allanamiento. Pido y exijo a la sociedad y a todos, que mis hijos necesitan estudiar”, reclama la madre.

Por su parte, desde el establecimiento aseguran que “en el colegio se aplicó el reglamento de convivencia que cada escuela tiene y a los dos niños se les aplicó el código para que puedan terminar el año con exámenes libres. Y los padres están al tanto, porque se les comunicó y el Departamento de Educación les informó, junto con carabineros, de la medida. Además, quiero aclarar que el reglamento de convivencia es aprobado por el Ministerio de Educación, entonces pasa a ser como una la ley dentro de la escuela”, respondió el David Arancibia.

Niega agresión

La agresión verbal y física que sufrió Arancibia junto a otra docente, una psicóloga, no dejó indiferente a nadie. Muchos menos a los apoderados, que prometieron no mandar más a sus hijos si es que no se buscaba una solución, que era la salida de los dos hermanos mayores.

Y eso, hasta el momento, se ha cumplido. Los niños no han ido a clases y su madre, mientras, asegura que todo es falso. Que ella nunca agredió a los funcionarios de la escuela.

“No hay testigos que hayan verificado que hubo golpes ese día. La sociedad se llevó una mala imagen de mi persona porque piensan que los agredí y eso es mentira. Fui a la fiscalía de La Serena y no tengo ninguna denuncia por ninguna agresión porque no existen esas agresiones. También fui al registro civil donde saqué el papel de antecedentes porque me acusan de tener una conducta delictual, que tengo antecedentes penales y no tengo ningún antecedente. Y tampoco tengo ningún papel que diga que mis hijos están suspendidos. ¿Sabe? Ese día fui a reclamar no porque mi hijo (Lorenzo) estaba suspendido, sino por las lesiones que tenía tras la pelea cuando él no puede sufrir golpes debido al accidente que sufrió hace algunos años. Y en el colegio estaban informados y sabían que tenían que tener más cuidado con él. Eso fui a reclamar, nada más”, sentencia molesta.

Y añade. “Hablan de vulneración de derechos de mi parte y hace días que no reciben a mis hijos en la escuela, siendo Lorenzo el único involucrado. No pueden tener a un niño sin educación, ya que están vulnerando sus derechos. También quiero aclarar que no son todos los apoderados los que están en contra nuestra, sino que unos pocos. Necesito que la gente conozca mi versión y que sepan que mi única lucha es que me dejen tranquila, que me dejen vivir en paz con mis hijos y que los dejen estudiar”.

No sólo sus padres...

En el colegio, donde nada ya es lo mismo, aseguran que el problema, lamentablemente, no sólo es de los padres, sino que también de los alumnos. Que las veces que llamaron a la madre para que se presentara en el establecimiento fue por los problemas que sus dos hijos mayores causaban, “debido a numerosas agresiones a sus compañeros y a una conducta totalmente irrespetuosa, sin acatar órdenes, instrucciones y todo amparado por la familia, por la madre”, explica Arancibia, que de todas maneras reconoce que la situación vivida no ha sido fácil. Y que tampoco lo tiene tranquilo.

“Es complicado, porque nunca había vivido una situación como está. Y ha generado una conmoción total dentro del alumnado y dentro de los apoderados, pero es una situación que se viene arrastrando por años y desde que estoy en la dirección, donde llamábamos a los padres y siempre venían con una actitud agresiva”.

¿Qué pasará con los alumnos? Es una pregunta que todos se hacen. Y la respuesta la entrega el director, asegurando que los hermanos deberán realizar exámenes libres para poder terminar el año.

“Tenemos que entregarles el temario y eso lo hará el departamento de educación de la municipalidad. Ahora tenemos que agendar las fechas de la pruebas. Sé que la gente se pregunta por qué nosotros, como educadores, no queremos tener a estos niños dentro de la escuela. Pero la situación es muy grave… De todas maneras, la Superintendencia de Educación me pidió todos los informes y yo les llevaré la información de todas las intervenciones que la escuela ha hecho y de todo el apoyo que se les ha brindado”.

RECUADRO...

Municipio no los dejará sin estudio

Desde el municipio de La Higuera, con el edil Yerko Galleguillos a la cabeza, no quisieron quedarse al margen de lo que se vive en el colegio José Santos Ossa y afirmaron que harán todo lo posible para que los alumnos, el próximo año, no pierdan sus estudios y que verán la posibilidad de que sigan ahí mismo o en otro establecimiento de la comuna.

“Este es un tema que a notros nos genera mucha preocupación debido a los grados de agresividad que nuestros niños y los apoderados han dejado de manifiesto en la localidad de El Trapiche. Aclaro que no vamos a permitir que hechos de violencia empañen lo que es la educación en nuestra comuna, ya que los niños van a la escuela a educarse y no a pegarse. Acá existió una situación muy puntual donde niños fueron suspendidos tras una agresión, decisión que no fue acatada por una apoderada y que terminó golpeando tanto al director como a una profesional asistente de la educación”, formuló Galleguillos.

E indicó que “el tema está en manos de la fiscalía que determinó una medida cautelar en contra del apoderado, que no puede acercarse al colegio. Y los niños van a terminar su año escolar de una manera distinta, a través de exámenes libres. Pero todo esto se está coordinando con el Ministerio de Educación y la Superintendencia de Educación para que los niños puedan terminar sus estudios y el próximo año ver la opción de matrícula en el mismo colegio o en otro. Pero no les podemos negar el derecho de estudiar. Sin embargo, también los apoderados deben asumir con mucha responsabilidad el tremendo error que cometieron al ejecutar este acto de agresividad en contra de los funcionarios del colegio. Tenemos que defender tanto a nuestros alumnos como a los funcionarios, porque el colegio está para educar y no para generar y ser ejemplos de situaciones conflictivas como se vivieron los últimos días”.