Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
En una señal descentralizadora, en su cuarta cuenta pública, el Consejo Regional realizó el acto cívico en el sector de Las Compañías ante un diverso espectro de autoridades regionales. La oportunidad fue propicia para realizar la despedida de algunos colegiados históricos.

Han pasado casi cuatro desde que por primera vez y de manera histórica, los consejeros regionales fueran elegidos por la ciudadanía. Y en esta instancia, después de celebrarse años anteriores en Coquimbo, Los Vilos y Ovalle, la Cuenta Pública 2017 se celebró en el sector de Las Compañías, particularmente en el Colegio Arturo Prat, establecimiento financiado por fondos aprobados por el mismo Consejo Regional (CORE).

En esta oportunidad, se encontraban presentes los alcaldes de las comunas de la Región de Coquimbo, el intendente Claudio Ibáñez, secretarios regionales ministeriales, concejales de las comunas respectivas, directores de Servicios, autoridades de las Fuerzas Armadas y del Orden, y por supuesto, los consejeros regionales. Frente a esto, estaban catorce de los dieciséis consejeros por lo que llamó la atención la ausencia de Marcelo Castagneto  y Macarena Matta.

El presidente del CORE,  Eduardo Alcayaga,  inició sus palabras señalando que la  presencia del cuerpo colegiado en Las Compañías tenía como  objetivo  visibilizar  la gestión del CORE con proyectos concretos, y por otro lado,   responder a la  confianza depositada por la gente.

Dijo  que los tiempos han cambiado y que ahora es  la ciudadanía la que debe conocer los  resultados y avances que en materia social, económica, cultural, y de infraestructura, ha experimentado la región en estos cuatro años. Además de los desafíos que se avizoran para el futuro de la región.

“La gente quiere más participación, expresar sus inquietudes, y opinar en la generación de proyectos. Por eso, en  octubre de este año el Consejo Regional aprobó la “Política Regional de Participación Ciudadana”, que aspira a que hombres y mujeres, de cada uno de los territorios, sean constructores activos de una democracia participativa”,  sostuvo  Alcayaga.

En cuanto a la gestión alcanzada durante este año,  señaló que el mayor    énfasis estuvo en el acceso a la salud, la cultura, la educación y   los servicios básicos,  sobre todo de las comunidades rurales y sectores  más vulnerables.

Indicó que ese desarrollo se reflejó en la aprobación de 79 proyectos para la región, por más de $56.000 millones de pesos, destacando por su cuantía e impacto el Programa de Transferencia de Capital Minero, por $1.575 millones; la construcción del Complejo Deportivo Vega Sur de La Serena, por $3.909 millones; la reposición del Hogar Masculino de Punitaqui, por $2.258 millones, y la compra de vehículos y mobiliario para la recolección de residuos sólidos domiciliarios en Salamanca, por $4.189 millones.

Asimismo, dijo que una preocupación y sello de la  gestión del CORE  durante este año ha sido mantener el equilibrio territorial, lo que se vio reflejado en el incremento de la inversión para nuevos proyectos, en un 33%  para la  provincia de Limarí  y de un 25%  para Choapa.

En el plano Internacional, resaltó el seguimiento al mega proyecto del túnel de Agua Negra, ya próximo a su licitación en el que participarán 10 consorcios interesados en construir la obra, y con el que se pretende aumentar la competitividad de la región además de promover el desarrollo de negocios a nivel interregional entre los diversos territorios en los mercados del Asía Pacífico,  asociados a las nuevas oportunidades que se derivarán de la apertura del túnel.

Finalmente, Alcayaga  hizo mención al tema de   la descentralización, indicando  que  el Consejo Regional  seguirá impulsando el desarrollo local, con proyectos y programas que permitan potenciar los recursos económicos y socio-culturales de la región para mejorar la calidad de vida de los vecinos, en un entorno más democrático, más inclusivo y más justo. 

Adiós a dos históricos consejeros regionales

Entre risas emotivas, Eduardo Alcayaga se refirió al hecho de abandonar sus funciones como “reglas del juego que uno tiene que aceptar”. Manifestó que uno siempre debe estar preparado para estas instancias, pero que seguirá trabajando para la ciudadanía, ya que esta es parte de su vocación por el servicio público.

Por otra parte, Raúl Godoy, quien lleva 13 años dentro del CORE, se va con el “corazón pleno, lleno de satisfacción y agradecimiento”. Manifestó que está tranquilo por su labor realizada. También aprovechó de referirse a sus sucesores donde los llamó a “que independientemente de sus ideologías, velen por el bien de la democracia”.  

 

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