Como una medida urgente para enfrentar el colapso existente en el cementerio municipal de Coquimbo y dar respuesta a la comunidad que exige soluciones, la administración comunal está construyendo 180 nuevas sepulturas tras la demolición de igual número de nichos, efectuada en el sector antiguo del camposanto.
Así se espera dar una solución provisional a la problemática que se arrastra desde hace ya dos años y que genera molestia entre los coquimbanos, que hasta hace algunas semanas debían optar por recintos privados para dar sepultura a sus deudos, asumiendo el costo económico que ello significa.Respecto a la habilitación de nuevas sepulturas para enfrentar el colapso, desde el municipio de Coquimbo detallaron que las obras en marcha responden a una primera etapa y para dar cobertura a la demanda inmediata, que luego se complementará con la edificación de 1.080 nuevas sepulturas.
No obstante, el colapso del cementerio porteño ubicado en calle San Miguel se debe a la imposibilidad de realizar la ampliación de sus instalaciones al carecer de resolución sanitaria desde su conformación. Así, en el lugar hoy sólo existen 4.600 sepulturas, y otros 150 nichos que se han habilitado con el correr de los meses ante las continuas denuncias y reclamos de la comunidad, según precisó el secretario comunal de Planificación, Luis Henríquez.
Respecto a los nichos ya habilitados, a la fecha se concretó la construcción de cerca de cien estructuras, mientras se avanza en la edificación de más sepulturas, siendo esto valorado por la comunidad porteña, tal cual señaló Marcela Carrasco mientras visitaba a sus deudos al interior del camposanto porteño, quien consignó que “desde hace tiempo que se busca dar una solución al colapso del cementerio y estas medidas sirven, pero el problema de fondo radica en la falta de un nuevo recinto”, manifestó.
PROYECTO PARALIZADO
Durante el año 2015 el municipio de Coquimbo adquirió un terreno colindante al camposanto para desarrollar un proyecto de ampliación. Pero la irregular distribución de las sepulturas en el cementerio, su cercanía a zonas residenciales, la carencia de conexiones a la red de alcantarillado y el uso de sistemas de pozos para evacuar las aguas, no permiten a la Seremía de Salud otorgar la resolución sanitaria para dar pie a la iniciativa.
Así se encuentra detenida a causa de un reglamento no actualizado y que data del año 1970, mientras el municipio porteño hace las gestiones necesarias para poder dar pie a la iniciativa ante la evidente urgencia por ampliar las instalaciones.