Coquimbo le rinde el último adiós al “concejal del pueblo”

A lo grande, así fue la despedida que el pueblo Coquimbano le entregó este martes al fallecido dirigente y concejal porteño Ramón Velásquez Seguel, quien lamentablemente dejara de existir la madrugada del pasado día domingo.

A las 11:00 en punto de la mañana se inició la misa fúnebre en el templo Juan Pablo II de la Cruz del Tercer Milenio. Ramón comenzaba así a ser despedido en su territorio, en la Parte Alta, ese mismo lugar donde creció y se crió, el mismo sector dónde inició su carrera dirigencial y política, su lugar en el mundo, el que nunca abandonó hasta sus últimos días.

Y fue esa gente, sus vecinos, sus amigos, sus compañeros y sobre todo su familia, quienes lo despidieron en una emotiva ceremonia, a la que también concurrieron diversas autoridades regionales y comunales, en una muestra de la importancia de la figura de Ramón Velásquez, recordado sobre todo por su tremenda vocación social.

Varios fueron los discursos dedicados a la memoria del fallecido concejal y en todos se reflejó su importante apoyo a las personas más humildes de la comuna de Coquimbo, gesto que mantendría durante su vida dirigencial y posteriormente también durante su carrera política, siendo concejal por más de 12 años, apoyado siempre por quienes siempre ayudó y a los que nunca les dejó de tender una mano.

Al culminar la misa que fue dirigida por el Arzobispo Metropolitano de La Serena, Monseñor René Rebolledo Salinas, se vivió quizás el momento más emotivo en el templo Juan Pablo II de la Cruz del Tercer Milenio, fue el discurso final que realizó su hermano Pedro, quien en emotivas y sentidas palabras agradeció a cada uno de los asistentes al funeral de Ramón, pero sobre todo agradeció el cariño de Coquimbo, de los vecinos y vecinas, quienes nunca han dejado de entregarles muestras de cariños sobre todo en momentos difíciles.

Último adiós

Posteriormente, hasta el Cementerio Católico de Coquimbo, llegaron cerca de un centenar de personas para despedir los restos de Ramón Velásquez. Al son de la canción “Nadie es eterno en el mundo”, Velásquez hacía ingreso al campo santo acompañado de su familia, su esposa, sus hijas, sus hermanos y además su gente, los vecinos y vecinas de Coquimbo a los que siempre ayudó y quienes hoy, en el día de su adiós, le retribuyeron todo lo entregado y no lo abandonaron.

Una infinidad de arreglos florales le daban el colorido a una nublada tarde de martes, el silencio se rompía con algunos llantos y los aplausos a la memoria de Ramón se unían para calmar la tristeza. Sobre el féretro una foto de Velásquez sonriendo, como lo hacía generalmente y como le gustaría que la gente lo recordara.

Tras una serie de homenajes, los restos de Velásquez fueron trasladados entre aplausos hasta el lugar desde donde hoy descansa en paz. Bajo la melodía de los bronces de “Los Mena”, el pueblo Coquimbano despidió a uno de los suyos con el cariño y el reconocimiento a la figura del que siempre recordarán como el “concejal del pueblo”.

“Somos parte del pueblo”

Luego de finalizar los funerales, fue su hermano, Pedro Velásquez, quien se dio el tiempo de dialogar con la prensa. El ex alcalde porteño agradeció cada una de las muestras de cariño y por sobre todo la incondicionalidad del pueblo coquimbano.

“Somos parte del pueblo, somos genuinos, no usamos máscaras. Siempre hemos representado a la pobreza, la necesidad de la gente, venimos de ahí, de donde vienen ellos y de dónde nacen las necesidades. Por eso nos sentimos identificados por la gente de Tierras Blancas, de la Parte Alta, de San Juan y estamos muy agradecidos de todo lo que hemos desarrollado como familia y hoy está esa gente despidiendo a mi hermano, su pueblo el que siempre estuvo en las buenas y en las malas, siempre leales, porque siempre hemos sido leales con ellos”, señaló Pedro Velásquez.

Además, el ex diputado, agradeció a todos quienes acompañaron en sus últimos momentos a su hermano, quien pese a sus limitaciones físicas, continúo con su vida política hasta el final de sus días.

“Estamos muy agradecidos de todos quienes nos acompañaron hoy, autoridades, amigos, y sobre todo nuestros vecinos. Todos han marcado la vida de mi hermano de una manera especial y el cariño es un gran apoyo para toda la familia. Sabíamos que Ramón estaba delicado de salud y muchas veces me opuse de manera egoísta a que continuará con su carrera política debido a sus complicaciones, pero el continuó con lo que era su vida y este lindo homenaje y sobre todo esta multitud que lo acompañó es el reflejo de que todo lo que realizó no fue en vano y por eso estamos muy orgullosos de él”, finalizó un emocionado Pedro Velásquez, que no se cansó de recibir muestras de cariño y afecto de los vecinos Coquimbanos.