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Andrea Cantillanes
Luego que los feriantes pidieran una prórroga, el municipio definió esta nueva fecha para el traslado. El alcalde Marcelo Pereira señala que el cambio se realizará “sí o sí”, porque debe cumplir lo que la Contraloría le mandata.

El traslado de la feria de productos usados de Tierras Blancas ha sido un problema que ha debido enfrentar la actual administración municipal de Coquimbo desde el año 2016. Un tema que se arrastra por décadas, pero que el año pasado explotó, luego que la Contraloría estableciera la irregularidad de la feria que se instala cada martes y sábado en calle Balmaceda y sus transversales desde hasta Linares. Dictamen de la Contraloría que dio paso a la necesidad de un cambio.

Así, luego de diversas reuniones, definición de lugares y coordinaciones con vecinos, sindicatos y representantes del municipio, se llegó al acuerdo de reinstalar esta popular Feria de las Pulgas en las afueras del Parque Urbano de Tierras Blancas.

Cambio que según el propio administrador municipal, Patricio Reyes, fue aprobado por 9 de los 12 sindicatos que  integran la feria y que significará, sin duda, mejoras en las condiciones, porque contarán con baños y bodegas para guardar sus productos en el Parque Urbano, autorizados por el municipio.

Además se contará con fiscalización y apoyo de Carabineros para mejorar la seguridad.  Cuestión necesaria, considerando que en la actual calle en donde se instalan los feriantes, se han visto variados conflictos por el aumento de la llegada de comerciantes ilegales, la reventa de espacios y la venta de otros productos que no corresponden, tales como alimentos o productos nuevos.

Sumado a esto está la queja de los vecinos de calle Balmaceda y sus alrededores ya que los comerciantes, especialmente ilegales, se instalan en las puertas de sus viviendas, no sólo martes y jueves, sino que también se extiende a los días de feria libre (miércoles y domingo)y cierran vías de evacuación ante emergencias, situación que ha afectado su rutina diaria y ha llevado al cierre de varios emprendimientos en el sector.

NO MÁS PLAZO

El 2 de mayo del año 2017, un decreto municipal estableció la primera fecha de traslado de la feria de las pulgas a avenida René Schneider, sector que fue rechazado por los vecinos de esta avenida y también por los sindicatos.

Desde el municipio porteño se siguió trabajando en la búsqueda de una solución que permitiera cumplir con el mandato de Contraloría y dejar conformes a vecinos y feriantes.

Se analizó la fórmula de arrendar un terreno por parte de los sindicatos, lo que fue descartado y finalmente se optó por el Parque Urbano. A pesar que cuenta con el apoyo de la mayoría de los sindicatos, cuatro de estas agrupaciones han realizado marchas y manifestaciones en contra del cambio y han señalado que no cumplirán con esta orden. Hubo otros que pidieron una prórroga de este traslado.

De esta forma el cambio propuesto primero para el 12 de junio, se modificó para una semana después y tras la solicitud de los feriantes, previa consulta a Contraloría,  se pospuso ahora al 31 de julio.

El alcalde Marcelo Pereira discrepa con los sindicatos que han manifestado el nulo apoyo del municipio a sus demandas. El edil señala que siempre ha estado abierto al diálogo, pero no puede ir contra la ley.

“Contraloría me mandató a que tuviésemos que trasladar  la feria de las pulgas a otro sector”, explica Pereira.

Señala que ha solicitado  a los sindicatos que presenten una contrapropuesta de un nuevo lugar para instalarse, pero que siempre debe contar primero con el apoyo de los vecinos que vivan en el sector.  “Usted comprenderá que ningún vecino quiere que se le instale una feria de las pulgas, que es inmanejable la cantidad  de comerciantes ilegales que llegan”.

Pereira explica  que  los problemas de fiscalización se dan porque no cuentan con la cantidad de funcionarios necesarios para este tipo de labor, debido a que por norma deben  ser  a “contrata completa y la municipalidad no cuenta con eso. Ahora con la nueva ley, vamos a exigir tener más fiscalizadores”.

Marcelo Pereira recalcó que  este es un problema que se arrastra  por varios años y “muchos alcaldes chutearon durante mucho tiempo y ahora me repercute a mí. La ley me exige y me dice que tengo que cambiar y tengo la presión de los vecinos que dicen que si el alcalde no cumple, le haremos una demanda civil”.

Para avanzar en las coordinaciones, Pereira se reunirá la próxima semana para informar y dar garantías a los feriantes, “El cambio va sí o sí. Yo sé que va a mejorar la calidad de vida”, concluye el edil.

OTRAS SOLUCIONES

Este ordenamiento que pretende realizar la gestión edilicia de Coquimbo, no sólo en Tierras Blancas, sino que también en San Juan, Baquedano y el borde costero, cuenta con el apoyo del concejo municipal.

Específicamente en Tierras  Blancas , la concejala Rosetta Paris señala que en este tema siempre se deben conocer las dos caras de la moneda. Pero en este caso se debe cumplir con  la obligación del alcalde y concejo de hacer cumplir la ley.

“Se debe ver el bien común de todos y para que este país sea ordenado, vamos a tener que, todos, empezar a cumplir las normas”.

Su par Alejandro Campusano señala que existe molestia en los vecinos por las diversas situaciones que se viven en la feria de las pulgas, desde tráfico de drogas, peleas y delincuencia.

“Yo propuse una solución intermedia, buscar un nuevo sector en donde exista espacio deportivo. Esperamos que los vecinos tengan paciencia y los sindicatos también”.

Otra solución planteó también el concejal Fernando Viveros, quien señala que no está de acuerdo con el traslado al Parque Urbano. “Debemos buscar un equilibrio y propongo que la feria siga en Balmaceda un día y pueda moverse a otros lugares en otros días, como Bonilla  y calle Arauco. Además de establecer un proyecto con los vecinos, para que la llegada de las feria a su barrio sea un beneficio económico”.

El concejal Guido Hernández añade que entiende la posición del municipio respecto a cumplir lo que se le ha mandatado, “pero anticipé el fracaso de este cambio al Parque Urbano, porque no es de fácil acceso y va a dificultar la venta”. Señala que los ilegales, probablemente, seguirán usando las mismas calles los días miércoles y domingo con la feria de chacareros que “el municipio y carabineros  no podrán regular”

Así, Hernández propone que todas las ferias de las pulgas trabajen en un solo lugar,  como un mercadillo y con tres días de funcionamiento

Por último, el concejal Mario Burlé señala que se debe ordenar este tipo de actividades y en Tierras Blancas la mayoría de los sindicatos han mostrado conformidad con el traslado.

“Algunos no están de acuerdo, pero deben hacerlo. Debemos ordenar y entregar seguridad a nuestros vecinos”, concluye Burlé. 5206i

Críticas al actuar de la gobernadora de Elqui

El pasado miércoles la gobernadora de Elqui, Daniela Norambuena, encabezó una fiscalización en la feria libre y de las pulgas de San Juan. En la ocasión, luego que los feriantes presentarán sus quejas respecto al tema de la organización y permisos, Norambuena, les indicó que esos temas debían tratarse con el municipio. Esto molestó al alcalde Marcelo Pereira, quien hizo una crítica constructiva a la representante de la provincia. “Es un trabajo mancomunado. Ese discurso de yo no tengo nada que ver, me molesta un poco. Es chutear  la pelota y no quedar mal, porque dentro de su obligación está preocuparse de que estos espacios tengan seguridad y vías expeditas ante cualquier emergencia”, señala Pereira.

 

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