Sobrevivientes del Covid-19 hacen un enfático llamado a tomar conciencia

Cuando se anuncia un nuevo retroceso en el marco del Plan Paso a Paso para la comunas de La Serena, Coquimbo y Los Vilos, son muchos lo que no toman conciencia real de la razón de esta medida, tanto habitantes de estas ciudades como turistas.

Quienes observan perplejos y dolidos esta situación son los sobrevivientes, los que estuvieron conversando cara a cara con la muerte y que gracias a su entereza y al trabajo de los funcionarios de salud, tuvieron una nueva oportunidad.

Caminando en la cornisa

Ahomer Ramírez peleó por su existencia, la que corrió serio peligro. Si bien estuvo muy cerca de ser intubado, con toda la fuerza de voluntad que puso por delante logró evitar esta dolorosa situación y en abril pasado, con cerca de 70 años, logró salir con vida del Hospital de Ovalle.

Cuando han pasado nueve meses de ser dado de alta, su vida cambió para siempre, aunque agradece haber contado con el apoyo permanente del recinto de salud, donde periódicamente se controla. Lo cierto, es que quedaron secuelas.

“Lo más complicado es que he tenido que seguir trabajando. Los dolores musculares prosiguen, quedé con complicaciones al hígado, al corazón,  pero afortunadamente puedo contar con los medicamentos necesarios gracias al consultorio”, aseguró este sobreviviente, que espera que la gente tome conciencia.

“Ahora que La Serena y Coquimbo se van a Fase 2, le aseguro que muchos ambulantes se vendrán a Ovalle. Por esto es importante que tomemos real conciencia de que el Covid-19 no es una mentira”, acotó.

Otro paciente que vivió al límite es un profesor de Educación Física de La Serena (51), quien si bien no quiso identificarse, acotó que “hay una enorme falta de empatía. Yo si bien tenía buena salud, pasé momentos terribles en el hospital. De hecho, me llegó a casa una cuenta que estuvo muy cerca del millón 800 mil (pesos). Comprenderá que eso es una locura, pero afortunadamente he seguido contando el apoyo de mi lugar de trabajo”, señaló quien cree que se contagió al subirse a un colectivo, porque esa misma noche comenzó a sentirse muy mal.

Con respecto del personal de salud, subrayó que su labor no ha sido puesta en valor como corresponde. “Ellos realmente salvan vidas. Yo he continuado con algunas secuelas, como problemas de presión y un asma bronquial que he controlado en el Cesfam Cardenal Caro”,  agradeció.

Levantó la copa de la vida

Si bien es cierto el testimonio de Jaime García, exdeté de Deportes La Serena y adiestrador campeón de la Primera B con Ñublense no tuvo lugar en esta región, su historia realmente es conmovedora.

El 11 de diciembre pasado ingresó en Chillán a una residencia sanitaria pero con el paso de las horas la situación del jefe técnico cambió.

A los pocos días, se comenzó a sentir mal, pero luego empeoró. “Pasé a la UCI, donde un respirador mecánico me daba el oxígeno que yo necesitaba. Paralelamente estaba en una sala con ocho personas más, que lo estaban pasando tan mal como yo. Es impresionante vivir este ciclo, porque uno pasa a ser una persona absolutamente dependiente en todo el sentido de la palabra. Por eso yo soy un agradecido de los funcionarios de salud, que todo lo dan por nosotros”, indicó.

Para Jaime, fue un cambio de vida del cielo a la tierra. “Fue un golpe de humildad tremendo. A mí, las funcionarias de salud me tenían que ayudar a vestirme, a lavarme, a poder trasladarme si lo requería. Incluso tuve que ver partir a dos adultos mayores de mi pabellón, lo que sin duda te cambia la vida”, aseguró en conversación con El Día TV, quien pese a todo logró recuperarse y finalmente levantar la copa, que se la dedicó a la “primera línea” de la salud. “Un justo homenaje”, concluyó García, quien espera seguir triunfando en Chillán.