EL DESCONOCIDO MUNDO DE LAS FLORES DE BACH

Al llegar a su consulta de paredes blancas y alfombra azul, la joven Mariana Cortés debió sacarse sus zapatos, de acuerdo a la exigencia de la terapeuta floral, Gianina Udovic que tiene más de una década de experiencia. Piensa que el calzado acumula muchas energías negativas. La especialista en el uso de flores inició el tratamiento con una entrevista para conocer los problemas de la paciente y lo continuó con la selección de unas cartas, con distintas imágenes de flores que tendrían diversas propiedades rehabilitadoras.
La acongojada adolescente debió sacar cinco naipes del mazo. Quedó muy sorprendida cuando Gianina se los enseñó y le explicó para qué servían las plantas. Cada una tenía lo que ella realmente necesitaba para sentirse mejor. Una de ellas se llamaba “Mustard” y – según indican los especialistas en la materia - ayuda a que las personas recobren la alegría. Justamente, en ese momento Mariana pasaba por un período de profunda tristeza. “Este fenómeno se explica por la teoría de la ‘sincronicidad’ de Carl Jung, que dice que ningún hecho es al azar, todo lo que hacemos –aunque sea inconscientemente- tiene un fin”, explica la terapeuta, que además, imparte cursos sobre las Flores de Bach.
Después de analizar cuáles eran las esencias curativas naturales indicadas, la especialista preparó el medicamento alternativo, en un pequeño frasco con gotero mezcló esencias florales, agua y Brandy. La instrucción fue tomar 4 gotas, 4 veces al día, durante un mes. Trascurrido el período, evaluaría el estado de la paciente y resolvería si mantener o no los mismos remedios naturales.
Gianina Udovic realiza de esta forma el diagnóstico y la medicación, pero existen diferentes maneras de hacerlo, todo depende del enfoque del especialista. La mayoría efectúa una entrevista a sus pacientes. Algunos se apoyan en técnicas más místicas como las cartas, el péndulo o la astrología y otros tantos, realizan un test especial.
Si bien muchas personas han oído hablar de las terapias alternativas florales, pocas conocen realmente qué son y para qué sirven. Las Flores de Bach son un conjunto de 38 esencias curativas naturales, que se usan para tratar diferentes problemas emocionales y fueron descubiertas por el médico y homeópata Edward Bach en la década de los ‘30. El doctor inglés postuló que las flores tendrían una vibración energética parecida a la que tienen las personas cuando permanecen en ciertos estados emocionales. ”Actúan a nivel energético, y como la Física ha comprobado que todo es energía, cuando las usamos podemos conseguir la misma resonancia magnética de una emoción positiva y por lo tanto nos ayudan y nos mejoran”, sostiene Gianina Udovic.
Carolina Torres, psicóloga que complementa su profesión con la terapia floral, indica que las plantas otorgan un equilibrio energético. “Actúan desde el campo vibracional. Cuando tenemos un problema nuestra vibración no está en el decibel que corresponde, lo que hacen las gotas es regularlo”, explica. Esta profesional, que trabaja hace años con este tipo de terapia en el Colegio Francis School de Coquimbo, también señala que las esencias hacen que las personas reflexionen para llegar a mejorar su situación. “Con ellas te replanteas las cosas y vas superando la situación que te acongoja”, sostiene.
Las flores ayudan a mejorar muchos estados emocionales negativos. “Rock Rose” es para el pánico, “Gorse” para el pesimismo, “Water Violet” para el orgullo, “Walnut” para quienes no pueden adaptarse a cambios como mudanzas o divorcios, “Holly” para la envidia y así, existen casi para todo tipo de problemas.
Por muchas razones, estos medicamentos parecen ser una muy buena alternativa para la sanación espiritual y física de manera completamente natural. No poseen efectos secundarios ni tienen contraindicaciones, no generan adicción, se pueden tomar en conjunto con otros remedios y terapias de la medicina tradicional, personas de todas las edades pueden utilizarlos y su precio es bastante más asequible que los fármacos tradicionales, generalmente cuestan entre 8 y 16 mil pesos.
En cuanto a las potencialidades de las flores para mejorar problemas físicos, los especialistas señalan que las enfermedades serían producto de dificultades emocionales, y como las flores sanan en el ámbito personal, también harían que las personas puedan mejorarse físicamente. “La personalidad es más importante que el cuerpo para tratar la enfermedad. Las flores equilibran estados emocionales y como consecuencia, dolencias físicas”, señaló Edward Bach en los inicios de esta disciplina.
“Hay muchas investigaciones que dicen que las emociones producen problemas de salud físicos. Por ejemplo, cuando las personas están deprimidas liberan unas células que pueden producir cáncer (…)”, sostiene la enfermera matrona y también especialista en Flores de Bach, Mirliana Ramírez, que enseña sobre diferentes tipos de tratamientos complementarios en la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Norte.
Las tres especialistas, Gianina, Carolina y Mirliana, señalan que la mayoría de sus pacientes presentan mejorías luego de tomar gotas. De hecho, ellas mismas han comprobado su poder curativo. A Carolina le sirvieron antes de casarse, una vez que la operaron del estómago y durante su segundo embarazo. A Mirliana la ayudaron mucho para adaptarse a La Serena cuando tuvo que trasladarse desde Santiago a esa ciudad.
Angélica Blanco tiene 26 años y también ha podido apreciar en carne propia la efectividad de las flores. Empezó a tomarlas cuando tenía 20 años, por recomendación de su psiquiatra, que la trataba por una depresión. “Al principio no me las tomaba bien y por eso no sentí mucho cambio, pero este año volví a tomarlas, ahora de manera constante, y me di cuenta que sí sirven. Mi familia ha notado mi cambio”, cuenta.
La terapia floral fue acreditada y recomendada explícitamente el año 1983 por la Organización Mundial de la Salud. Además, ha sido avalada por muchos estudios a nivel internacional. Las connotadas universidades de Harvard en Estados Unidos y la de Heidelberg en Alemania, han investigado profundamente el uso de las Flores de Bach y las han garantizado, de hecho imparten cursos para sus alumnos sobre esta materia.
En Chile, las medicinas alternativas han sido reconocidas como un complemento a las prácticas de salud tradicional por el Ministerio de Salud. Incluso, esta institución del Estado ya ha realizado una propuesta para reglamentar oficialmente el tratamiento con elixires de Bach. “El objetivo es regular quiénes realizan esta práctica, cuáles actividades pueden realizar y qué esencias pueden usar, para prevenir cualquier riesgo que pudiera efectuarse”, se expresa en el documento. Además, esta entidad realizó un estudio en conjunto con el Centro de Estudios de Calidad de Vida, en que midieron la efectividad del brebaje terapéutico en 100 pacientes con cefalea y lumbago. Los resultados fueron muy alentadores, el nivel de dolor disminuía considerablemente en los enfermos.
Según un estudio realizado por la Universidad de Talca el año 2010, que fue la primera investigación del país que profundizó en la situación de las prácticas alternativas en Chile, señaló que la terapia floral, con un 56,3%, era la más practicada por los especialistas en medicinas no tradicionales. También indicó que las Flores de Bach eran el tratamiento complementario más usado en la Región de Coquimbo.
Diferentes instituciones reconocidas del país han implementado estas esencias curativas como tratamiento y como fuente de conocimiento para el área de la salud. En la Unidad Oncológica del Hospital Sótero del Río recomiendan las gotas a los enfermos de cáncer y a sus familiares, en el Centro de Salud Familiar 5 de Rancagua se las ofrecen a los niños con déficit atencional, en la Unidad de Medicina Integrativa del Hospital San José las estampan en la ropa de cama y en las batas de los pacientes y en la Fundación Teletón las ocupan para la rehabilitación de discapacitados. En universidades como la Católica de Chile, la de Santiago de Chile y la Católica del Norte se enseña sobre estas esencias curativas. Los estudiantes de Enfermería de la Pontificia Universidad Católica de Chile tienen un curso completo de medicinas complementarias.
En el país se les han dado diferentes usos a estos elixires. Cremas para el cuerpo, sprays para mejorar ambientes y hasta innovadores chocolates de relajación. También existen para tratar a las plantas y a los animales.