Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Los hechos ocurridos al interior del liceo Pedro Segundo Regalado Videla Órdenes de Andacollo, donde un joven de 17 años disparó con un arma a postones a otro de 16, terminó con la formalización del protagonista, quien quedó con arresto domiciliario nocturno. El hecho aún tiene consternada a la comunidad y ha generado variados análisis sobre el fuerte atractivo que tiene sobre los jóvenes el participar en una “banda” y sus causas.

Con preocupación, diario El Día informó ayer sobre un lamentable hecho sucedido en el liceo Pedro Segundo Regalado Videla Órdenes de Andacollo, uno de los pocos establecimientos educacionales que mantiene las clases presenciales en la región. Pero, desafortunadamente, lo que era calma terminó cuando luego de una discusión aparentemente normal, un menor de 17 años sacó un arma de aire comprimido y disparó contra un compañero de 16, dejando lesiones en sus piernas y en otras partes del cuerpo.

Luego del hecho, que fue de alguna forma controlado por personal del establecimiento, el menor que percutó el arma saltó las rejas hasta llegar al exterior del recinto, y si bien logró huir, finalmente se entregó a las autoridades policiales, aunque estuvo durante varias horas prófugo, tiempo en que Carabineros lo buscó intensamente.

“Estas acciones estuvieron a cargo del Servicio de Encargo y Búsqueda de Personas y Vehículos de la Prefectura de Coquimbo. Cerca de las 21:00 horas del miércoles tuvo lugar su detención, para ser puesto a disposición de los tribunales correspondientes”, subrayó el jefe de la Tenencia de Andacollo, teniente José Alvear.

Cabe destacar que el agresor pasó ayer a control de detención en la Fiscalía de Andacollo. Finalmente, el ente persecutor formalizó al menor de edad por amenazas simples no condicionales y dos delitos de lesiones menos graves, por lo que el imputado resultó con arresto domiciliario nocturno y prohibición de acercarse al ofendido y la supervisión de la corporación educacional Gabriela Mistral. Se fijaron 60 días de plazo para la investigación.

Cabe destacar que el fiscal (s) de Andacollo, César Medina, efectuó la formalización en la cual se comunicaron los cargos que son investigados, así como indicó que se están reuniendo más antecedentes respecto a hechos anteriores entre ambos involucrados.

Por su parte, la fiscal jefa de Andacollo, Yocelyn Weisser, informó que la Fiscalía “se ocupa de estos inusitados hechos de violencia, investigando y solicitando medidas de protección a la víctima, como rondas periódicas de Carabineros en su domicilio”.

 

¿La punta del iceberg?

Pero este hecho no debe pasar desapercibido, pues según agregó la Fiscalía, se investiga sobre una situación similar ocurrida el martes, lo que denota que existen indicios de conflictos entre pandillas que se vienen arrastrando desde hace tiempo.

En efecto, el propio alcalde de Andacollo, Juan Carlos Alfaro enfatizó en su preocupación por el crecimiento de las bandas, la falta de personal policial y lo que considera “una despreocupación” del Servicio Local de Educación Puerto Cordillera. Nosotros, junto con el Concejo Municipal, venimos tratando este asunto de la seguridad hace mucho tiempo. Hemos ido a conversar con el general director de Carabineros y el subsecretario del Interior y Seguridad Pública, porque este es un aspecto que es responsabilidad del Estado y en la región es la Intendencia a través de la gobernación”, subrayó.

A su juicio, existen reclamos de los alcaldes a nivel nacional porque Carabineros hace su mayor esfuerzo. “Yo lo veo en Andacollo, conozco al teniente Alvear, que es el jefe de Tenencia de nuestra comuna, hacen todo lo que pueden, pero son dos carabineros por turno, por lo que no dan abasto. Esto lo digo porque hay grupos de pandillas que pelean entre ellos, y aunque no tengo antecedentes de que hayan cometido algunos delitos, me preocupa porque siento hay una responsabilidad que recae en las familias, el establecimiento y por supuesto Puerto Cordillera, que tiene que estar más presente, no sólo en la formalidad”.

El edil insistió que “esta situación verdaderamente nos inquieta, porque se nos ha avisado, por ejemplo, que llegarán cuatro carabineros  y a las dos semanas los retiran. Creo que esta institución tiene que fortalecerse y tener una buena imagen. De ahí debe partir todo”, argumentó el jefe comunal.

¿Por qué se ha llegado a esto? Alfaro tiene su propio diagnóstico. “En las comunas más chicas, sobre todo en los pueblos, históricamente ha habido personas que pelean, ya sea a razón del fútbol o de otras instancias. Peleaban, pero no tenían armas. Esto ha ido progresando negativamente, con muchos menores de edad que se sienten más acogidos por la pandilla que por la familia. Es un tema valórico que hay que discutir”, destacó.

 

“El contexto social y económico es fundamental”

El sociólogo regional, Pablo Caballero, en conversación con diario El Día, aseguró que “la problemática de las pandillas ha sido analizada por los sociólogos al menos hace 100 años, pero aparece con más fuerza cuando hay crisis económica de tipo estructural. De hecho, el boom de este fenómeno tuvo lugar en la década de los ’80”.

¿Por qué son los jóvenes los que más se interesan en formar estas agrupaciones? A juicio de Caballero, “ porque aún se están formando sus cerebros. Y por tanto, muchos aspectos se relacionan con el desarrollo hormonal. Por ende, la violencia está mucho más desarrollada en los jóvenes, tomando decisiones con un bajo nivel de reflexión. Y esto, se intensifica cuando hay desempleo, bajos salarios, narcotráfico o un aumento de la inmigración. A lo que se suma, la falta de confianza en las instituciones”, explicó.

Considera que “más preocupante no es sólo que aumenten las pandillas, sino que la organización criminal y el narcotráfico, esté llegando poco a poco a un nivel de sofisticación, quizás no como en Colombia o en México, pero en alza paulatinamente”.

Por último, sostiene que “si no hay políticas públicas que ataquen esta situación, lo veo complejo. Cuando las bandas quieres ganar territorio, lo que en el fondo está sucediendo es una posibilidad de alcanzar beneficios económicos, y así es como se generan rencillas y por ende, violencia”, argumentó.

Por su parte, la psicóloga y subdirectora de Admisión de la Universidad Central sede La Serena, Marisol Urrutia, subrayó que “las situaciones de violencia que se pueden estar viviendo entre los jóvenes son multifactoriales. No podemos hacer un juicio sin tener en cuenta todas las circunstancias de ambos alumnos involucrados, si nos referimos específicamente a lo sucedido en la comuna de Andacollo. Lo importante es acotar que el desarrollo individual de las personas es clave para hacer un diagnóstico, donde entra el contexto familiar y el ambiente escolar en el que se desenvuelven estos menores”.

Desde su perspectiva, lo más grave es que estamos en una sociedad “donde la violencia ha sido el medio para resolver los conflictos últimamente, por eso considero que el principal llamado debe ser a educar sin juzgar, buscando la educación y el desarrollo en el manejo de los conflictos, de manera más positiva. Y eso es fundamental, sobre todo si se trata de recintos educacionales”, señaló.

Además, enfatizó que “la adolescencia es un proceso complejo en términos del desarrollo humano, donde la relación a veces es difícil. Hay que considerar la influencia de las redes sociales y de los medios de comunicación, que van normalizando patrones de violencia, es clave”.

 

Suscríbete a El Día y recibe a diario la información más importante

* campos requeridos

 

 

Contenido relacionado

- {{similar.created}}

No hay contenido relacionado

Cargando ...

 

 

 

 

 

 

 

 

Diario El Día

 

 

 

X