Hasta la Superintendencia de Educación de La Serena llegó Cecilia Flores, madre y apoderada de un estudiante de cuarto año básico del Colegio Japón, para denunciar que su hijo habría sufrido reiteradas agresiones por parte de sus compañeros de curso.
La madre del menor afirma que durante dos años el pequeño de nueve años de edad ha sido agredido en el establecimiento, situación que se tornó insostenible, afirma, luego de que el pasado lunes recibió golpes por parte de siete compañeros de curso.
“El lunes mi hijo fue a mi trabajo a decirme que un compañero lo tomó del cuello, lo tiró al suelo y le pidió a otros seis que lo patearan, en total siete niños lo patearon y el profesor no se enteró porque estaba conversando con una colega y cuando llegó al lado de mi hijo y él le contó lo sucedido, solo le dijo que fuera a lavarse la cara” relató molesta.
Su molestia aumentó cuando fue al colegio a hablar con la directora sobre la situación y ésta no estaba enterada. “Me pidió hablar con el inspector, yo obviamente me alteré y empecé a gritar que alguien me tenía que dar una explicación de lo sucedido y me dice que me calme y me amenaza diciendo que iba a llamar a carabineros, yo les dije que los llamaran”, señaló.
Cecilia Flores afirmó que el colegio estaba enterado de la difícil relación de Martín con sus compañeros e indicó que los constantes problemas han afectado anímicamente al menor.
“El año pasado terminaron el año diciéndole ‘Martín, ya te aceptamos porque pasaste la prueba’, sus propios compañeros. Esto lo conversé con la profesora jefe. Mi hijo está sentado y los niños pasan por detrás y le pegan en la cabeza, le enterraron un lápiz en la oreja, le hacen tira los trabajos en clase, la directora me dijo que a Martín le falta calle, que tenía que ser más vivaracho”, dijo.
“Él está asustado, no quiere volver más al colegio, también está asustado por su mamá porque él no quería verme llorar. No quiere ir más al colegio y yo tampoco quiero mandarlo ahí, han sido dos años terribles para él”, añadió.
Cartas en el asunto
Acompañada del diputado Sergio Gahona, Cecilia llegó hasta la Superintendencia de Educación, donde anteriormente había pedido orientaciones. Esta vez iba a poner una denuncia contra el colegio.
“Espero sanción para las personas involucradas en esto, directora, profesores e inspectores, porque ¿quieren que a mi hijo los compañeros lo tiren de un segundo piso o que caiga mal y se pegue en la cabeza y lo maten?”, señaló.
Sin embargo, al salir del lugar declaró estar decepcionada, “anteriormente no hice denuncia, vine a pedir orientaciones y me fui tan desilusionada como me voy ahora esta vez que hice la denuncia”.
La razón de su decepción, indica, que se debe a que desde el organismo le dijeron que debía constatar con certificados los posibles daños psicológicos que pudo haber sufrido su hijo y fotografías en caso de haber sufrido golpes para llevar adelante las acciones.
Además, pese a que tras la última agresión pudo constatar lesiones “el espacio para la denuncia tiene pocos caracteres, entonces no todos los datos que yo iba dando quedaron escritos”, indicó.
“Aquí todos me hablan de que se va a hacer algo, pero ¿qué pasa con el niño, qué pasa con la víctima? si la superintendencia ve que el colegio cometió un error se va a pagar una multa ¿y el niño? me dicen que eso tengo que verlo yo”, añadió.
Al salir del lugar, el diputado Sergio Gahona, quien acompañó a la madre del menor declaró que se perseguirán todas las instancias, “hablamos con el alcalde para que la corporación se haga cargo del tema, para determinar lo que va a pasar con el niño, que es lo más importante, estamos a meses de terminar el año escolar y no es justo para él”, dijo.
Declaración del establecimiento
En tanto, el Colegio Japón indicó en una declaración enviada desde la Corporación Municipal Gabriel Gonzalez Videla que apenas se tuvo conocimiento de la denuncia “se activó protocolo de acción contemplado en el manual de convivencia e inició investigación al respecto, citando a los apoderados de los estudiantes involucrados en el incidente, para que expongan su versión de los hechos”.
Además señalaron que existe “la voluntad de nuestro establecimiento educacional y de la Corporación Municipal Gabriel González Videla de atender cada requerimiento de la comunidad educativa, de modo de garantizar la normal entrega de un servicio educativo de calidad y centrado en el bienestar y desarrollo integral de todos nuestros alumnos y alumnas”.