Más de cien internos de la Región de Coquimbo rendirán la PSU este año

Un importante paso en sus procesos de rehabilitación y reinserción social es el que darán 114 hombres y mujeres que actualmente cumplen condena en las principales cárceles de la región de Coquimbo.

Se trata específicamente de 102 hombres y 12 mujeres, quienes este 6 y 7 de enero harán del lápiz y el papel, las herramientas para escribir un nuevo paso para su reinserción.  

“La educación es una herramienta fundamental para el desarrollo humano, y cobra especial relevancia para los procesos de reinserción que día a día implementamos en Gendarmería de Chile, y específicamente en la Región de Coquimbo”, dijo el director regional de la institución, coronel Leoncio Hidalgo.

“En el caso de los internos, el conocimiento representa mucho más que su propio desarrollo… es también una herramienta para su libertad, entendiendo que representa un paso más para el objetivo de generar un cambio en sus vidas”, agregó la autoridad.

Desde 2016 que Gendarmería viene apostando fuerte por la educación como herramienta de cambio. De hecho, gracias al trabajo intersectorial, la institución entrega anualmente cerca de 500 kits de útiles escolares, y hoy cuenta con bibliotecas completamente equipadas en las unidades de Ovalle, Illapel y La Serena.

“Debemos seguir trabajando con la mirada fija en la reinserción social, fortaleciendo y facilitando los procesos educativos al interior de los recintos penitenciarios, con el objetivo de la vinculación gradual al medio libre. De ahí la importancia de incentivar no sólo la regularización de los estudios básicos y medios, sino que instar a las personas bajo nuestra custodia, a continuar por la senda académica, tal como es el caso de los 114 hombres y mujeres que en los próximos días rendirán la PSU”, dijo el coronel Hidalgo. 

En específico, se trata de 96 internos del Complejo Penitenciario de La Serena, 14 del Centro de Detención Preventiva de Ovalle y 4 de la unidad penal de Illapel. Todos, con un rango de edad entre los 20 y los 57 años. El mayor de ellos es Juan, quien a sus 57 años, aprobó tercero y cuarto medio con un 5,7 de promedio y la ilusión de una nueva oportunidad cuando salga en libertad.