Empaque chileno pide a turistas argentinos dejar propina luego de compras en supermercado

A través de una carta al director del Diario de Cuyo de San Juan, Argentina, un joven chileno identificado como Felipe Pizarro y quien se desempeña como empaque, tomó la iniciativa de explicar la situación que se presenta en los supermercados de la región ante la masiva llegada de Argentinos en la temporada de verano.

El joven alega que la mayor parte de los turistas de dicho país no tienen como costumbre dejar propina a quienes que se dedican a guardar los productos en bolsas o cajas para comodidad de los compradores, lo que les causa un problema, debido a que muchos de ellos son estudiantes universitarios que no tienen un contrato o sueldo fijo. “Trabajamos y vivimos gracias a la propina que los clientes nos dan”, dice.

“Si bien los turistas argentinos veraniegos son más que bienvenidos en todo el país, especialmente en la conurbación La Serena-Coquimbo, es necesario hacer notar que tienen algunos comportamientos que, en cierta forma, molestan”, señala Pizarro.

El joven especifica que en la mayoría de los casos, “no dejan ni un solo peso chileno (0,03084 ARS) al empaquetador (…) Entendemos que no lo hacen por "mala onda'' o "por tacaños'', sino por simple desconocimiento de cómo funciona el sistema en Chile”, expresa.

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Aunque deja claro que se valora el agradecimiento sincero cuando los clientes no tienen dinero para la propina, “es desmotivante ver que viene una familia argentina con un carro lleno, cuyos productos tendrás que empacar en 2 o 3 cajas grandes (porque en La Serena y Coquimbo podemos entregar solamente 1 bolsa plástica por compra), escuchas el acento y ya sabes que esos 10 a 15 minutos invertidos de trabajo probablemente no van a valer nada, pues no recibirás absolutamente nada a cambio”.

Finalmente, el joven precisa que la llegada de argentinos será siempre bienvenida y es razón de orgullo que vengan a disfrutar de los paisajes, playas, valles y centros comerciales de la región, sin embargo, los exhorta a no olvidar la propina para el empaque del supermercado, que con gusto los atiende.