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El hecho ocurrió en la desembocadura norte del Río Elqui, específicamente en la playa El Lápiz. La empresa asegura que han realizado un estudio que descarta la tesis de que el proyecto Fibra Óptica Prat, que se extiende desde Arica hasta Puerto Montt, tenga relación con lo señalado por los pescadores de la zona.

Esta semana, la empresa de telecomunicaciones Gtd envió una contestación a una demanda en el Primer Tribunal Ambiental por su proyecto  de Fibra Óptica Prat, que se ha desarrollado en 12 ciudades costeras del país. Esto responde a la molestia ante una supuesta varazón de machas en el sector norte de la desembocadura del Río Elqui, lo que preocupa a los pescadores del sector.

Se debe subrayar que la red posee una estructura de no más de tres centímetros de espesor, que se va desenrollando por medio de un barco y por su peso específico, cae en el fondo del mar y se va extendiendo a lo largo del país, desde Arica hasta Puerto Montt, lo que representa un beneficio para la conectividad de diferentes organizaciones y empresas del país.

Cabe recordar que la fibra óptica empezó a instalarse en diciembre de 2019, y en el verano de 2020 se produjo una varazón de machas, específicamente en la playa El Lápiz, lo que desencadenó que muchos pescadores atribuyeran la responsabilidad a la empresa Gtd.

 En ese contexto, la compañía encargó un estudio para determinar si era el cable Prat el que estaba causando este efecto. En concreto, el informe señaló que no existía responsabilidad entre el cable submarino y este fenómeno.

Desde la empresa, acotaron que existen millones de cables de fibra óptica submarina en América y en Europa, y por tanto, no hay suficiente evidencia científica en el mundo que evidencie varazones de ningún tipo.

Los pescadores presentaron una demanda en el Primer Tribunal Ambiental, que dictó una medida cautelar para que la empresa no pudiera seguir trabajando hasta que se pudiera aclarar lo sucedido. Por ende, la situación se judicializó y quedó en manos de un ente competente.

Cumplido el plazo correspondiente, Gtd  envió una contestación a la audiencia, destacando además las trascendencia de su iniciativa.

Respuesta de gtd

En ese contexto, la firma argumentó que “el proyecto surgió de la necesidad de alcanzar un mejoramiento sustantivo en la conectividad para la transmisión de voz y datos dentro del país, que estuviese protegida de eventos naturales como terremotos, incendios, accidentes, entre otros. Su longitud es de 3.500 kilómetros desde Arica hasta Puerto Montt”.

En esta línea, explicaron que el  Proyecto Prat “consiste en la instalación y operación de un cable de fibra óptica submarino, que es totalmente inerte y pasivo, que no transporta energía ni produce emisiones en el entorno en donde es instalado, y cuyo diámetro no es superior a 3 centímetros de espesor”.

Por otra parte, agregaron que “pese a haberse sindicado al cable de fibra óptica como el causante de las tres varazones de machas en el verano de 2020, transcurrieron nueve meses sin fenómenos como éste, en circunstancias que el cable siempre se mantuvo en el lugar. Recientemente se produjo una nueva varazón, sin que el cable haya cambiado de ubicación”.

En este sentido, desde la compañía indicaron que “el área de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos Peñuelas A se encuentra en un buen estado, con alta densidad de machas y, por tanto, buenas proyecciones de stock a futuro”. Por lo tanto, agregan que  más allá que se desconozcan las causales de los fenómenos naturales de las varazones, la cantidad de machas varadas va en una proporción “muy menor del recurso disponible, y no tienen relación alguna con la actividad de Gtd”.

Protocolos

De acuerdo a lo señalado por la empresa “en la demanda no existen antecedentes técnicos ni científicos que permitan establecer un vínculo de causalidad entre varamientos y la existencia del cable, ni menos que éste cause algún daño ambiental en su entorno”.

Asimismo, subrayan que “han dado estricto y cabal cumplimiento a toda la legislación ambiental y sectorial aplicable, y ha obtenido todos los permisos necesarios para realizar sus actividades y que “el único antecedente técnico en el que se basa la demanda para imputarnos un supuesto daño es un informe que no es concluyente y que reconoce expresamente que existen una multiplicidad de factores que puede provocar varazones de machas, sin dar por establecido que el cable de fibra óptica sea el causante”, concluyeron.  

 

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