En el Serviu dicen que verán sólo los casos de viviendas destinadas al uso habitacional

Cuando Dasin Ogalde (40) miraba cómo gente del municipio instalaba huinchas preventivas en la esquina de su cuadra, no dejaba de pensar en su suerte. Todos los días la visita. Y este jueves y viernes, de haberlo hecho, pudo sufrir algún problema. No lo hizo y no se arrepiente. 
Ya más tranquilo, cuenta que no es el dueño, pero sí quien la cuida y “hasta la he mejorado un poco”. Por ejemplo, arregló la puerta  principal para que nadie pueda ingresar.

“Las cintas las pusieron el miércoles, debido a que una pared está propensa a caer , pero las autoridades no han venido. Además, esa pared lleva muchos años igual y no se ha caído ni con temblores ni la lluvia. Los dueños nunca se han aparecido. Vivo acá desde el 2013 y de ahí que la cuido. Mejoré algo para que no entrara gente y también por seguridad”, cuenta Ogalde.

Daño en sus fachadas 

Sus dueños hace tiempo que no habitan esta casa ubicada en el casco histórico de La Serena. Sólo tiene la fachada. En su interior, nada. Y con el fuerte temporal que azotó a la región los días jueves y viernes, esta morada de calle Colón, llegando al Puente Zorrilla, casi se viene abajo. 

La verdad es que sobrecoge ver esta y otras casas con sus paredes agrietadas. Y varias con la clásica franja del ¡no pasar! Sin embargo, y pese a lo fuerte del temporal, sólo una vivienda del casco histórico –habitada- sufrió daños en techumbre y anegamiento de enseres, según el informe entregado por la protección civil, que también reconoce que otras 99 viviendas resultaron con daño menor.

Ya con sus pulmones llenos de aire por el alivio, ahora, quienes lo pasaron mal esperan que el municipio, en conjunto con el Serviu, puedan comenzar con los trabajos de reparaciones.

Y en eso están. Porque desde el municipio, profesionales (ingenieros y arquitectos) están preparando un informe de los estados en que quedaron las viviendas para  coordinar las acciones a seguir con los propietarios y con el Consejo de Monumentos Nacionales, a fin de ver cómo se podrían reparar.
Mismo informe está esperando el Serviu para comenzar a actuar.

“Estamos en coordinación con el municipio para que nos reporten efectivamente las viviendas que sufrieron estos daños y a partir de eso, tenemos líneas de trabajo, una que ya tenemos activada a partir del terremoto del año 2015 donde disfrutamos un subsidio que permite restaurar viviendas antiguas y patrimoniales en conjunto con el Consejo de Monumentos Nacionales y de las cuales ya estamos ejecutando varias viviendas en distintas zonas típicas o zonas de interés patrimonial, entre ellas La Serena”, señaló el director regional del Serviu, Ángelo Montaño.

Y agrega que “también tenemos un programa que permite poder mejorar y preservar las viviendas que tengan ese carácter, lo que debe ser indicado a través de los propios municipios. Sin embargo, se debe determinar muy bien si es que la vivienda puede ser atendida en estos programas, dependiendo si se usa de manera habitacional o de manera comercial, y que esté coordinada con los municipios como vivienda de interés y  así poder restaurar. Por ejemplo, estamos intentando trabajar en La Serena en lo que era un antiguo lugar que es el Calvario, en un sector cerca de la calle  Vicuña, y donde esperamos también recuperar ese tipo de vivienda”.

En lo que respecta al tiempo de reparación de las  casas, Ángelo Montaño reconoce que “primero se debe determinar primero quién es el propietario, porque la primera mantención de estas viviendas corresponde a los dueños  y por lo tanto, son ellos quienes deben cautelar que sus viviendas se encuentren en condiciones seguras, tanto para los transeúntes como para quienes viven en el interior. Y segundo, determinar la  condición de uso de las viviendas, si es que es para uso habitacional o para otro tipo de uso, como comercial o residencial”.

Ante esto, advierte Montaño que “nosotros atendemos viviendas que están destinadas al uso habitacional, puesto que vamos apuntando para poder resolver un problema del hogar donde existen familias viviendo en ese sector y para ellos ya tenemos programas disponibles. Ahora, del resto de las viviendas que no sean para uso habitacional, serán los propietarios, a través de los municipios, quienes tendrán que ver los mecanismos que permitan conseguir financiamiento”.

De todas formas, asegura que “ya tenemos algunas viviendas en el casco histórico de la Serena intervenida, otra en proceso de intervención, así que como otras localidades de la región como Diaguitas, Barraza, Canela, donde estamos recuperando viviendas patrimoniales antiguas y también tenemos un convenio de acuerdo con el Consejo de Monumentos, un trabajo que permite recuperar, restaurar esas viviendas”.