• Foto: Andrea Cantillanes
La pobreza llega, según nivel de ingresos, al 13,8% en la Región de Coquimbo. Sin embargo, advierten que hay otros factores que también son relevantes que se deben considerar

La Encuesta Casen es una “radiografía” de la pobreza en nuestro país y que por supuesto entrega detalles importantes para buscar terminar con un flagelo que, en pleno siglo 21, sigue siendo tema. Esto aún más conociendo los datos que la encuesta arrojó en su informe dado a conocer públicamente ayer.

Lo cierto es hay avances, y las cifras son claras al respecto. De acuerdo a esta encuesta, preparada por el Ministerio de Desarrollo Social, en la Región de Coquimbo la pobreza llega, en términos de ingresos, al 13,8%, lo que indica una disminución respecto a la medición de 2013, donde llegó a 16,2%. Sin embargo, esta fue disminuyendo paulatinamente desde 2006, cuando alcanzaba el 37,9%, hasta llegar a las actuales. En cuanto al nivel multidimensional, las cifras llegan a 23,9%.

Según el seremi de Desarrollo Social, Herman Osses, esta variación en las cifras se debe a que habían factores que se incorporaron en las mediciones. “La pobreza extrema por ingresos es una medición de la pobreza a partir de los montos de los ingresos por hogares, en cambio la pobreza multidimensional identifica otras variables como las carencias que puedan tener una familia en otras dimensiones (educación, salud, vivienda, trabajo y seguridad social). Además, en esta medición 2015 se incorporan otras como entorno y redes” señaló la autoridad.

Además, la autoridad consignó que “la pobreza por ingreso en la región en 2013 es de 16,2% y llega al 13,8% en el último estudio. Esto nos permite tener lineamientos claros de lo que debemos hacer como Gobierno”, indicó la autoridad.

También hay otras cifras importantes, que indican que el porcentaje de hogares en situación de pobreza en la región, desde el punto de vista del ingreso, llegan al 12,2%, y desde la perspectiva multidimensional a un 19,9%.

Respecto a la situación pobreza extrema, esta ha pasado (por ingreso) del 15,9% en 2006 al 4% en 2015, lo que por cierto resulta bastante alentador A juicio del seremi, esto se explica porque “por el crecimiento económico sostenido que ha tenido el país, el cual le ha permitido estar en un crecimiento medio a nivel mundial. Además, se debe a la efectividad y eficiencia de las políticas públicas, las cuales han impactado mediante la ejecución de programas, proyectos y la inversión correspondiente a programas sociales”.

Cabe hacer notar que juega un rol importante la mejora en la focalización de los recursos hacia las familias más vulnerables, mediante el subsidio de agua potable y el subsidio único familiar. Por ende, los hogares en situación de pobreza disminuyeron del 34,3% al 12,2%, “debido a un mejor crecimiento económico, mejoramiento gradual de los salarios, mayor participación laboral por parte de las mujeres, junto a mejores condiciones de empleabilidad, de los niveles de educación, mejoramiento en infraestructura habitacional y acceso a servicios básicos, entre otros factores socioeconómicos. Por ende, los hogares en Chile cada vez están sobre la línea de pobreza y disponen de ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas en alimentación, vivienda y vestuario”, concluyó Osses.

Extrema pobreza

Marcela Castro, directora regional de Techo, avala en parte estas cifras, que reflejan que los gobiernos desde 2006 y hasta la actualidad han realizado “la pega”, independiente de los colores de cada coalición. Sin embargo, señala que hay tareas que están pendientes en relación con la extrema pobreza. “En efecto, han habido esfuerzos en esta materia, pero creo que la clave fueron los cambios en cuanto a la medición. Hace diez años, la pobreza sólo hacía referencia a la pobreza desde el punto de vista del ingreso”, agregó Castro.

Con respecto a la situación de las familias que llegan a vivir en campamentos, la directora sostiene que éstas ya venían de una realidad vulnerable, y que algunos de los factores multidimensionales determinan que no se pueda escapar del círculo de la pobreza. “Por esto, si trabajamos preventivamente lograremos que menos familias lleguen a vivir en campamentos”, subraya.

Con respecto al trabajo que han realizado las autoridades para salir de la pobreza, la directora de Techo considera que “la política que se aplica en Chile sólo busca construir a gran escala, pero se trata de procesos que son lentos y burocráticos. Muchas veces no considera a las familias que viven en campamentos, por ejemplo. Por tanto, la política no da abasto”.

Con respecto a la cantidad de gente que vive en campamentos, y que son un indicador válido para medir la pobreza extrema, Marcela Castro concluyó que “hay 10 mil personas más viviendo en esta situación respecto al 2011. A nuestro juicio, eso demuestra que siguen habiendo políticas mal focalizadas, porque hay familias que no pueden acceder a los llamados en materia de vivienda, porque no se encuentran dentro del catastro de la encuesta Casen, lo que es algo grave. Si bien la pobreza muldimensional es cercana al 20%, en campamentos asciende al 75%, por ende las cifras se triplican y eso no puede pasar de largo”, concluyó. 3801i

 

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