Desde abril de este año comenzó a funcionar el Albergue Regional Protege COVID-19 en el ex Internado Masculino de Coquimbo, un recinto dispuesto por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia para resguardar la salud de las personas en situación de calle ante la pandemia, con el apoyo del municipio porteño y que hoy continúa su funcionamiento gracias a una extensión hasta el 30 de noviembre.
La Ministra de Desarrollo Social y Familia, Karla Rubilar, destacó que “estamos haciendo un esfuerzo adicional, con la extensión de albergues para personas en situación de calle. En años anteriores, estaríamos cerrando los dispositivos de invierno en virtud de la llegada de la primavera. Este año, sin embargo, entendemos que el riesgo es otro, que la pandemia sigue presente en nuestro país. A nivel país, estamos disponiendo de más recursos para mantener alojamientos en más de 30 albergues cuya fecha de cierre ya estaba cumplida o por cumplir y consideramos también a la comuna de Coquimbo”.
Con respecto a la situación de la Región de Coquimbo, el Seremi de Desarrollo Social y Familia, Marcelo Telias, destacó que el albergue regional “comenzó en los primeros tiempos de pandemia, cuando nos ocupamos de las necesidades de las personas en situación de calle. Ya llevamos más de 6 meses con este albergue con capacidad de 40 cupos en Coquimbo. Acá tenemos a personas que han querido seguir adelante, que están trabajando, que están haciendo sus proyectos. Queremos que ellos, tengan instancias de esparcimiento y que ocupen su tiempo de forma constructiva, entregándoles dignidad. Nos sentimos muy contentos de poder extender este albergue, también con apoyo del alcalde de Coquimbo”.
Desde partidos de tenis en una improvisada cancha, hasta la confección de muebles con madera reciclada; son parte de las actividades diarias de las personas que residen en el albergue, el cual cuenta con una capacidad de 40 camas.
Uno de los residentes es Alfonso Marín, quien es beneficiado con el Ingreso Familiar de Emergencia, recursos que utilizó para financiar en parte, la compra de insumos e iniciar un emprendimiento: “Recibí una plata y quise tratar de mejorar la vida que llevaba, entonces me compré unas máquinas, una revolvedora y ahora estoy siguiendo un emprendimiento para poder hacer pan y poder solventarme yo mismo. El objetivo también es ayudar a personas en situación de calle, porque también nosotros hemos estado así. Gracias a Dios, nosotros no estamos en situación calle porque tenemos este albergue, entonces también vamos a tratar de ayudar a con pan a las personas, con cafecito en las noches”.
Cabe recordar que, en virtud de la pandemia, el Plan de Invierno fue reestructurado, con casi el doble de presupuesto para evitar la propagación de COVID-19 entre población en situación de calle y la puesta en marcha de los dispositivos asociados al resguardo de la vida ante las condiciones adversas del invierno.