• La familia y el pequeño Aaron llegaron hasta las dependencias del Hospital de Salamanca para agradecer el apoyo de personal médico.
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Los profesionales médicos recibieron la visita de Jessica Chávez y su hijo Aaron, quien hace poco más de un año llegó sin signos vitales al Servicio de Urgencia.

Una especial visita recibió esta semana parte del equipo de reanimación del Hospital de Salamanca. Los profesionales médicos recibieron la visita de Jessica Chávez y su hijo Aaron, lactante que hace poco más de un año (y en ese entonces con apenas un mes de vida) llegó sin signos vitales al Servicio de Urgencia. La intención de esta joven madre era una sola: agradecer presencialmente a las personas que le salvaron la vida a su pequeño hijo.

El caso de Aaron es una de las emergencias más complicadas que han ocurrido en Salamanca durante los últimos años. Lo anterior no sólo refiere a la prematura edad del lactante, sino que también a los tiempos críticos que tenía el equipo de reanimación para actuar, ya que Jessica vive en la localidad de Chalinga, a unos 10 minutos de Salamanca.

RCP a contrarreloj

Aaron ingresó a las 12:22 hrs. de un 28 de marzo del 2018 a la unidad de Urgencia del HSAL. La Dra. Eliette Ponce, subdirectora médica y médico general de zona del Hospital de Salamanca, se encontraba de turno y fue parte del equipo que se encargó de su reanimación.

“Aaron llegó al servicio de urgencia en muy malas condiciones, venía gris, sin signos vitales, en paro cardiorrespiratorio por al menos unos 10 minutos. Su madre entró, le pasó el bebé a uno de nuestros TENS y al escuchar sus gritos nos reunimos inmediatamente todos como equipo y activamos protocolo de acción. Entramos al REA e hicimos reanimación de inmediato”, comenta la facultativa.

La coordinación de los equipos de reanimación, son parte de los planes de mejora de la unidad de Urgencias del Hospital de Salamanca. En este caso particular, se activaron un médico de turno, uno de apoyo, uno de llamado (por si el médico de turno sale de emergencia en ambulancia), además de dos TENS, una enfermera y una matrona de turno.

Equipo que luego de 15 minutos de RCP, logró hacer que el pequeño Aaron recuperara el pulso y la vida.

Jessica Chávez González, madre del lactante, relata que “fueron los minutos más largos de mi vida. Incluso pensé que me iban a decir que mi hijo no iba a resistir, pero lo estabilizaron. Eso para mi fue difícil de creer, porque mi hijo venía en muy mal estado”.

De ahí en adelante siguió todo un trabajo en red y contra el tiempo, que involucró los hospitales de Illapel y Coquimbo, además del SAMU.

La Dra. Ponce cuenta que para estabilizar al bebé para traslado a la UCI Pediátrica del HSP, se trasladaron en primera instancia al Hospital de Illapel pues -al ser el centro de referencia provincial - cuentan con un anestesista y pediatra, quienes finalmente decidieron derivar a Aaron con apoyo ventilatorio al Hospital de Coquimbo.

La Dra. Ponce fue parte de ese trayecto. “Durante el trayecto íbamos con el equipo de reanimación del SAMU, realizando apoyo ventilatorio. Aaron iba sin sedación, con ventilación espontánea, sin convulsiones y respondiendo a algunos incentivos de la madre, algo totalmente alentador pensando que se trataba de un bebé de un mes de vida que había soportado casi 25 minutos de paro cardiorespiratorio”, comenta la profesional agregando que “en el HSP de Coquimbo nos felicitaron porque no pensaban que Aaron iba a llegar tan estable, teniendo en cuenta los cerca de 25 minutos que estuvo en paro cardiorrespiratorio. Un adulto no llega, pero de repente los niños nos sorprenden con estos casos”.

De vuelta por una segunda oportunidad

A un año y 3 semanas de este episodio, Aaron sigue dando muestras de su temple y amor por la vida. A pesar de ser un bebé de apenas un año de edad, ha tenido que lidiar con largos y agotadores tratamientos e intervenciones, pues fue diagnosticado con el síndrome de Pierre Robin, una genopatía que le causaba estos paros respiratorios, ya que su lengua se iba hacia atrás al tener la mandíbula muy pequeña.

“Siempre me acuerdo de ellos, porque cuando yo traje a Aaron a este hospital, no tenía esperanza", indicó Jessica Chávez, madre del pequeño Aaron.

Hoy esta anomalía empieza a quedar en el pasado gracias a una cirugía y hoy solo le queda ganarle la batalla a una craneosinostosis, la cual impide el crecimiento normal de su cerebro.

“En este momento estamos en lista de espera en el Hospital Van Buren y ya dentro de las próximas semanas entramos a pabellón para corregir su craneosinostosis”, comenta Jessica Chávez, quien hasta hoy en día se muestra agradecida y mantiene contacto con funcionarios del HSAL. “Siempre me acuerdo de ellos, porque cuando yo traje a Aaron a este hospital, no tenía esperanza. Por eso yo siempre voy a estar agradecida por toda la vida de este hospital y su gente. Todo esto es gracias a su apoyo y rapidez para actuar. Al Aaron le salvaron la vida aquí en Salamanca”.

 

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