- La actividad permite que los jóvenes desarrollen capacidades para insertarse en el mundo laboral
Insertar en la sociedad a los niños con capacidades distintas no es una tarea fácil. Ante esta situación el colegio Horizontes decidió crear, como parte de un taller pre laboral, una cafetería, una instancia en que sus estudiantes pudieran tener experiencias parecidas a las que podrían tener en un trabajo real.
Hoy 10 jóvenes están participando de esta actividad, pero la directora del establecimiento, Beatriz Lazo, explicó que pronto se integrarán 12 estudiantes más a esta iniciativa, debido a lo exitoso que ha sido este emprendimiento.
Lazo detalló que está idea nació desde el grupo de docentes interdisciplinario que trabaja con los niños. “En la parte vocacional queríamos dar una respuesta concreta a los jóvenes y prepararlos en distintas áreas, porque en la cafetería unos sirven, otros lavan, etc. Todos pasan por los diferentes roles”, expuso.
Según indicó la directora, la cafetería permite, también, conocer el perfil de trabajo que puede tener cada estudiante, poder orientarlo y, así, buscar las redes de apoyo necesarias para que se puedan insertar de manera efectiva en el mundo laboral.
Una de las gestoras de esta iniciativa, Sabrina Otárola, educadora diferencial y coordinadora de educación especial de colegio Horizontes, expresó que en estos cinco meses que ha estado funcionando la cafetería se han enriquecido las habilidades de los jóvenes, de entre 13 a 18 años, que participan en el mininegocio.
“Hemos tenido avances importantes, en áreas como el manejo del dinero, realización de actividades culinarias, mejora en las habilidades sociales. Ellos de a poco han ido creciendo y logrando los objetivos de trabajo que nos hemos propuesto”, expuso.
La directora del establecimiento destacó que la materialización de esta actividad fue posible gracias al apoyo que entregaron los apoderados.
“Ellos creyeron en nuestro proyecto y pudieron cofinanciar junto con el colegio el costo que tuvo poner en funcionamiento la cafetería”, señaló Lazo.
LOS BENEFICIOS. Victoria Escobedo, madre de José Ignacio y apoderada del colegio, manifestó su satisfacción por el desarrollo de este taller. “Mi hijo tiene más habilidades para servir, porque tiene más facilidad para sociabilizar. Lo que han aprendido lo han traspasado a la casa, ahora ayudan más, porque se sienten más seguros”, planteó.
Escobedo dijo que esta iniciativa permite ver a los niños con discapacidad, no sólo trabajando en los supermercados como propineros, sino que demuestra que ellos pueden hacer más, si tienen la oportunidad de desarrollarse.
La apoderada manifestó que a futuro esperan que la cafetería pueda estar fuera del colegio. “Es un sueño que tenemos a futuro tener este negocio en un lugar más público que dé oportunidades a los jóvenes con capacidades diferentes”, puntualiza. 4101i