Las ganas de Camila Rodríguez: la emprendedora local del “oro rojo”

Una emprendedora con alas propias. Así podríamos definir a Camila Rodríguez, quien a sus 20 años tiene metas más importantes y provechosas que ir de carrete o de fiesta. “Cami”, como prefiere que le llamen sus cercanos, es optimista, muy segura de sí misma y sobre todo, perseverante, quien conversó con Radio Mistral, la 95.1.

Desde que estudiaba en el colegio, comprendió que tenía las potencialidades para hacer negocios. El “bicho” del emprendimiento le picó desde temprana edad, vendiendo chocolates, sandwichs, sacapuntas y lápices grafito en el colegio.

A los 13 años comenzó a trabajar como promotora, lo que fue otra experiencia importante, ya que descubrió que no le gustaba trabajar con un jefe encima. Y ahí es cuando decide tomarse más en serio el trabajo con los dulces placeres.

“Mi primer emprendimiento lo partí a los 15 años, con la fabricación de chocolates italianos, con rellenos como mermeladas, productos orgánicos o frutos llamativos como la feijoa, que casi nadie conoce. Curiosamente, logre juntar casi 20 mil pesos y ahí comenzó todo”.

"Al principio fue un boom, pero luego no funcionaba tanto como yo quise, y decidí que debía ir a buscar otro emprendimiento y ahí es donde surge el tema del azafrán, que mi abuela lo tenía en su parcela”.

En ese momento, Camila decidió comenzar a investigar a fondo sobre el azafrán y sus propiedades medicinales, contra el párkinson, el alzheimer, dolores musculares, de cabeza o la vista. Se trata de un flor de color violeta, pero sólo se utilizan sus pistilos, de color rojo, y que se producen sólo una vez al año. Y por eso son tan costosas.

“En esta zona, los agrónomos no saben mucho respecto al tema del azafrán. Libros, casi no hay, y la poca información disponible proviene principalmente desde España. Entonces, tuve la posibilidad de contactarme con el francés Thibault, que es uno de los agrónomos que más conoce del tema en el país. Fue uno de los primeros en colocar bulbos de Azafrán en Chile, y a él le llamó mucho la atención el clima que aquí se da”.

Camila se siente muy cercana al tema de la tierra, pero el próximo año comenzará a estudiar Ingeniería Comercial, ya que siente es la base para poder avanzar en el tema de los negocios, al igual que en sus diversos emprendimientos. Entendió que diferenciarse es clave, porque a mucha gente le gusta la vida sana.

El camino de Camila está ligado directamente a ser emprendedora. Desde muy pequeña sintió una inclinación por los negocios, incluso muchas veces, asumiendo la frustración, el fracaso y el estrés derivado de estas instancias. “Esto no es un hobby, por eso estoy especializándome tanto. Un emprendedor se caerá mil veces, pero luego vienen las recompensas, por eso prefiero dedicarlw tiempo a lo que me gusta”, sostiene esta joven, que incluso forma parte de Asech, que es la Asociación de Emprendedores de Chile. “Para emprender, nunca hay edad. Crean siempre en ustedes y luchen por lo que quieren, y amen sus emprendimientos”, es su mensaje.

No ha querido asociarse a otras personas, pero si le agradaría contar con el respaldo de algún inversionista responsable que esté dispuesto a apoyarla.

Sus productos los pueden encontrar en Urbano Pez y en Terracota Café, donde se venden las infusiones, que tienen 420 gramos cada una, lo que alcanza para cerca de 20 tazas.

El Azafrán

Muchas veces, el azafrán es conocido en la realización de paellas. Generalmente se aplica como condimiento, pero también se puede tomar como infusiones. Incluso, en la página de Facebook del emprendimiento de Camila Rodríguez, que es Oro Rojo Azafrán, se dan a conocer recetas interesantes que ha preparado el chef Cristian Correa, desde lo dulce hasta lo salado.

El azafrán caracteriza por ser bastante amargo, y Oro Rojo se ha especializado en preparar infusiones orgánicas, sin químicos, pasando por cedrón, stevia natural, menta y pétalos de rosa, entre otros. 3801i