• Los dos grandes ejes por los cuales la mayoría de la población confió en Piñera, fueron principalmente el crecimiento económico y el orden público, hoy día ambos temas están a la baja”, advierte San Francisco
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El Día
El académico e historiador admite lo complejo que le ha resultado al Gobierno del Presidente Sebastián Piñera retomar su gestión luego del 18 de octubre de 2019.

Durante los últimos meses varias interrogantes han surgido luego del estallido social en el mes de octubre. Una de ella es la forma en cómo se responderá a las necesidades de la ciudadanía. En medio de este debate el historiador Alejandro San Francisco y  académico de Universidad San Sebastián y Universidad Católica de Chile; director de Formación Instituto Res Publicase  en entrevista con diario El Día   aborda esta temática.  

- ¿Cómo los historiadores enfrentan  y registrarán lo ocurrido tras el estallido social? 

“Esa pregunta es fundamental, porque la historia no es una cuestión separada del tiempo en el que viven los historiadores. La historia es la comprensión del pasado por el presente y del presente por el pasado. Evidentemente lo que ocurrió el 18 de octubre y los meses siguientes que nos da para pensar de nuevo en la historia de Chile. En las rupturas institucionales, en los procesos constituyentes y  en la fragilidad de nuestra democracia. Las constituciones chilenas han surgido siempre después de una internación militar, sea a través de un golpe de estado o de una guerra civil. En el caso de ahora sería por la violencia en las calles, el proceso constituyente tiene esa marca”. 

-¿Advertía que podría venir un estallido? 

“Sí, lo que pasa es que nadie pensaba que se iba a dar de la manera como se dio. Si se mira desde el año 2006 y el 2011 hay una ebullición social que es mucho más grande de la que existió en los años ‘90 pero la forma como se ha dado, creo que nadie la previo”. 

-¿Cuál es la diferencia de la violación a los Derechos Humanos que ocurrió en el 1973 a lo que está ocurriendo ahora? 

“Todo esto requiere un estudio mayor y más completo. Pero hay una diferencia sustancial que es la existencia de un régimen dictatorial o autoritario con un régimen democrático y dentro de este se ha permitido la entrada de observadores internacionales y la existencia de un organismo de Derechos Humanos dentro del país, lo que no quita que haya que estar particularmente atento a todo lo que signifique el respeto a la dignidad de la persona. En todos los procesos, y eso es algo que es un aprendizaje que debiera tener Chile para todas las épocas, los momentos de rupturas tienen abusos contra los opositores o violaciones de los Derechos Humanos contra los opositores. Así fue en la guerra civil del 29, la del 91 y tras el 11 de septiembre de 1973”. 

TERMINAR DE LA MEJOR FORMA

-¿Cree que el Presidente Sebastián Piñera estaría preocupado de cómo pasará a la historia y cómo será  juzgado en sus  dos estadías en La Moneda? 

“Tengo la impresión que la principal preocupación del presidente Piñera es ver cómo termina de una manera adecuada su gobierno, que es la parte más difícil. El Mandatario tenía un programa, un equipo y todo se dio vuelta el 18 de octubre. En ninguna parte estaba la idea de un cambio constitucional y hoy la preocupación es el cambio constitucional.   Los dos grandes ejes por los cuales la mayoría de la población confío en Piñera, fueron principalmente el crecimiento económico y el orden público, hoy día ambos temas están a la baja”. 

-¿Cree en la tesis de que el Presidente Piñera tuvo mala suerte y que el estallido pudo ocurrir en el Gobierno de Michelle Bachelet o Ricardo Lagos? 

“El problema es que no se puede probar. No sabemos. Y si Piñera hubiera reaccionado de otra manera qué hubiera pasado y si no se hubieran subido los $30 qué hubiera pasado”. 

UNA NUEVA CONSTITUCIÓN 

-¿Para los historiadores cuándo cree que se podría revisar el fenómeno actual? 

“Hay que empezarlo analizar desde ahora ya, pero creo que todavía faltan muchos juegos políticos que no se han desarrollado. Me parece que el gobierno no ha retomado el liderazgo político ni la agenda, la tiene abandonada y me parece que la oposición se ha dejado llevar por la calle, que pone la música, pero no tienen poder político. Todavía el puzzle no está armado, está absolutamente inorgánico, entonces puede terminar en cualquier cosa. Pero el resultado de las elecciones de abril es fundamental, hoy día es muy probable que gane el Apruebo, pero el Rechazo ha ido subiendo en la aprobación en las encuestas”.

-¿Sería un contra sentido el Rechazo teniendo en cuenta que todos estarían de acuerdo en cambiar la Constitución? 

“La ciudadanía lo que quiere  es lo que dicen las encuestas o las elecciones, pero en democracia el que habla son las elecciones no son las encuestas, habría que medirlo. El gran problema que tiene Chile para su democracia es el absoluto desprestigio de los órganos políticos. El Presidente de la República tiene entre 6 y el 10% en las distintas encuestas de apoyo popular, el Congreso Nacional entre el 3 y 5% del apoyo, lo partidos políticos para que decir, esa descomposición institucional es muy dañina para la democracia”. 

 

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