Un requerimiento en Contraloría presentaron los locatarios del Mercado Municipal de Coquimbo junto al concejal Guido Hernández para conocer la legalidad en la venta a privados del edificio, patrimonio de la comuna, en el periodo del exalcalde Pedro Velásquez.
Cabe recordar que los ocupantes del recinto comenzaron a ser notificados del desalojo en el mes de marzo de este año. Muchos de ellos llevan décadas trabajando en este tradicional mercado porteño, que es la fuente laboral directa de más de 120 personas e, indirectamente, 600 personas afectadas por su cierre.
El requerimiento solicita conocer los derechos que le asisten a los locatarios del recinto municipal y la responsabilidad de la municipalidad de Coquimbo ante la pérdida del patrimonio social, cultural y económico.
Patricio Basaure presidente del Mercado Municipal, con más de 10 años instalado en el lugar, explica que el objetivo de este requerimiento “es que nos preocupa la forma en que el mercado fue traspasado a la empresa demandante cuando Pedro Velásquez era alcalde. En este caso, queremos que se pronuncie la Contraloría en el sentido de si esto fue acorde a la ley. Si no es así, veremos la forma de seguir más adelante”.
El concejal de Coquimbo Guido Hernández agrega que no existe claridad de la forma cómo se enajenó el recinto, “que representa un gran valor patrimonial, histórico, económico y social para los porteños y quienes operan aquí”. Por ello es que solicitan que la Contraloría “pueda determinar las posibles irregularidades que se pudieron realizar al llevar a efecto este traspaso y determinar las posibles responsabilidades en el caso que haya sido así”.
Apoyo a los locatarios
Dalsy Álvarez trabaja en el restaurant La Clave, desde hace varios años y tal como muchos trabajadores, los recursos que recibe son importantes ya que existe una familia detrás que debe mantener. Por ello, señala que tanto los dueños de los locales, como sus colegas están preocupados, incluso algunos enfermos, tras saber que podrían quedar sin trabajo al ser desalojados.
“Es para todos muy importante el trabajo y entonces encontramos que es incorrecto que cierren el mercado, porque es nuestra fuente laboral. Estamos preocupados, porque somos jefes de hogar y necesitamos que nos ayuden a buscar una solución”.
Darwin Arqueros administra un local desde hace 7 años, un negocio familiar que inició su madre hace más de 40 años. El locatario señala que ha sido muy engorroso y sin claridad. “Esto partió en la época de Velásquez y de ahí hasta la actualidad ha sido todo muy raro. Estamos tranquilos, porque creemos que la autoridad nos puede ayudar y no quedemos en el aire. No queremos que nos regalen nada, sólo buscamos apoyo”.