La desorganización que ha producido la intervención de la municipalidad en la asignación de los puestos sería la causa de los dimes y diretes entre vendedores
La presidenta del sindicato de trabajadores de la “feria de las pulgas”, Silvana Zapata, denuncia que debido a una mala administración municipal, los locatarios sindicalizados están teniendo problemas con los “locatarios de ocasión”, que en su mayoría son estudiantes y jóvenes que aprovechan los puestos de Calle Cirujano Videla para juntar algo de dinero.
El problema habría surgido cuando intervino la municipalidad, ya que según señala Zapata, “ellos desordenan la feria. Cuando administrábamos nosotros, no teníamos ningún problema con nadie, porque sabemos a quién darle un puesto, tenemos experiencia”. afirma.
La locataria indica que el municipio, al no saber del rubro, le entregaría lugares a cualquier persona. “Les dan los permisos a comerciantes que traen productos nuevos y nosotros venimos con una maletita de productos usados. No puedes competir comercialmente con alguien que trae cuatro fardos de ropa”, indica la dirigente, agregando que “los locatarios ocasionales no reconocen nuestra autoridad y son atrevidos, groseros y prepotentes, cuando nosotros les decimos que se cambien de un espacio que no les corresponde”, concluye.
Por su parte, los “locatarios de ocasión” también tienen algo que decir y acusan de arbitrariedad a los vendedores agrupados en el sindicato, señalando que “se creen dueños de la feria”.
Francisco Casas, joven vendedor que no pertenece a ninguna agrupación, cuenta que “los locatarios antiguos pasan por encima de las demás personas”. Además, hace graves acusaciones hacia los vendedores sindicalizados. “Nosotros trajimos unas poleras que están practicamente nuevas, pero no nuevas y la gente de envidiosa trata de corrernos, las mismas señoras llegan en las mañanas y te abren las maletas donde traemos los productos, nos revisan todo, incluso hay gente que tiene malas costumbres y se termina robando la ropa, ésa es la misma gente que se cree dueña de la feria”, indica el vendedor ocasional.