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El criterio conservador primó en la última asamblea de usuarios de agua, desarrollada en Vicuña, fijándose una tasa de desmarque correspondiente a un 30% con relación a las acciones que cada usuario posee para poder acceder al recurso hídrico.

Durante la jornada, realizada este mes en la Hostería de Vicuña, se definió la tasa de desmarque, la cual corresponde al reparto de agua en base a acciones que se realizará para la temporada 2019-2020 y que quedó fijada en un 30%, haciendo eco del criterio conservador que ha primado en el trabajo que la Junta de Vigilancia del Río Elqui y sus Afluentes ha venido desarrollando desde el último quinquenio.

Al respecto, Dagoberto Bettancourt, gerente de la JVRE reconoció que en la asamblea existe una gran preocupación por la situación hídrica que se vive, por lo que “vamos a redoblar los esfuerzos para resolver los temas más críticos en los que se requiere el apoyo de la autoridad para así implementar iniciativas que permitan hacer frente a este difícil escenario”.

En el mismo contexto, Mario Rodríguez, presidente de la Comunidad de Aguas Canal Barrancas, explicó que en un contexto de sequía “no nos queda más que adaptarnos y ser conscientes de que si se aumentase el porcentaje desmarque, tal vez en un corto tiempo, nos quedaríamos sin agua y eso es algo que nadie quiere”, por lo que “pese a que el 30% puede parecer poco para canales extensos lo que corresponde es ajustarnos y programarnos y hacer las mejoras en cada canal” para asegurar que el agua llegue como corresponde.

Asimismo, Marino Ruiz, presidente del Canal Cutún y Las Rojas enfatizó en que aun cuando muchos se habían acostumbrado a funcionar con mejores tasas de desmarque, “el escenario actual de sequía exige reinventar todo lo que se está haciendo y ver cómo vamos a funcionar”, resguardando la utilidad que prestan los canales más extensos, para lo cual podría ser fundamental apostar por fórmulas como el pareo de canales o la habilitación de funcionamiento quincenal, pero con un mayor caudal o bien apostando al revestimiento de canales para así evitar pérdidas.

Situación que, para Mario Jofré, director de la JVRE, también “podría sobrellevarse con una entrega flexible, es decir, adaptándose a la demanda de riego estacional, la cual no es la misma todo el año, permitiendo así que se desplacen volúmenes de agua acorde a las acciones de cada canal”, garantizando con ello el buen funcionamiento de la actividad agrícola, la misma que, según una encuesta de la Universidad Católica del Norte, constituye la actividad más importante de la Región de Coquimbo.

 

 

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