Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Hugo Ramírez afirma que el poder dar un momento de felicidad a las personas de la comuna que lo han pasado mal en medio de la crisis sanitaria, es una de las razones por la que sigue con esta tradición de llenar de luces la plaza de su sector.

Cada año la plaza de la calle Manuel Rojas en La Serena se transforma en un verdadero espectáculo navideño, que es admirado por toda la comunidad. 

Hugo Ramírez junto a su esposa Rosa González son los encargados de dar vida a la plaza del sector, lo que ya se ha transformado en una tradición. 

Ramírez reconoce que en un momento pensó que no iba poder adornar como cada Navidad la población Chacra Figari, esto ante la difícil situación que está viviendo el país y el mundo por culpa de la pandemia, pero luego lo meditó y reafirmó su posición de brindar una alegría en tiempos difíciles, lo que es sumamente necesario. 

“Me vinieron a preguntar muchas personas de diferentes lados si iba o no a poner los adornos, les dije que sí, que no podía fallarle a los niños. Ha venido mucha gente todas las noches e incluso he tenido que poner conos y cortar el pasaje para que estén tranquilos”, sostiene Ramírez, quien destaca que su familia y principalmente su esposa, ha sido fundamental para seguir con esta tradición que reaviva el espíritu navideño. 

Este mecánico, oriundo de la ciudad de Iquique, es dueño de una vulcanización ubicada a un costado de su hogar. En otros años se levantaba muy temprano para instalar las luces y muñecos inflables, y luego en la madrugada guardaba todo para volver a colocarlo al día siguiente. Pero este 2020 decidió contratar por un mes a una persona que cuide el lugar y las cosas.

“Le pago a un vigilante de mi bolsillo, mucha gente me ha ofrecido plata para ayudarme en los costos, pero yo no le recibo. Para mí está pagado al ver una sonrisa de un niño o un adulto mayor que observa los adornos. Este año me acuesto relajado y al otro día solo tengo que enchufarla al contar con una persona que cuida todo”, cuenta.

El hombre relata que cada año ha ido agregando nuevos muñecos y adornos, para siempre sorprender a sus espectadores.

“Para mí cada año debe ir creciendo, ahora pretendo colocarle proyectores más grandes que iluminen más. La mayoría de las cosas las manda mi familia de Iquique, me aportan con las luces y monos pascueros. La plata no me interesa, lo hago con cariño para todos y darles un poco de felicidad. Me encanta la Navidad y no le puedo fallar a la gente que espera que adorne la plaza, ahora incluso se han sumado unos vecinos que han iluminado sus casas”, manifiesta Ramírez, quien agrega que de no estar él en este mundo, su esposa e hijos saben que tienen que seguir iluminando el sector cada Navidad.

El hombre indica que por el toque de queda el horario tuvo que ser modificado, es entre las 19:00 horas hasta las 12.

“Hemos estado tan estresados y con amargura este año, que cuando ven este lugar iluminado la gente se emociona. Además, este año tenemos para los niños corpóreos y nosotros mismos nos disfrazamos, para que los niños se saquen fotos” afirma Hugo Ramírez. 

 

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