• Obesidad que se combate en equipo
    Obesidad que se combate en equipo
En Coquimbo, la agrupación “Estoy Contigo” está entregando apoyo gratuito a personas con sobrepeso para guiarlos en la pelea contra los kilos. La iniciativa fue gestada por una entusiasta y perseverante arquitecta que llegó a pesar 120 kilos. Hoy, luego de lograr un peso normal, quiere entregar su mensaje de esperanza a gente que está sufriendo lo que ella ya vivió. La misión es convencerlos de que sí se puede lograr.

Luchar contra los kilos no es una tarea fácil. Se requiere voluntad, compromiso y creer en uno mismo. Sin embargo, la tarea se torna difícil cuando se está solo y sin apoyo del entorno cercano, principalmente familia y amigos. Es por ello, que a fines del 2011 nació en Coquimbo la agrupación “Estoy Contigo” que apunta a entregar ayuda emocional y nutricional en quienes se atrevan a dar el primer peso para combatir su sobrepeso.

La iniciativa fue creada por Flora López, arquitecta de 37 años de edad que llegó a pesar 120 kilos cuando egresó de la universidad. Su primera dieta fue fallida. Si bien pudo eliminar 60 kilos de su cuerpo, tras un problema sentimental en su vida personal, todo los esfuerzos de esfumaron, se refugió en la comida y experimentó del denominado efecto “rebote”.

“A esa altura, ni siquiera me miraba al espejo. Solo vivía por inercia, inmersa en la rutina, en el día a día, los estudios. Escondida, tras una personalidad muy carismática, de mucha cordialidad y simpatía. Donde me era más fácil esconderme y negarme a mi misma. Yo era buena estudiante, gran amiga, buena hija, pero la mujer tendía cada día más, a solo desaparecer. Resignada quizás, a un destino que me había tocado vivir. Asumí que así como habían altos y bajos, había gordos y flacos y a mi me había tocado ser gorda”, recuerda.

Cuenta que esa resignación tuvo un vuelco rotundo e inesperado un día en que decidió hacer una exposición de pintura y poesía, una de sus pasiones. “Al tener que decidir qué ropa me pondría me tuve que enfrentar al espejo. Cuando me vi, sentí que estaba poseída en un cuerpo que no me pertenecía, porque, a esas alturas, ya ni siquiera me miraba en nada que me mostrara de cuerpo completo. No me reconocí. Con esa terapia de shock, retomé el trabajo con la nutricionista y ya he bajado 49 kilos y continúo en el proceso”, confiesa enfatizando que si hubiera tenido antes el apoyo psicológico, el efecto rebote nunca habría ocurrido.


En medio de este proceso de mejorar su calidad de vida, tomó la decisión de compartir su experiencia y ayudar a otras personas como ella. “Me di cuenta que esto no es tarea de una sola persona. No es fácil hacer un cambio de hábitos. No es fácil quererse cuando se ha sentido tanto desprecio por sí mismo. Decidí compartir mi experiencia con otros, para poder decirles que se puede, decidí ayudar a otros que lo están pasando mal, orientar a los que podrían llegar a estar peor. Encontré así también, un sentido para mi vida. Entendí mi trastorno desde el punto de vista de tener una responsabilidad social frente al tema. Para prevenir, educar, apoyar y acompañar”, afirma Flora.

Sus ideales, diario El Día los dio a conocer en octubre del 2011, cuando la iniciativa estaba recién comenzando con la incertidumbre si llegaría al puerto soñado. Ahora, ocho meses después, fuimos testigos que el programa “Estoy contigo” está logrando resultados exitosos.

Son cerca de 30 beneficiarios, la mayoría mujeres, que cada viernes de 16:30 a 18:30 acuden a la casa de las artes de Coquimbo para recibir múltiples atenciones gratuitas, como yoga, asesorías en nutrición y terapias con psicólogos. Son 30 luchadores, pues varios han desertado en el camino. “Acá es más fácil desistir que perseverar, porque lo más difícil es vencerse a uno mismo”, admite Flora.

APOYO PROFESIONAL Y VOLUNTARIO

En esta misión, Flora destaca agradecida que ha sido vital el apoyo voluntario y sin fines de lucro de los profesionales que colaboran para sacar a flote esta cruzada. Ellos se entusiasmaron con el proyecto de Flora y son quienes tienen el gran desafío de estimular, aconsejar y acompañar a los beneficiarios para que cumplan sus metas en la balanza.

Ana López y Natalia Zaldívar, estudiantes de nutrición a punto de egresar de la UCN, se encargan de sugerir una pauta alimenticia, controlan el peso y dan charlas para entender cómo controlar el apetito, horarios adecuados para comer, e informan los efectos de la comida con proteínas, fibras, carbohidratos o con colesterol.

Las terapias grupales con los psicólogos, Sussy Aquez y Marcos Bonilla, se enfocan en tratar temas como la autoestima, la perseverancia, el amor propio. “Nos ayudan a mentalizarnos como ganadores, para que las dietas lleguen a buen término. Allí podemos compartir nuestras experiencias, escuchar a otros pasar por nuestros mismos miedos y debilidades. Aprendemos a asumirnos, a querernos y eso realmente gatilla un cambio, porque quien se quiere, no se hace daño”, explica Flora.

Carolina Carrasco y Daniel López, médicos generales, apoyan con orientación sobre la prevención o tratamiento de enfermedades asociadas al sobrepeso, mientras que Rodrigo Cerda, profesor de educación física, incorpora el deporte a la rutina diaria de los usuarios.

Finalmente, Pilar Valencia, instructora de yoga, enseña técnicas de relajación de manera de canalizar de mejor forma las ansiedades, bajar los niveles de stress y sentirse físicamente mejor y con más ánimo.

Diario El Día presenció una de las clases de yoga de Pilar. Ella expresa que está “fascinada con el proyecto de Flora, porque ayuda a mucha gente que lo necesita”.

La instructora de yoga, también ha logrado derrotar 12 kilos y sabe que “la gordura es nefasta y negativa para uno”. Explica que su taller permite mejorar la postura de la columna vertebral, la circulación sanguínea, disminuye las adiposidades del estómago y los problemas de las articulaciones, además facilita la armonía espiritual.

“El programa ha sido muy positivo. Hay gente que cuando ingresó no podía subir las escaleras o agacharse y ahora sí pueden. Eso muestra que las personas se sienten motivadas” dice advirtiendo que es crucial “que la gente sea perseverante y alimentarse bien”, destaca.


TESTIMONIOS

Patricia Zamora tiene 53 años de edad, es de la Parte Alta de Coquimbo. Llegó a la agrupación hace dos meses con 109 kilos. Durante este periodo ha logrado bajar a 100 kilos.

“Yo estoy súper contenta, porque además de bajar de peso, ha mejorado mi autoestima. Cuando llegué estaba cojeando por el exceso de peso y ahora puedo subir las escaleras sin apoyo. Estoy muy agradecida con los profesionales. Es un equipo muy completo. Trabajan sin sueldo, sólo por amor por nosotros que ni siquiera nos conocían de antes. Ojala más mujeres se atrevan y se sumen, porque se puede”, dice con optimismo.

Cuenta que trabaja como chofer de un taxi colectivo, lo que incrementaba una vida sedentaria. Tiene enfermedades asociadas a la obesidad que son tratadas en su consultorio, pero dice que “allí la atención no es personalizada”. Sin embargo, dice que la empatía que buscaba la encontró en “Estoy Contigo”.

“Hice muchas dietas, pero sola no resulta, en cambio aquí, cada quince días me pesan y además con el grupo se hacen lazos de amistad y nos contamos nuestra experiencias. Conversamos en el mismo idioma, porque sentimos lo mismo. En cambio en la casa a veces no nos entienden”, expresa emocionada añadiendo que “estar acá ha sido un regalo de dios”.

Ruth Olivares (50), es una de las primeras beneficiarias que tuvo el proyecto y cuyo cambio de imagen es uno de los más notorios, según sus compañeros. Ingresó con 97 kilos y hoy pesa 74 kilos.

Cuenta que el primer paso lo dio cuando le diagnosticaron que su obesidad era mórbida y que arrastraba más enfermedades.

“Yo tome conciencia de aprende a comer. Las nutricionistas nos han ayudado bastante. Vamos aprendiendo siempre cosas nuevas. Nos han enseñado a querernos a nosotros mismos, a vernos en el espejo”, señala acotando que conocer la experiencia de Flora es ha sido un importante estímulo para perseverar. “Si ella pudo por qué nosotras no”, se plantea.

SUEÑOS FUTUROS.

La gestora de esta ejemplar iniciativa añade que su sueño es seguir creciendo y salir a concientizar sobre una vida sana a otros sectores. Para ello quieren conseguir financiamiento estatal o de empresas privadas, que les permita funcionar toda la semana, hacer talleres en los colegios para educar sobre alimentación saludable, importancia del deporte y de no hacer bullying a niños con sobrepeso.

También dice que le gustaría salir a terreno para sensibilizar y orientar a través de folletería. O bien, hacer actividades al aire libre, organizar torneos deportivos, etc. “Esperamos poder ayudar a muchas más personas que quieran hacer el compromiso consigo mismo”, indica.

Y es que para Flora la decisión y la voluntad de cambiar solamente está en quien se atreva. “El mayor esfuerzo, no está en nosotros, está en cada uno de ellos, que ha decidido tomar las riendas de su vida y decir ‘hoy es el primer día del resto de mi vida’. Y en ese proceso, les estamos acompañando. Aquí la gente encuentra cariño, empatía, y comprensión”, finaliza.
 

 

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