• Juan de Dios Rojas busca difundir su historia para evitar perder su casa.
  • Emocionado muestra los recuerdos de una vida feliz que registra como un mapa en sus paredes.
  • Juan de Dios Rojas no pierde las esperanzas de poder quedarse con la casa que construyó con sus propias manos
  • Aún extraña a Marta, su más grande amor. Cada noche duerme con una fotografía suya.
  • Juan de Dios Rojas no pierde las esperanzas de poder quedarse con la casa que construyó con sus propias manos.
Crédito fotografía: 
Andrea Cantillanes
Mientras avanzan los trámites para impedir que familiares de su fallecida conviviente vendan el inmueble Juan de Dios se enfrenta a nuevas dificultades debido a su precaria condición económica y de salud.

Tras dar a conocer su historia en una entrevista con Diario El Día, Juan Rojas, adulto mayor que arriesga perder su casa luego de la muerte de su conviviente sigue esperanzado en obtener un buen resultado. A la vez, a través de un bingo sus más cercanos pretenden juntar fondos para que el serenense pueda dar pronta solución a nuevos problemas que se le presentan.

A Juan de Dios Rojas Astudillo no le ha tocado fácil. Desde que comenzó una relación hace 48 años con Marta, el amor de su vida, fue la primera vez que se sintió completo, luego de haber pasado por varias relaciones y llegando a tener siete hijos, de los cuales solo tres son reconocidos, con los demás no hubo mucho contacto, lo reconoce.

Con Marta no tuvo hijos, pero juntos, en la humilde casa de calle Alemania en el sector de Las Compañías, criaron a cuatro niños, o ayudaron a en su crianza, cuando sus padres debían trabajar. Isabel Pizarro es una de ellas, hoy con su vida hecha no puede desligarse de Juan de Dios, y no quiere, por lo que hoy es su único apoyo.

Marta padecía de diabetes y parkinson, además de otras complicaciones que la llevaron hasta la unidad de cirugía, desde donde no salió bien. Juan de Dios comenta que le recetaron medicamentos, pero nunca le dijeron que tenía contraindicaciones, por lo que mezclarlos con la medicina para tratar sus otras enfermedades tuvo un resultado fatal.

La madrugada de un sábado la mujer falleció, y con su muerte comenzaron los problemas. Resulta que familiares de Marta, pese a no haber mantenido contacto con ella en mucho tiempo, hoy reclaman la casa y el adulto mayor se encuentra en trámites para poder recuperarla.

Una vez conocida su historia a través de una entrevista a El Día, un abogado se puso en contacto con Juan de Dios para ayudarlo en su lucha por quedarse con la casa, que aún guarda recuerdos de los momentos más felices del adulto mayor junto a su amada a través de casi medio siglo.

Mientras analizan alguna posibilidad de poder mantener el inmueble, que él mismo construyó, se enfrenta a nuevas dificultades por un escenario desfavorable que lamentablemente para ser común entre los adultos mayores, las enfermedades y bajas pensiones después de una vida trabajada.

"TENGO QUE SER OPTIMISTA".

Su día a día es simple. Se levanta a las 9 de la mañana y desayuna, “cuando hay para comer como, cuando no, no”, comenta. En las tardes va a ayudar a la feria que se instala en su calle, a cambio los feriantes le dan algunas cosas para comer.

De vuelta en su casa escucha música, le encanta recordar viejos tiempos con los ritmos que lo han acompañado toda su vida: música chilena, mexicana, boleros y la música peruana.

También le gusta revisar las fotografías que llenan sus paredes, la mayoría son de Marta, incluso, tiene su foto favorita de ella, con la que duerme abrazado desde que las complicaciones médicas se la llevaron de su lado, la extraña mucho, afirma.

Mayo será un mes movido, tiene que visitar el médico por su diabetes, pero también se encontrará con enfermeros, proctólogos y nutricionistas. Además tiene fijado un escáner, pero antes tiene que verificar que sus riñones estén en buen estado para evitar requerir diálisis.

Afanes propios de la edad, aunque él se siente joven, “tengo apenas ochenta años, si el pelo me lo tiño blanco, como lo que soy”, comenta apuntando a un poster de Colo Colo, el equipo de sus amores.

Las ironías, risas y chistes no terminan en su casa, pese a todo lo que le ha tocado vivir es optimista, “tengo que serlo, no me conviene echarme a morir, hay que seguir batallando no más”, indica.

Pero la batalla se le ha hecho cada vez más dura, pese a que en el último tiempo ya no llegan interesados a cotizar la casa y los trámites para quedarse con ella avanzan, su escasa pensión, debido a la falta de imposiciones y lagunas en el sistema, lo mantienen con una importante deuda.

No es de darse grandes lujos, ni siquiera ha podido arreglar el techo que cada invierno amenaza con lloverse, y lo hace. Su deuda se debe a que no ha podido pagar en el cementerio donde tiene a su esposa, lo que lo llena de dolor, “me da miedo llegar y que ya no esté”, comenta.

De hecho, pese a sus evidentes necesidades, tiene claro lo primero que hará con el dinero que logren recaudar. “si sale bien lo del bingo me voy al tiro a la Foresta, será lo primero que haré. Son tres años de deuda, imagínese que vaya un día y no la encuentre, dónde irán a botar sus huesitos”, indica acomplejado.

Luego de recordar a Marta comienza a ver otros recuerdos de su juventud, parece ser que las fotografías son los que le dan el valor, y así, con una sonrisa nuevamente se despide desde su casa, la que construyó con sus propias manos y donde fue feliz con su enamorada y ahora en solitario se esfuerza por mantener vivo su recuerdo. 6301i

Una esperanza, con un poco de ayuda.

Juan de Dios Rojas se declara un hombre agradecido. Desde que dio a conocer su historia llegaron las ayudas, la municipalidad le dio un apoyo en dinero con el que pudo pagar deudas y comprar algo de comida. Además un abogado se puso en contacto para ayudarlo con la disputa por la casa.

Ahora busca obtener recursos con un bingo, que está siendo organizado por su vecina y a quien ve casi como a una hija, Isabel Pizarro, quien no se cansa de golpear puertas para que más personas se sumen a la iniciativa.

Consiguió el apoyo del concejal Pablo Yáñez y se fijó fecha y lugar para el bingo: será el 12 de mayo en el colegio Arturo Prat de Las Compañías, lugar que Juan de Dios conoce bien, pues trabajó de guardia en el establecimiento cuando este recién abría sus puertas.

Hoy el colegio lo recibe para que pueda desarrollar esta actividad a beneficio, por lo que están llamando a la comunidad que se hizo parte de su historia para que se una en el bingo.

 

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