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El Día
En medio de presentación de Reforma del Trabajo la legisladora admite que se debe tener una mirada flexible, pero también llama a entender que se debe colocar en el centro de la discusión el beneficio de las personas.

En Monte Patria se  encontraba la senadora Adriana Muñoz (PPD) cuando se enteró que el  Presidente de la República Sebastián Piñera  había dado las primeras luces del proyecto de adaptabilidad y flexibilidad laboral que ahora deberá ser debatido por la Cámara de Diputados. Como presidenta de la Comisión del Trabajo del Senado, la legisladora tiene su posición clara.

En entrevista con  El Día Radio  reconoció que leído el titular, “parece atractiva  como es la consideración a la familia   y la inclusión  de la discapacidad. Pero, son  temas que  debemos abordar  en la perspectiva de que está cambiando el mercado del trabajo. Tenemos la robotización y la informatización. Viene un mundo distinto, la digitalización  el trabajo a distancia, por lo que tenemos que preocuparnos cómo, desde la ley nos hacemos cargo”.

-¿Reconoce que sería  necesario darle una vuelta al proyecto de ley por el momento que viven los trabajos?

“Así es, es importante el debate y que nos permita colocar en el centro  a los seres humanos, trabajadores y trabajadoras y no que la modernización adapte la vida de las personas a intereses que son muy loables, como es el área productiva de las empresas que tienen que producir, capitalizar, pero lo peor sería que el ser humano  desaparezca en este proceso y eso es lo que me da temor y avanzar a una mayor precarización aún de lo que está precarizado el trabajo. Es por ello que la propuesta la estamos viendo con detalle”.

Abrirse al diálogo

-En el caso de Reforma Tributaria a la oposición se le acusó de tener  una mirada sesgada, ¿en  este caso sí están consciente que se debe conversar?

“Todos los temas se tienen que conversar, pero por cierto, como oposición, tenemos la mirada de país de sociedad   distinta a la que posee el Gobierno del Presidente Piñera. No podemos ser acusado de sesgados, obstruccionista  o antipatriota por querer plantear nuestra posición. Nadie se niega a la flexibilidad, pero como accedemos a ella ese es el tema. Tampoco podría acusar al Gobierno del Presidente Piñera  que enterró el 2018  los tres proyectos de Reforma Previsional que presentó la Presidenta Michelle Bachelet  que son  de cambios de fondo al sistema indigno que tenemos de pensiones. Lo enterró porque tiene una mirada social y económica distinta. A nosotros nos sucede lo mismo, nadie  se opone a las ideas, el tema es cómo nos hacemos cargo”.

La senadora Muñoz reconoce que esta propuesta abre la puerta, “para dejar fuera  a los sindicatos”.

-¿Cuál sería  la letra  chica que el gobierno no quiere develar?

“Como todos los proyectos que ha presentado el Gobierno del Presidente Piñera son de buenos títulos, pero cuando uno va a la letra chica se encuentra con situaciones complejas. Por ejemplo, para la adaptabilidad el Gobierno propone que si no hay sindicatos en la empresa tendría  que concurrir el 50 % de los trabajadores para un pacto de adaptabilidad y el 75 % para flexibilización de la jornada. Si eso no ocurre, se impone lo que plantea la propuesta y el empleador irá trabajador por trabajador para definir si pacta la jornada en dos días  y si un trabajador dice sí, valdrá para todos los trabajadores  y si   no quieren,  el  que posee el sartén por el mango en la negociación  individual es  el empleador y si al trabajador le gusta bien, de lo contrario se va.  Por eso, decimos no nos oponemos a la flexibilización, pero que se haga con los sindicatos porque es el organismo que puede reequilibrar la balanza entre empleador y trabajador”.

Sesgo ideológico

-¿Bajo esa lógica la ley no  alentaría a una mayor sindicalización?

“Esa es la línea por la cual deberíamos avanzar,  por qué el Gobierno y los empresarios le tienen miedo a los sindicatos. Nosotros no le tenemos miedo a flexibilizar, pero ya el Presidente se colocó el parche antes de la herida y cuando interviene dice,  ‘ya saldrá la oposición diciendo que esto precariza el trabajo’,  pero eso lo decimos en la medida que se advierte que se diluye la fuerza del trabajador para negociar. Hay sesgo ideológico en los empresarios chilenos que no lo tienen los empresarios de otros países en relación a los sindicatos, como que el sindicato es el demonio, el comunismo, la Unión Soviética, Rusia y ese sesgo también  perjudica a la empresa”.

-¿Cómo está planteada la Reforma Laboral  coloca en riesgo la fuerza laboral?

“Está cada vez más debilitada la creación  de trabajo en el país, en nuestra región vanos por sobre el 10 % de desempleo. Hay que mirar qué pasa y ver cuál será el impacto de estas normas en la posibilidad de generación de empleo en el mundo de la robotización, porque a lo mejor las horas extras serán hechas por robots. La conciliación  de la familia creo que no se logra con el tema de los domingos por ejemplo.  Hoy son dos domingos al mes obligatorio, con esta ley se mantiene, pero se juntan. Es por ello que hay que revisar muy bien lo que plantea el Gobierno y a lo mejor hay una buena intención, pero el impacto que tendrá no es positivo. Por ejemplo, en el acoso laboral o sexual el empleador podrá contratar empresas externas para realizar la investigación. Se saca el bulto de la espalda de situaciones complejas que ocurren”.

-Y con ello no se fortalecen los protocolos…

“Con  la diputada Ximena Vidal presentamos el proyecto que castiga el acoso laboral hace 15 años y aún se advierte el dolor de hombres y mujeres de cómo son tratados por sus  empleadores. El maltrato que hay a nivel privado y nivel público es grande, no se salve nadie, los ministerios o servicios público”.  

-¿Le llama la atención que  también se incluya a los adultos mayores, quienes ya no deberían estar en el ámbito laboral?

“Eso tapa la miseria en que están viviendo muchos adultos mayores en nuestro país. Si una persona de 75 años aún se trata de mantener en su empleo es porque se aferra a su ingreso porque sabe que saliendo de ahí va a la miseria”.

El costo de la robotización

-¿En materia  de avance en la flexibilidad laboral está de acuerdo con que se legalice plataformas como Uber?

“Sí, mientras más tendamos a formalizar está bien. Hay que ver en quien  recae esa formalización, en la medida que se avance en resguardar el derecho colectivo de los trabajadores está bien, porque el mercado del trabajo es muy complejo. Antes no teníamos Uber ni  la compra en  línea, hay mucha robotización en los supermercados”.

 

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