Proyecto busca aumentar la disponibilidad de agua rellenando acuíferos de la zona

Ante la grave sequía que afecta a la zona  y que ha implicado una escasez hídrica cada vez mayor para generar cultivos, las autoridades están explorando nuevas soluciones para combatir esta situación. En este contexto ha surgido un innovador proyecto que se está implementando en el sector de Pan de Azúcar, Coquimbo.

El proyecto GIRAgua busca recargar de forma artificial los acuíferos del lugar, esto en el contexto de un convenio entre Chile y los Países Bajos.

La iniciativa es pionera en el país y establece esta alianza público-privada, en la que participan diversos actores, como la Corporación de Desarrollo Productivo CRDP, el Ministerio de Obras Públicas, la junta de vigilancia del río Elqui y la Universidad Católica del Norte.

Al respecto, el Intendente de Coquimbo, Pablo Herman, sostuvo que “la situación hídrica en la región es crítica. Se requiere no solo ejecutar nuevas estrategias, sino que además contar con todos los elementos que nos permitan mejorar los estándares del uso del agua. El proyecto presenta una interesante propuesta para cuidar nuestra agua, entendiendo que para el futuro se visualiza utilizar el agua subterránea”.

Para implementar esta idea, se cuenta con la asesoría técnica de los Países Bajos, los que tienen amplia experiencia en la reutilización de aguas.

Harman Idema, Embajador del Reino de los Países Bajos en Chile, remarcó que “acá también hay un problema de buen uso de agua disponible. Se debe usar bien. Creo que este proyecto de recargar los acuíferos es una manera para conservar los recursos. Nosotros tenemos la experiencia de gestión integrada, no sólo con tecnología, también aplicando gobernanza, incluyendo a los usuarios, los consumidores y las empresas”.

Actualmente, la propuesta está en una etapa de diseño de ingeniería para determinar puntos y mecanismos de relleno de acuíferos de la cuenca de Elqui. En esta línea, Manuel Schneider, gerente de la CRDP, explicó que “existen diversas alternativas que estamos evaluando. Puede ser a través de los excedentes de agua que hay y la otra alternativa es movilizar agua, por ejemplo, la que se bota al mar desde la empresa sanitaria, o bien reutilizar aquella que se ocupe en la construcción del paso bajo nivel en la Ruta 5”.

Sin embargo, dentro del diagnóstico que realizaron los equipos técnicos, existen dos puntos previamente estudiados, como propuestas para recargar: Elqui Bajo y Pan de Azúcar.

Para Gonzalo Valenzuela, hidrogeólogo  de la empresa Hellema, quienes desarrollarán la iniciativa,  el trabajo que realizan es un proyecto piloto de un pozo de alrededor de 100 metros para poder caracterizar  el acuífero.

“Se sacan muestra del terreno y se hacen unas pruebas hidráulicas una vez que se va perforando. Con estos vamos calibrando el modelo conceptual y matemático del acuífero de Pan de azúcar. En base a los resultados uno observa cuál es la mejor zona para inyectar el agua”, manifiesta el hodrogeólogo

Valenzuela sostiene que es como tener un embalse bajo tierra. “Este es el primer proyecto de estas características en la zona, en Europa es normal hacer estas recargas. A diferencia del embalse superficial no se pierden áreas que ocupa el agua, que muchas veces es productiva o existen  daños ambientales o se debe trasladar a la comunidad al inundar”, indica.

El profesional de la empresa Hellema  indica que se debe visualizar la capacidad que tiene el acuífero para soportar  cierta cantidad de agua.

“El agua será el remanente que llegue  desde el Valle de Elqui, antes que se pierda es poder captarla e inyectarla por algún canal hasta Pan de Azúcar” señala Valenzuela.

El profesor Ernesto Cortés, de la Escuela de Prevención de Riesgos y Medio Ambiente de la Universidad Católica del Norte, indicó que el acuífero de Elqui Bajo recibe agua y está en buen nivel, mientras que Pan de Azúcar está en nivel crítico.

“Si bien se dispone de información y estudios hidrogeológicos, tenemos que hacer un diseño de acuerdo a las características de estos acuíferos. Son dos sitios de mucho uso e impacto social y económico en la cuenca del Río Elqui, como el consumo humano y uso agrícola”, puntualizó el académico.

De esta manera, se espera resolver los desafíos sobre el recurso hídrico existente, aprovechando la cooperación con los Países Bajos, fortaleciendo la cultura hídrica y desarrollando acciones que vayan en la línea de una mejor gestión del agua y garantizando el consumo humano, especialmente, en los sistemas de Agua Potable Rural (APR).

Este plan también está siendo observado por otros organismos, como la DGA, con el objetivo de replicar la iniciativa en otras regiones del país.