• En el sitio arqueológico emplazado al norte de La Serena se pudo encontrar gran cantidad de evidencia de esta cultura que ahora se convierte en un valioso material para investigar sus orígenes.
    En el sitio arqueológico emplazado al norte de La Serena se pudo encontrar gran cantidad de evidencia de esta cultura que ahora se convierte en un valioso material para investigar sus orígenes.
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
La rica evidencia arqueológica que aporta este lugar llevó a que un equipo del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Universidad de Chile desarrolle una investigación por los próximos 4 años que podría entregar valiosos antecedentes hasta ahora desconocidos de los orígenes de esta cultura que habitó la zona.

En julio de 2015 y mientras se realizaban los trabajos de construcción de la doble vía que conectaría a La Serena con Vallenar en la Ruta 5, 4 kilómetros al norte de La Serena surgió el sitio arqueológico El Olivar, considerado uno de los hallazgos precolombinos más importantes que se han hecho en Sudamérica en los últimos años.

Con posterioridad y dada su relevancia, en el sitio trabajaron más de 70 profesionales entre arqueólogos, antropólogos y conservadores, que lograron el rescate de más de 200 cuerpos humanos. Lo interesante es que, por primera vez en la historia de la región, éste lugar reunía en un solo lugar evidencia de nuestras culturas ancestrales Molle, Ánima,  Diaguita y Diaguita Inca. Los hallazgos anteriores en la zona se limitaban solo a cementerios, sin embargo, en esta oportunidad también se puede observar rasgos habitacionales.

Tal es así que los estudios preliminares realizados por estos especialistas han arrojado datos nunca antes conocidos sobre la forma de vida y aspectos cotidianos de estas culturas: que se dedicaban a la pesca, que trabajaban con metales, que tenían jerarquías y, por supuesto, que contaban con un acabado conocimiento en geometría, el que plasmaban en el trabajo de alfarería que siempre los ha hecho reconocidos.

 

A los cuerpos encontrados se les extraerá ADN. Para ello, se tomarán muestras de alrededor de 50 piezas. Se espera tener suficiente ADN para ser secuenciado a nivel genómico completo de unas 10 muestras en distintas etapas. FOTO LAUTARO CARMONA

 

Proyecto inédito

Pero ahora, toda la rica evidencia arqueológica que aporta El Olivar permitirá a los científicos ir mucho más allá, ya que un equipo del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Universidad de Chile comenzará a realizar un trabajo para secuenciar el ADN de los Diaguitas, con el objeto de determinar su origen.

Ricardo Verdugo, investigador de la Iniciativa ChileGenómico y miembro del Programa de Genética Humana del Instituto de Ciencias Biológicas de la U. de Chile, entidad que lleva años trabajando en la diversidad genética de la población chilena, cuenta que la iniciativa surgió ante una inquietud que manifestaron comunidades Diaguitas de la Región de Atacama. “Ellos querían conocer más sobre sus ancestros, su origen, ver qué relación tenían con el territorio donde habitaban, hace cuánto tiempo pueden haber estado acá y cómo se vinculaban ellos con los Diaguitas que existían aquí antes de la llegada de los españoles”, explica.

“De los Diaguitas no hay ningún estudio de este tipo, entonces es la primera vez que vamos a analizar el genoma de esta población”, Ricardo Verdugo, Investigador de ChileGenómico quien lidera la iniciativa

Con estas interrogantes, se pusieron en contacto con Paola González, quien lideró las excavaciones que se realizaron en El Olivar. “Ella se entusiasmó con la idea y elaboramos un proyecto que fue recientemente aprobado por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) con financiamiento para los próximos 4 años”, puntualiza.

Hasta ahora en Chile en general hay muy poca información de los pueblos originarios. Éste grupo de genetistas ha realizado investigaciones sobre los Huilliches, Pehuenches, Yamanes y Kawésqar “pero efectivamente Diaguita no hay ningún estudio a este nivel, entonces es la primera vez que vamos a analizar el genoma de esta población”, declara Ricardo Verdugo. Por eso es la investigación se vuelve tan relevante.

Según el profesional, el proyecto tiene principalmente 3 objetivos. El primero de ellos será el extraer ADN de los restos rescatados de El Olivar. Para ello, se tomarán muestras de alrededor de 50 piezas “de las cuáles esperamos tener suficiente ADN para ser secuenciado a nivel genómico completo de unas 10 muestras, ojalá en distintas etapas”.

El especialista dice que se cree que el sitio El Olivar fue ocupado por alrededor de 700 u 800 años “entonces tenemos ese nivel de profundidad temporal como para poder estudiar continuidad genética a lo largo de esos años”. Continuidad genética, explica, quiere decir si es la misma población la que siempre ocupó este lugar o si hubo cambios poblacionales o mezclas con otros grupos, por ejemplo, los Incas, que también llegaron a colonizar este territorio.

4 Años durará la investigación que realizará el Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Universidad de Chile

“Toda esa historia de continuidad genética o diversificación genética o mezcla es lo que vamos a estudiar con los restos de El Olivar y eso comprende un periodo de alrededor de 700 años d.C hasta 1.500, que es cuando llegan los españoles”.

Una segunda etapa consistirá en hacer un llamado a las comunidades Diaguitas actuales de las regiones de Atacama y Coquimbo para hacer un muestreo de su ADN “estudiar las variantes genéticas que estas poblaciones tengan y luego compararlas con las muestras recuperadas del sitio El Olivar para ver si nuevamente existe continuidad con los grupos que son actuales”.

 

¿Su origen es argentino o se trata de un pueblo autóctono?

Desde siempre se ha pensado que los Diaguitas que habitaron la zona provenían de un pueblo del mismo nombre que habitaba en el noroeste argentino. De hecho, Paola González, experta en la cultura Diaguita manifiesta que el arqueólogo e investigador Ricardo Latcham lo afirmó a principios del siglo XX. “Él encontró que lo que se veía en el norte chico era semejante a los Diaguitas argentinos, pero nunca hubo una constatación tan fundamentada, incluso nuestro análisis (en El Olivar) y los de los otros especialistas han demostrado que hay bastante diferencias entre la cultura material y las prácticas mortuorias entre ambos”, puntualiza.

Esta es una de las preguntas que podrán ser respondidas por este proyecto, pues según cuenta Ricardo Verdugo podrán hacer este análisis con la colaboración que obtendrán de grupos del noroeste Argentino. “Dada la similitud en la iconografía, en la alfarería que tenían, se pensó que los pueblos chilenos eran descendientes de los Diaguitas de los valles Calchaquíes y esa es una de las hipótesis que vamos a poner a prueba en el proyecto”.

Lo interesante, agrega, es que van a tener muestras de Ánima, de Diaguitas precolombinos y de los valles Calchaquíes y también de Incas del Perú, Coya, Aymara y mapuche. “Con todas esas referencias vamos a poder establecer cuál modelo es el más probable, dado los datos genéticos”, precisó.

 

Se suma al trabajo de los arqueólogos

Cabe destacar que este estudio nace de forma independiente al trabajo que vienen realizando los arqueólogos que hicieron el rescate en El Olivar. No obstante, Paola González manifiesta que “es bastante complementario, porque nosotros en nuestro plan de trabajo queríamos abordar el tema del ADN, de la reconstrucción del perfil genético de las poblaciones”.

Lo importante, enfatiza, es que con estos fondos estatales se va a poder profundizar “en una arista que nosotros habíamos esperado abordar, pero que no teníamos ni los medios ni la capacidad humana para darle la profundidad que le puede dar este equipo. Es como unir fuerzas para comprender mejor todo el fenómeno del pueblo Diaguita en su globalidad”, indica.

Desde el punto de vista histórico, dice la profesional, existe un gran vacío, porque se tiene claridad del perfil genético de las poblaciones del norte grande, de los Aymaras, los Quechuas, de la zona mapuche y al extremo sur. “Pero en el norte chico existe una verdadera incógnita y sería la primera investigación que aborda un estudio de ADN”.

“Es una arista que nosotros habíamos esperado abordar, pero que no teníamos ni los medios ni la capacidad humana para darle la profundidad que le puede dar este equipo”, Paola González, arqueóloga jefe de la investigación en El Olivar

En este sentido, agrega que “es sumamente interesante, porque se mete de lleno a todas las problemáticas que actualmente está sugiriendo registro arqueológico, principalmente en base a los resultados de El Olivar, pero también grandes preguntas que tenía la arqueología, como por ejemplo el origen de los Diaguitas”.

Además dice, va a dar luces de algo que ellos como investigadores de El Olivar han venido sosteniendo y es que la cultura Ánimas no es un grupo distinto, sino que forma parte del origen de los Diaguitas. “Nosotros lo hemos visto a nivel de material, que las prácticas mortuorias están prácticamente coexistiendo, lo que se entendía por cultura Ánima con entierros Diaguitas, las vasijas también se traslapan en distintos periodos. Entonces, esto también va a aportar a esa gran interrogante, si son o no Los Ánimas el origen de los Diaguitas y también cuál es el origen de los Animas”, resaltó González.

 

El estado de conservación en que se han encontrado los cuerpos en El Olivar es algo que ha llamado la atención de los investigadores y que servirá para desarrollar de mejor forma los análisis. FOTO LAUTARO CARMONA
 

El estado de la investigación de El Olivar

Como ya se ha dicho, el trabajo que realizarán los genetistas de la Universidad de Chile es independiente del que iniciaron los expertos que trabajaron en las labores de rescate de El Olivar, que también incluían estudios de ADN, además de análisis de isótopo, antropología física, fechado radiocarbónico, los que culminarán en un libro que quedará como herencia para las generaciones venideras.

Cabe destacar que una vez que terminaron con el trabajo en terreno, el material obtenido fue trasladado a Santiago para estos fines.

Respecto a los avances que se registran en esta materia, la arqueóloga Paola González detalla que ya el año pasado habían hecho entrega del informe ejecutivo de los rescates “y ahora estamos entregando el informe final de los sondeos arqueológicos, estos 452 pozos que se realizaron para caracterizar el área y ahora ya tenemos los informes finales de los distintos especialistas”.

214, cuerpos fueron rescatados del sitio El Olivar.

Los resultados, indica, han sido muy interesantes “porque ya te sales un poco de lo que son los cementerios y estamos incorporando información muy valiosa del área habitacional, porque en esa área que quedó protegida no solamente habían cementerios, sino que también conchales, rasgos habitacionales. A pesar de que el pozo de sondeo es un pequeño periscopio no más del área, porque no es una excavación extensiva, sí nos ha dado interesantes antecedentes”.

En el ámbito arqueofaunístico, por ejemplo, se han identificado una serie de especies que estaban siendo consumidas por los Diaguitas, por ejemplo, gran variedad de peces como jurel, merluza, pejesapo. “También descubrimos que habían llamas y guanacos. Hay un tipo de camélido más pequeño y estaba en proceso de crianza, no sabemos todavía si totalmente domesticado”, detalla.

Por otra parte, la investigadora insiste en que se hicieron bastantes análisis “que no hacen sino comprobar que hay un continuo entre lo Diaguita y lo Ánima. En la cerámica, en cada punto donde estaban asentados los Diaguitas tienen abajo asentamientos Ánima. Entonces, la evidencia de la parte habitacional está también corroborando conclusiones que nosotros habíamos visto a nivel de los cementerios únicamente”.

Lo que procede ahora, explica, es que el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) de la autorización para analizar los materiales propiamente tal del rescate. “Eso contempla radiocarbono, isótopo y todo en análisis ya más pormenorizado de la cerámica, que en este caso son muchísimas piezas completas, todavía queda investigación para rato con el proyecto de la carretera propiamente tal”, agrega.

Respecto de qué entidad se hará cargo de financiar los estudios, la profesional dice que no maneja mayores detalles “pero lo que yo entiendo es que va a ser el ministerio de Obras Públicas el que va a llevar hasta el final los estudios que están aún pendientes del material de rescate”.

“El Olivar fue ocupado por alrededor de 700 u 800 años entonces tenemos ese nivel de profundidad temporal como para poder estudiar continuidad genética a lo largo de esos años”, Ricardo Verdugo, Investigador de ChileGenómico quien lidera la iniciativa

Por eso, dice, el lugar de depósito de toda la colección en esta etapa va a ser el Museo Nacional de Historia Natural. “Ellos (MOP) van a firmar un convenio para que el museo habilite un área de análisis y de depósito y ahí van a estar mientras se estén analizando”.

En cuanto al depósito definitivo de la colección, lo que se ha anunciado es que el Gobierno Regional está desarrollando un proyecto para su construcción en alguna zona de la región, dado que por la magnitud del material no es posible albergarlo en el museo Arqueológico de La Serena.

Respecto al plazo en que se extenderán los estudios, Gonzáles afirma que por el volumen podría tardar un par de años. “Ahora viene toda una conversación con el CMN respecto a cuánto se va a analizar, porque a veces ellos aceptan un porcentaje y no la totalidad, pero ese es un tema que todavía no se aborda y se debe definir para ver cuando comenzamos”, puntualizó. 3701iR

 

Durante meses un equipo de investigadores entre  arqueólogos, antropólogos físicos y conservadores trabajó en el sitio. Ahora los análisis continuarán en Santiago. FOTO LAUTARO CARMONA

 

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