• Según el Servicio de Salud, se entregaron 475 píldoras en centros de atención pública. Destacando que la gran mayoría de las personas que las adquirieron pertenecían al grupo etario de 20-24 y 25-29 años de edad.
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Andrea Cantillanes
Según el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (Deis) del Ministerio de Salud (Minsal), el año pasado se entregaron 20.437 pastillas en consultorios y servicios de urgencia en el país. De ellas, 6.343 fueron solicitadas por adolescentes menores de edad y 630 por menores de 14 años. Estas cifras concluyen que a nivel nacional el promedio es mayor que al regional sobre los menores que la consumen.

Desde 2010, la ley establece en Chile el derecho a la adquisición de dicho medicamento sin discriminación de todas las personas que requieran regulación de fertilidad sin hacer distinciones de edad o sexo.

De acuerdo a las estadísticas del Minsal entregadas el pasado miércoles, en 2017 se entregaron 20.437 pastillas “del día después” en el sistema público a nivel nacional, de las cuales casi un tercio fueron adquiridas por menores de edad.

En el caso de la Región de Coquimbo, según el respectivo Servicio de Salud, se entregaron 475 píldoras en centros de atención pública. Destacando que la gran mayoría de las personas que las adquirieron pertenecían al grupo etario de 20-24 y 25-29 años de edad.

Ernesto Jorquera, director del Servicio de Salud de la región, aclara que han habido muy pocos casos en que las usuarias tienen menos de 14 años y que tan sólo el 25% de las que la solicitan son menores de edad “por lo que estamos bajo la media nacional”.  Esto, considerando que el promedio a nivel país en cuanto a las personas que tienen menos de 18 años que recurren a este método anticonceptivo concierne al 33,3%.   

¿MÉTODO ABORTIVO O ANTICONCEPTIVO?

El director rescata que bajo ningún caso es un medicamento abortivo, esto “porque se ingiere antes que haya ocurrido la concepción, inhibiendo la posibilidad de fertilización”. Por lo que en este sentido, actúa preventivamente sobre la situación de embarazo.

25% de las personas de la región que solicita la píldora es menor de edad. Siendo esta una cifra menor que la nacional (33,3%).

Jorquera agrega que en su momento respectivo, la mayor preocupación era disminuir los embarazos no deseados o por la falla de los métodos tradicionales de anti concepción “para evitar una serie de consecuencias indeseadas como abortos, sobre todo en la población más joven”.

“No es un método abortivo porque se ingiere antes que haya ocurrido la concepción, inhibiendo la posibilidad de fertilización” –Ernesto Jorquera, director del Servicio de Salud.

Alejandro García, seremi de Salud, considera que “hay que usar los conceptos adecuados”. Aclara que se trata de un anticonceptivo de emergencia, ejemplificando que se ingieren sólo en el caso que a una mujer se le haya olvidado tomar su pastilla tradicional o que al hombre no le haya funcionado debidamente el preservativo.

“Por lo tanto es una pastilla que está solamente en la emergencia, no es un método para abortar, que son cosas muy distintas”.

PREOCUPA LA DESINFORMACIÓN SEXUAL

Al seremi no le preocupa la ingesta del medicamento en la población joven, pero lo que si le urge es “la abundante desinformación en la comunidad”.

“Más que una preocupación por la solicitud de las pastillas, esta radica en la desinformación y en la falta de educación” –Alejandro García, seremi de Salud.

García categóricamente señala que hay que vencer las barreras que imposibilita la temprana educación sexual, manifestando que “hay que hablar directamente con nuestros niños sobre sexualidad con una mentalidad abierta y directa”, para que así la población también esté más informada.

El encargado regional de la cartera de salud subraya que a los niños no se les habla sobre los riesgos y que por ello “las enfermedades de transmisión sexual (ETS) han aumentado”. Agregando que cada persona es responsable de su propia salud, por lo que hay que informar respecto a los riesgos y consecuencias de mantener una vida sexual activa.

“Más que una preocupación por la solicitud de las pastillas, esta radica en la desinformación y en la falta de educación”, sentencia el seremi. 6401IR

CONSIDERACIONES

El medicamento recibe distintos nombres, entre ellos la “pastilla del día después”, píldora abortiva, anticonceptivo de emergencia, o según su nombre químico, Levonorgestrel.

Su función es evitar la ovulación y fertilización si la relación sexual ha tenido lugar en la fase preovulatoria.

Se administra vía oral y se debe usar dentro de las 72 horas posteriores a haber mantenido relaciones sexuales sin protección o al fallo del método anticonceptivo que se utilice.

Entre las reacciones adversas de su consumo está el sangrado no relacionado con la menstruación y su retraso por más de siete días, hemorragia irregular y manchado, dolor uterino, de cabeza y epigástrico, náuseas, diarrea, vómito, fatiga, aumento de la sensibilidad mamaria y excesivo cansancio.

* Cualquier persona que crea que esté embarazada y quiera recurrir a la pastilla puede acudir a cualquier centro de salud, contar su situación y solicitar la píldora, la que se entrega gratuitamente. A la persona se le suministra la información pertinente y se le sugiere que consulte con matronas para la asesoría respectiva y para el buen manejo de la salud reproductiva.

 

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