Por: Johana Fernández y José Huerta
El color rosado se toma octubre en espacios publicitarios, medios de comunicación y redes sociales para celebrar el Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama y crear conciencia sobre esta enfermedad por la que mueren anualmente cerca de 1.400 personas en el país. En la Región de Coquimbo se posiciona como la segunda causa de muerte por cáncer –solo por detrás del gástrico-, aunque sí es la primera causa entre las mujeres.
Si bien sigue siendo un padecimiento de alto riesgo con significativas implicaciones a nivel físico y psicológico, los especialistas aseguran que este tipo de cáncer es tratable y ya no es considerada una enfermedad crónica gracias a los avances médicos actuales.
Además, su tratamiento está garantizado por ley a través del GES (Garantías Explícitas en Salud), desde el ciclo inicial, hasta las etapas avanzadas de la enfermedad.
Para conocer la realidad del cáncer de mama a nivel local, El Día conversó con el equipo médico de la Unidad de Oncología Regional del Hospital de La Serena que ofreció detalles sobre su labor diaria para atender a las pacientes de manera integral, las dificultades que deben sortear y los proyectos que tienen sobre la mesa para optimizar el servicio.
EN CIFRAS
Marvila Intriago, encargada de Oncología Regional del Servicio de Salud de Coquimbo, precisa que la incidencia de cáncer de mama en la región es de aproximadamente 158,4 por cada 100 mil habitantes, una tasa que está por debajo de la estimada a nivel nacional, que se ubica en 174 casos por cada 100 mil habitantes.
Entre los años 2005 al 2016 se registraron 2.200 casos de cáncer de mama en la región, y en lo que va de año hay 98 casos confirmados, de 240 sospechosos.
En este contexto, Intriago asegura que la red de salud pública regional ofrece prestaciones desde la sospecha (en centros de atención primaria), la confirmación de diagnóstico (en centros de nivel secundario), y tratamientos como la quimioterapia, radioterapia y hormonoterapia (en centros de nivel terciario).
“En la región son cuatro los establecimientos que cuentan con prestaciones más avanzadas y son los hospitales de Illapel, Ovalle, La Serena y Coquimbo. De éstos, los tres últimos tienen unidad de patología mamaria, aunque la verdad es que el mayor porcentaje de pacientes se concentra en el Hospital de La Serena porque es el polo de desarrollo en la región”, acota.
También indica que, aunque existe una alta demanda de consultas y atenciones en la Unidad de Oncología regional, los pacientes con cáncer de mama tienen prioridad porque están garantizados por el GES y existen plazos que cumplir.
“Desde la sospecha hasta la confirmación de diagnóstico histológico son 45 días; desde el diagnóstico tenemos un mes para determinar el tratamiento; 20 días más para el empezar el tratamiento y 30 días para operar al paciente en caso que lo amerite”, complementa Tatiana Danilova, encargada de la unidad de patología mamaria.
Asimismo indicaron que todos los casos son estudiados por un comité multidisciplinario que discute los pasos a seguir y que se dedica a planificar todas las terapias de tratamiento.
“Si los pacientes requieren radioterapia son trasladados a la macro-región que está ubicada en el Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, porque nosotros no tenemos dicha unidad acá, esa es la dificultad que tenemos”, agrega Marvila Intriago.
El equipo oncológico del Hospital de La Serena, acompañados de la encargada de Oncología Regional del Servicio de Salud Coquimbo, Marvila Intriago (tercera de izquierda a derecha), junto con algunas pacientes oncológicas. Foto: Cedida / Ruth Casanga
NECESIDADES Y PROYECTOS
Además del servicio de radioterapia que se requiere para atender a los pacientes de la zona sin necesidad de traslado a otras regiones, el equipo médico manifiesta que sería ideal tener una unidad de patología mamaria más grande para abarcar otras localidades.
“Al Hospital de La Serena llegan la mayoría de pacientes de la región, incluso algunos de Los Vilos, Salamanca y otras comunidades más lejanas a tratarse. La idea es poder coordinar mejor la derivación, tratamiento y seguimiento de casos (…) también faltan más especialistas, en este caso más cirujanos, porque no solo nos encargamos de operar a pacientes con cáncer de mama, sino a pacientes con otras enfermedades”, expresa Danilova.
Sobre los proyectos planteados para optimizar la atención, Marvila Intriago detalla que el equipo médico está trabajando en una propuesta sobre la instalación de una unidad de radioterapia y medicina nuclear en la región, que será presentada al Ministerio de Salud.
“La idea es firmar una macro zona con la región de Atacama y la Región de Coquimbo y que podamos ofrecer las sesiones de radioterapia. El objetivo sería instalar esta unidad en un plazo de tres a cinco años”, revela.
ACOMPAÑAMIENTO
Por su parte Luisa Morales, encargada de la Unidad de Oncología del Hospital de La Serena, aclara que el equipo no solo está detrás de un proceso de tratamiento, sino acompañando la recuperación de los pacientes.
“Hasta las personal del equipo administrativo está dedicados a acompañar en este proceso de enfermedad. Como yo les digo, este es un matrimonio para siempre, porque ellos deben venir a sus controles, así sea una vez al año. Lo importante es lo que nos deja esta enfermedad como oportunidad, una nueva mirada como mujer, no solamente se transforma el paciente, sino también nos transformamos nosotros”, reconoce.
En esta misma línea, Tatiana Dilonova comenta que siempre es un desafío ser los primeros en enfrentar a los pacientes y decirles el diagnóstico, aunque después de todo el proceso de tratamiento, vuelven a recibir a los mismos pacientes en control por el resto de su vida.
“Este también se convierte en un trabajo psicológico, aunque mi mensaje para las pacientes que con tantos avances, ahora el cáncer de mama es tratable, ya no es como una enfermedad crónica”, afirma.
Finalmente, Francisco López, psicólogo de Cuidados Paliativos del Hospital de La Serena, expresa que el cáncer de mama, a diferencia de otras enfermedades de este tipo, tiene atención psicológica desde el momento de diagnóstico.
“Tiene un proceso psicoterapéutico desde el inicio hasta en la etapa de seguimiento, además las mujeres con cáncer de mama son las que mejor tiene adherencia tienen al tratamiento, es el mayor grupo de pacientes que yo veo”, destaca.
DETECCIÓN TEMPRANA
Haylyn Sarría, Encargada Programa de Salud de la Mujer de la Seremi de Salud Coquimbo, habla sobre la importancia de informar a la población y además entregar algunas recomendaciones a las mujeres, ya que la detección temprana es fundamental.
“El trabajo se basa en la educación e información de la población, se realizan constantemente campañas en las comunas de la zona, para concientizar ante esta enfermedad. Pero además, también se le entregan recomendaciones a las mujeres, sobre todo de 40 años hacia arriba, para reconocer de manera temprana este cáncer y para ello es fundamental el autocuidado y autoconocimiento del cuerpo”, agregó.
La profesional enumera los síntomas o señales a los que las mujeres deben estar alerta para detectar tempranamente un cáncer.
“Este cáncer se presenta generalmente en mujeres de edades avanzadas, sin embargo, se presenta con más fuerza en mujeres más jóvenes, por eso es fundamental la detección temprana. Para ello recomendamos a las mujeres a realizarse el autoexamen mamario mensualmente, información que está disponible paso a paso en la página del Minsal y además está la información de los signos o síntomas de un posible cáncer, los que son pérdida de la simetría en los pechos, salida de algún líquido desde los pezones que antes no salía, la presencia de algún bulto extraño o cambia la textura de la mama, a las que cada mujer debe estar atenta para acudir de inmediato a algún profesional”, añade
En caso de la presencia de alguno de estos síntomas, Sarría insiste en que se debe acudir a un profesional de manera inmediata para un diagnóstico oportuno.
“Las personas que tengan alguno de estos síntomas pueden acudir al consultorio, para ser atendidos por alguna matrona o a una consulta particular de algún ginecólogo (…) La recomendación es acudir de manera oportuna a la atención de un especialista, ya que esta enfermedad es uno de los cáncer más agresivos”, apunta.
Finalmente en relación a los factores de riesgo, la profesional explica que es fundamental estar atento a algunos antecedentes.
“Generalmente este cáncer afecta a mujeres mayores de 50 años, pero también puede afectar a más jóvenes. La obesidad o el sobrepeso, antecedentes de cáncer de mamas en la línea directa femenina familiar, no embarazarse o ser madre después de los 30 años, menstruación temprana, entre otros. Por eso lo fundamental es tener una buena alimentación y un autoconocimiento importante del cuerpo”, concluye.