Denuncian brote de Covid y falta de protocolos en hogar de ancianos de Las Compañías

Por: Juan Carlos Pizarro y Diego Guerrero

La denuncia de una extrabajadora del Eleam de Las Compañías puso bajo la lupa las medidas que se han tomado para prevenir contagios en el establecimiento de larga estadía de adultos mayores. La mujer, que fue desvinculada a días de terminar su aislamiento, alertó una serie de irregularidades que habrían llevado a generar un brote de Covid-19, que recientemente cobró la vida de una residente.

Una adulta mayor perdió la batalla contra el coronavirus tras ser internada por el contagio que complicó su estado de salud y actualmente existiría otro usuario hospitalizado. Los protocolos no pudieron contra la pandemia, que llegó hasta el interior del recinto a través del contagio de un guardia, que también fue alejado de sus funciones y cuyo caso sigue generando suspicacias entre cuidadoras del Eleam, quienes afirman que la administración lo habría obligado a trabajar, algo que él mismo descarta.

A la fecha existen además otras cuatro trabajadoras contagiadas, a las cuales no se les habría renovado contrato. Siguen los contagios al interior del recinto y aún no se aclara del todo lo sucedido en los pocos meses de funcionamiento del recientemente inaugurado establecimiento serenense.

La denuncia

Gabriela Barraza trabajaba como cuidadora hasta el pasado sábado 19 de septiembre. Ese día fue desvinculada por la causal de necesidades de la empresa y actualmente se encuentra iniciando una batalla legal por presunto despido injustificado. La mujer afirma que su salida se dio solo días después de haber denunciado ante Senama una serie de irregularidades que presenció durante su estadía en el centro.

Gabriela entró al Eleam en el mes de abril, cuando aún se preparaba la puesta en marcha del esperado recinto en el sector de Las Compañías. Sin embargo, la ilusión de trabajar en un espacio de primer nivel, en el cual desarrollar su vocación de cuidar a adultos mayores en situación de vulnerabilidad, se fue desvaneciendo a las pocas semanas de ingresar.

“Todo fue cambiando poco a poco, cuando comenzaron a llegar los residentes”, relata. El escenario de la pandemia exigía los más estrictos protocolos, los que a su juicio no se cumplieron. Esta es, para la mujer, la razón detrás del brote y la muerte de la residente, la única hasta el momento. Existía además un segundo adulto mayor fallecido, asegura, pero los exámenes arrojaron resultado negativo y su deceso se relacionó con un paro cardiorrespiratorio.

¿Qué pasó en el Eleam? En primer lugar, comenta, faltaban implementos, incluido el alcohol isopropílico para poder desinfectar. “Todo era medido (…) Nos pasaban tres mascarillas desechables al día. Se entregaron mascarillas N95, pero la administración las tenía guardadas en un escritorio, no sé por qué”, sostiene. 

Sin embargo el escenario se complicó realmente cuando se confirmó el contagio del guardia del recinto. Barraza asegura que la administración sabía del contagio y habría obligado al hombre a trabajar y en sus recorridos por los pasillos del recinto, este habría esparcido el contagio al interior del Eleam. Gabriela también terminó contagiada y a los pocos días de volver de su licencia médica, se digirió a las oficinas de Senama para conversar con el coordinador regional Pablo Elgueta.

La reunión se concretó el 14 de septiembre, “él dijo que lo iba a ver y yo seguí yendo. Tenía mucha información, porque las cuidadoras me escribían” señala. Sin embargo, cinco días después fue notificada de su despido. “Empezaron a indagar quiénes eran las que fueron a denunciar y lo único que supieron era que había sido yo”, sostiene.

Además de ella, existirían cuatro otras cuidadoras despedidas en medio de sus licencias médicas por coronavirus. Gabriela denuncia que “actualmente están todos contagiados en el Eleam” y responsabiliza a la administradora, a quien se refiere como “María José”, nombre con el cual se hace llamar la funcionara, cuyo nombre real es Silvia Díaz.

Contactamos a la administradora  mientras nos movilizamos hasta el Eleam. La funcionaria confirmó su nombre como María José e indicó que no se encontraba en el recinto, por lo que nos pondría en contacto con otro trabajador a cargo. Tras cerca de media hora devolvió el llamado y sostuvo que nadie se referiría a las denuncias, argumentando que se tomarían acciones legales contra quienes se pusieron en contacto con nuestro medio.

Coordinaciones de Senama

El coordinador regional de Senama, Pablo Elgueta, confirmó a El Día que mantuvo reuniones  con la trabajadora denunciante. Afirma que fueron dos encuentros, tras lo cual se generaron coordinaciones con la administración. “Vino para acá (Gabriela) y por supuesto que las puertas de nuestro servicio han estado siempre abiertas para reunirnos y prestar atención de esta denuncia y lo que quieran plantear”, señaló.

Luego de esas reuniones “se conversó e inmediatamente realizamos una reunión con la administración del establecimiento y esto se ha hecho en dos oportunidades”, indicó Elgueta. Los temas a tratar, según el coordinador, fueron “mejorar los canales de comunicación  y la entrega de los EPP (Elementos de protección personal)”.

Reconoce que las autoridades no pueden entrar al establecimiento, porque está en cuarentena, por lo que las supervisiones se hacen “a través de llamados telefónicos y videollamadas en la plataforma zoom”. Sin embargo asegura que se cumple con todos los protocolos en el Eleam.

Según el coordinador, se realiza un “monitoreo diario” a todos los establecimientos de larga estadía y se llega de manera presencial a través de una enfermera que recorre el lugar con una delegada de la administración y no se han encontrado irregularidades. Sobre la administradora, afirma que “La conocen como María José, es la información que yo también tengo, pero se llama Silvia Díaz”, nombre con el cual establece relaciones con Senama.

Eso sí, es categórico al descartar que el guardia contagiado haya sido obligado a trabajar con infección de Covid-19. “Esta persona dio positivo, pero se fue inmediatamente a cuarentena, que es lo que determinó la autoridad sanitaria”.

Versión del guardia

Quisimos conocer la versión del extrabajador en cuestión. En una llamada telefónica accedió a conversar con nosotros, pero con su identidad bajo reserva. Quiere evitar prejuicios y complicaciones que le impidan encontrar trabajo, ya que en medio de su aislamiento fue notificado que no seguiría prestando servicios a la empresa Trasendi, que se adjudicó la administración del Eleam.

El hombre afirma que desde el primer minuto en que advirtió síntomas se le envió a su casa y tras practicar el examen se mantuvo confinado y se siguieron todos los protocolos.

“Si me voy para atrás, no sé cómo me contagié”, sostiene.

El hombre relata que se encontraba tomando la temperatura a las personas que entraban al Eleam cuando notó que había perdido el olfato. “La jefa, María José, me dijo ‘llévese hasta el lápiz y vaya a hacerse el examen’. No tuve contacto con nadie y al turno que estuvo conmigo de noche le informaron sobre el posible Covid y los dejaron en cuarentena”, cuenta.

El trabajador se encontraba en su aislamiento cuando fue notificado de que no continuaría en el Eleam. “Durante mi licencia recibí la carta, el 7 de agosto”, señala.

Piden que se investigue

Nos comunicamos con la encargada de la Oficina del Adulto Mayor de la Municipalidad de La Serena, Alejandra Rojo. La funcionaria confirmó que recientemente supo sobre el brote de coronavirus, pero afirmó que no conoce el funcionamiento del Eleam en medio de la pandemia. Sin embargo, se mostró preocupada ante las denuncias.

“Se debe dar a conocer qué está ocurriendo, cómo se está manejando el tema del Covid y si hay aislamiento o no. Yo creo que es tremendamente importante, porque así se pueden evitar un montón de muertes. Este Eleam es para gente que realmente no tiene a nadie en el mundo y si nosotros no los cuidamos, yo creo que estamos demasiado perdidos”, señaló.

Rojo dijo que en caso de ser ciertas las denuncias, “es gravísimo” y apuntó a que debe haber “una fiscalización constante” por parte de Senama, “sobre todo en tiempos de pandemia y más aún cuando es una empresa nueva (…)Yo creo que hay que investigar qué pasa y por qué -de ser cierto- no se dio a conocer. Tiene que haber una investigación real”, afirmó.

La funcionaria municipal indicó que conversaría con el alcalde Roberto Jacob para dar a conocer el problema y buscar la forma de “evitar nuevas muertes”.