• El combustible es utilizado para abastecer las calderas del recinto, que permiten generar agua caliente y calefacción
    El combustible es utilizado para abastecer las calderas del recinto, que permiten generar agua caliente y calefacción
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Detectives de la PDI detuvieron a un funcionario del recinto que sustraía el producto para comercializarlo en líneas de colectivos, llegando a defraudar un total de 223 millones de pesos. Desde el Servicio de Salud anuncian que iniciarán un sumario interno

Luego de poco más de un mes de investigación la Brigada de Robos de La Serena dejó al descubierto un millonario robo que se estaba perpetrando en el hospital San Pablo de Coquimbo, que según la investigación de la PDI habría generado mermas en recursos fiscales por un total de 223 millones de pesos.

El director del Servicio de Salud, Ernesto Jorquera, explica que hace algunas semanas detectaron el ilícito a través de procedimientos de vigilancia, por lo que decidieron interponer la denuncia ante los organismos pertinentes. “A través de Los sistemas de monitoreo de cámaras que se tienen en el hospital descubrimos que un funcionario estaba sustrayendo petróleo a través de una camioneta de los estanques que tenemos y con el director se tomó la decisión de inmediatamente hacer la denuncia”, planteó la autoridad.

Fue así que a partir del 3 de agosto de este año, la PDI inició un proceso de investigación. Según señala el Subprefecto y Jefe de la Brigada de Robos de La Serena de esta entidad, Guillermo Namor, a través de la muestra representativa que habían tomado a través del análisis financiero de las mermas que existían, se pudo constatar que desde el año 2014 hasta esta fecha el monto de lo sustraído era de 223 millones de pesos.

“Conforme a esta situación nosotros iniciamos un trabajo primeramente para determinar qué personas tenían relación y vinculación directa con funciones ligadas a la distribución, asignación y uso de los combustibles”, dijo.

Se detectó así a un sospechoso al cual se le realizó un seguimiento constante. “Fuimos generando vigilancia y seguimiento a una persona en la vía pública, quien aparece vinculada a este tipo de situaciones y se logra constatar que un funcionario del hospital de Coquimbo que cumplía funciones en estos centros de termocalefacción estaba sustrayendo combustibles en jornada de trabajo, principalmente nocturno”, especifica.

De acuerdo a lo recabado en la investigación, el sujeto salía en su vehículo particular y cargaba normalmente entre 200 y 250 litros de combustible por cada viaje “y podía hacer entre 1, 2 y hasta 3 veces en una noche, lo que le reportaba un monto aproximado de 200 mil pesos por cada vez que cometía este ilícito”, detalla el subprefecto.

Posteriormente, éste lo entregaba a terceros, quienes lo vendían y por cada una de estas acciones él recibía una importante suma de dinero. “Esta acción la venía realizando, conforme a la investigación, desde el año 2014, que es la misma fecha en que los organismos internos del hospital constatan esta vulnerabilidad en las asignaciones de combustible”, dice.

El trabajo de seguimiento y vigilancia que se realizó al individuo se logró determinar que luego de sustraer el producto éste se dirigía a su domicilio en Punta Mira “donde era recepcionado el combustible y este era vendido por terceros a vehículos de la locomoción colectiva”, indica Namor.

Con toda esta evidencia en la mano, la PDI comunicó de la situación al fiscal a cargo de la investigación, Andrés Gálvez, quien determinó que era relevante hacer una detención en situación de flagrancia, siendo apresado el sujeto en la madrugada de este viernes mientras perpetraba el delito. “En horas de la madrugada se logra la detención de esta persona de sexo masculino y dos personas de sexo femenino por el delito de hurto agravado y receptación de especies, poniéndose estas tres personas a disposición del Tribunal de Garantía de Coquimbo por estos delitos y también investigándose la situación de lo sustraído en cuanto a patrimonio y afectación fiscal, porque son dineros del fisco que bordean los 223 millones de pesos”, sostiene el jefe de la brigada de robos.

Tras la detención, la Brigada de Robos recuperó la cantidad de 300 litros de combustible, un automóvil Opel, color blanco y diferentes bidones utilizados en el transporte de los insumos. El Fiscal de Turno determinó que los tres detenidos, todos mayores de edad, fueran puestos a disposición del Ministerio Público, por los delitos de Receptación y Hurto Agravado. Mientras que el combustible recuperado fue devuelto al Hospital de Coquimbo.

Cabe destacar que en el recinto hospitalario se mantienen estanques de petróleo se 15 mil litros los que se utilizan para las calderas que permiten abastecer de agua caliente y también para la calefacción. “Los mantenemos en un nivel lleno porque tenemos que tener capacidad de respuesta en caso que exista alguna emergencia y tener capacidad de autonomía, en el caso de los generadores de electricidad”, especifica Jorquera.

El director del Servicio de Salud evitó referirse a los montos involucrados, pues indicó que eso forma parte de la investigación que están llevando a cabo los organismos pertinentes. Sin embargo, indicó que estiman que lo sustraído representaría una proporción cercana al 1% de lo que se maneja en estos reservorios.

SUMARIO INTERNO. Ernesto Jorquera indicó que toda vez que el detenido fue descubierto en condición de flagrancia, por lo que está acreditado el hecho, se harán parte en todo el proceso judicial que esto conlleva. “Partimos con una denuncia a través de los órganos acreditados de justicia y vamos a seguir el camino de lo penal inmediatamente, porque tenemos acreditado el hecho”, puntualiza.

Pero paralelamente, indica, se va a también a iniciar una investigación interna en el recinto para determinar si pudieran existir otros funcionarios involucrados en el hecho. “Haremos un sumario interno para saber por qué ocurría esto y si eventualmente podrían haber otros involucrados, porque tenemos que responder por los bienes internos del hospital. Tenemos que determinar el tiempo que venía ocurriendo esto y el tamaño de lo que puede haber sido el daño en este respecto”, precisó. 

NO ES LA PRIMERA VEZ

Pero esta no es la primera vez que se detecta un hecho de estas características al interior del nosocomio de Coquimbo. Cabe destacar que en julio de 2016 y tras una denuncia realizada por este medio de comunicación, se detectó la sustracción de insumos y la vulneración del sistema computacional usado para adquirir productos entre los años 2012 y 2014, causando esto una merma de recursos por $41 millones al hospital.

Este ilícito se concretaba aprovechando que la unidad de Finanzas no cotejaba las órdenes de compra y de recepción de los productos, emitidas por el sistema computacional (IBM) que fue intervenido por personal indebido, mediante el uso de claves de acceso para concretar el  hurto. De esta forma los productos eran “administrativamente invisibles” en bodega, permitiendo que fueran extraídos por la parte trasera del hospital y en lugares previamente estudiados. A este caso también se suma la investigación por la sustracción de otros productos por más de $7 millones, y cuya denuncia la realizó ante la Contraloría la Federación de Trabajadores de la Salud de Coquimbo (FENATS).

 

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