Tras años de espera comienza a concretarse un sueño para el Hospital de La Serena. Desde que el Servicio de Salud adquirió el terreno de la excárcel en 1996, la capital regional ha sido testigo de dificultades y problemas en el proceso de licitación para el ansiado Centro de Diagnóstico Terapéutico (CDT), con el que finalmente se dará inicio a la primera etapa de la normalización del recinto.
Pero a la vez que comienza una nueva etapa, termina otra. Si bien el recinto dejó de funcionar como centro penitenciario en 2006, cuando los internos fueron trasladados al penal de Huachalalume, en el sentido más simbólico la excárcel pública de La Serena culmina su historia en los primeros meses de este año, cuando comenzaron a ser derribados los antiguos muros para levantar nuevos.
Muros que vieron pasar las historias de condenas de miles de internos que cumplieron las sanciones de los tribunales entre las icónicas paredes que limitaban para ellos las calles de Larraín Alcalde, Anfión Muñoz, Benavente y Amunátegui, en pleno centro de La Serena.
A LA PANTALLA GRANDE
Sin duda el valor histórico de la excárcel de La Serena no es sólo conocido por la comunidad local. La producción de la película “Pacto en Fuga” eligió el recinto para la grabación del filme que narra uno de los más sorprendentes escapes de la historia de Chile, por parte de miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) en los 90.
¿Por qué en este lugar? Su parecido con la cárcel pública de Santiago fue la clave. “Lo que hicimos fue buscar el mejor lugar que nos permitiera recrear esta historia de la manera más fidedigna posible”, explicó el director de la película David Alba, cuando llegó junto a reconocidos actores nacionales como Benjamín Vicuña a rodar las imágenes, ante la expectación de la comunidad.
SE MANTIENE LA CÚPULA
Por la película y claro, por históricas fotografías, las nuevas generaciones podrán ser testigos de los tiempos en que el recinto guardaba las más sorprendentes, inquietantes y muchas veces silenciadas historias de los reos de La Serena.
La del “Rambo de Carachilla” es una de ellas. En 2004 Luis Berríos Tapia subió con dos sables en sus manos hasta la cúpula de la cárcel, amenazando suicidarse. Situación que repitió en otras tres ocasiones, robándose las miradas de quienes miraban la escena con inquietud.
Pero el paso de tantos y especialmente el de este hombre podrá ser recordado con facilidad, ya que pese a que la estructura interna fue demolida y la empresa a cargo se encuentra derribando los muros exteriores, se confirmó la permanencia de la icónica cúpula, como forma de preservar la imagen de uno de los más conocidos edificios serenenses. 6301