Más de mil familias viven en campamentos emplazados en zonas de riesgo

Una situación social de complejidad es la que están atravesando las familias de 13 campamentos de la Región de Coquimbo, los cuales están en una precaria condición, producto de serias dificultades en materia de asentamiento y por la ubicación geográfica de esos sitios.

A nivel país, son más de 800 familias las que están pasando por esta realidad, la que fue cuantificada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU). Esto a través del “Informe de campamentos en áreas de riesgo según el Instrumento de Planificación Territorial”, donde se señala que esos terrenos representan algún tipo de “amenaza”.

Los campamentos que formaron parte de este estudio están ubicados en zonas urbanas o mixtas. Cabe señalar que cinco están en la comuna de Coquimbo, tres en La Serena, dos en Andacollo, dos en Salamanca y uno en Illapel.

Estos sitios - en zona de riesgo - albergan 580 hogares integrados por 1.247 personas, lo que equivale a un 57% del total de individuos que viven en situación de campamento en la región.

Al respecto, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Felipe Ward, señaló que “en este sentido, en la región, estos 13 campamentos ya están siendo intervenidos para dar a las familias una solución habitacional apropiada y, muy fundamentalmente, para resguardar su seguridad e integridad, que es nuestra máxima preocupación”.

Soluciones

Específicamente, en el caso de Ladera Alfalfares y Ladera Norte, de la comuna de La Serena, los cuales albergan aproximadamente a 30 familias, se está trabajando en su relocalización a través de la entrega de un subsidio habitacional en la modalidad de adquisición de vivienda construida, y paralelamente se está trabajando en conjunto con el Municipio en el diseño y pronta ejecución de un parque, para poder recuperar todo este sector.

1.247 Personas componen los campamentos que forman parte del informe elaborado por el Minvu

En cuanto al campamento Puntilla Norte en Illapel, la estrategia de intervención  fue reubicar a las familias, incorporándolas a los proyectos habitacionales, Renacer de Illapel, Ayelén y por último, en el año 2018 fue entregado el proyecto habitacional Los Llanos de Cuz-Cuz.  En Quebrada el Molle de Andacollo, desde este año se encuentran en ejecución los proyectos sanitarios de alcantarillado y agua potable, con la finalidad de radicar a las 22 familias que conforman este campamento.

Un problema de fondo

Gonzalo Cortés, jefe de Operación Social de Hogar de Cristo en Atacama y Coquimbo, señaló que quienes “viven en un campamento muchas veces tienen que verse expuestos a la postergación, y en varias oportunidades están al borde de volver a las calles, justamente cuando la realidad se les hace mucho más compleja de abordar. Sobre todo si hay enfermedades y se dan variables vinculadas a la pobreza multidimensional”, señaló.

A su juicio, lo más importante es que “como sociedad nos preocupemos por ofrecer las mejores condiciones para mejorar la calidad de vida en términos de dignidad. En eso entran factores como el agua potable y el derecho a situaciones mínimas de salubridad, pero lo cierto es que los campamentos han crecido de manera exponencial en la región”, acotó.

Cortés concluyó que “una vez que termine la pandemia, tendremos otra relacionada con situaciones de exclusión. No digo que el gobierno no haya hecho nada, pero como sociedad  hemos avanzando más lento respecto a las necesidades”, subrayó.