• Las tiendas se han instalado en sectores como la Avenida del Mar, el bandejón central de la ruta 5 y en algunas plazas de la ciudad.
Crédito fotografía: 
Alejandro Pizarro
Las autoridades sostienen que existe una intensa labor de parte de los inspectores municipales, Carabineros y la Armada, para evitar la instalación de personas en lugares públicos. Afirman que en muchos casos, se ubican en terrenos privados, por lo que es responsabilidad de los dueños solicitar su desalojo.

Desde hace un tiempo se viene observando como grupos de personas se han instalado en carpas, en diferentes puntos de la conurbación.

Esto ha generado la preocupación de habitantes de la zona y autoridades, quienes ven como en la Avenida del Mar, el bandejón central de la ruta 5 o incluso en algunas plazas, se han levantado estas tiendas. Reclaman que sus ocupantes pasan semanas viviendo allí  y, en algunos casos, bebiendo y generando desórdenes.

“Debe existir una mayor fiscalización para terminar con la constante instalación de personas que viven en el borde costero, quizás es necesaria una ordenanza municipal que las multe, desconozco si existe algo así. No vaya a pasar como con los vendedores ambulantes que ya se les fue de las manos al municipio”, señala un vecino del sector del Faro.

Agrega, que la llegada de estos visitantes ha aumentado desde el inicio de la pandemia y la crisis social.

Si bien esta situación no es nueva en la región de Coquimbo, ya que es común ver a mochileros pernoctando en espacios públicos, se ha tornado recurrente. La diferencia, es que ahora sería de forma estable.

“Entendemos que quizás sean personas que perdieron su trabajo y no pueden seguir pagando un arriendo e incluso muchos son extranjeros que llegaron buscando un futuro mejor, que no encontraron acá, pero no pueden vivir en esas condiciones, sin agua y servicios básicos. Más que se vea feo el paisaje, como critican algunos, es por el bienestar de ellos, nadie merece vivir en esas condiciones”, señala Georgina Mazuela, vecina de la Avenida del Mar.

Redoblar esfuerzos

Las autoridades desde hace un tiempo que vienen abordando esta situación y se están preparando para un incremento durante la temporada estival, por lo que pretenden redoblar la fiscalización.

Desde el municipio serenense, sostienen que muchas de estas personas se ubican en lugares privados, en los que ellos no pueden intervenir, por lo tanto le corresponde al dueño del terreno solicitar que abandonen su propiedad o hacer la denuncia correspondiente.

Adolfo Sánchez, delegado municipal del sector centro, manifiesta que la fiscalización de los inspectores municipales se guía por la ordenanza que tiene que ver con la construcción, mantención y fomento de las áreas verdes y especies vegetales en los bienes nacionales de uso público, donde además se establece que no se pueden construir refugios u otro tipo de estructura.

“En definitiva no deben ocupar el bien de uso público. Y si están en un recinto privado el dueño debe llamar a Carabineros”, comenta Sánchez.

El delegado municipal asegura que el Departamento de Inspección, siempre ha realizado la labor de fiscalización con respecto a los carpistas, las que se mantendrán durante el verano, pero tal como en otras situaciones, requieren el apoyo de todos los habitantes.

En tanto, desde la casa edilicia afirman que es distinto cuando se trata de personas en situación de calle, por lo que se va aplicando ciertos criterios dependiendo el caso.

Desalojos

Al respecto, Javier Cáceres, gobernador marítimo de Coquimbo, explica que las personas que son sorprendidas acampando en el borde costero, son desalojados por los funcionarios de la Armada.

“Existen casos como el que se dio a conocer por TV, que está en la Avenida del Mar, donde hay una persona con problemas mentales, a la que han sacado varias veces y vuelve a instalarse. Oficiamos a la municipalidad correspondiente y al Ministerio de Desarrollo Social, porque esta situación la venimos evidenciando desde que comenzó el toque de queda en el mes de marzo. El tema no es desalojarlo, se debe ver una solución más integral que va más allá de lo que puede hacer carabineros o la autoridad marítima”

Cáceres indica que, durante el invierno, y sobre todo este año con pandemia, es un tema invisible al no transitar tanta gente por las zonas costeras, pero al llegar la temporada estival se puede apreciar en su magnitud y las personas comienzan a hacer las denuncias sobre los carpistas.

“Existen algunos que llegan de forma eventual y luego se van, pero otros casos son más complejos. En el sector de Punta de Teatinos y en las cercanías de la desembocadura del Río Elqui, se instalaron en unos terrenos privados, donde nosotros no tenemos la potestad de ir y desalojar a las personas. La gente se confunde y dice cómo dejan esas personas que se instalen en la playa, pero esos terrenos no son fiscales y es el dueño del terreno el que debe tomar las medidas”, aclara.

Más patrullajes

“Estamos reforzando los patrullajes para evitar que se produzcan estas situaciones, que en nada ayudan en dar una buena imagen de la zona turística y a la tan anhelada reactivación económica en la región de Coquimbo”, concluye el Gobernador marítimo.

 

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