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El oficial detalla la labor que han desarrollado en estos días de combate al virus del Covid-19 en la región de Coquimbo.

Desde el 18 de marzo, cuando se decretó el estado de excepción en el país, el general Pablo Onetto se encuentra apersonado en la región de Coquimbo luego que fuese designado como Jefe de Defensa Nacional. No es su primera vez en la zona, ya que durante los años 2014 y 2015 estuvo en el regimiento “Coquimbo” de La Serena, cuando al mando del Ejército debió enfrentar la emergencia del terremoto del 16 de septiembre.

Es así como hace casi 80 días, el oficial no se ha visto a su familia que se encuentra en Santiago. Aquí la misión es ayudar a la estrategia sanitaria implementada por las autoridades, afirma.

En ese sentido, el personal militar custodia las aduanas sanitarias en Pichidangui y La Higuera; ha colaborado en la instalación de domos en cinco comunas para descongestionar las salas de espera de los recintos de salud; y coordina con la Fuerza Aerea el treaslado de los pacientes crìticos hasta el hospital de contingencia de Ovalle.

“También el personal militar ha entregado alimentos en residencias del Sename y Senama y sanitizamos las dependencias; brindamos ayudas en los albergues y a las personas en situación de calle. No se trata sólo de labores de combate a la pandemia, sino que tambièn hacemos apoyo a la comunidad, que el Ejército siempre lo ha hecho”, resalta.

El general se desempeña como comandante de la Segunda División Motorizada y durante el año 2019, ascendió al rango de  general de brigada.

Acerca de la presencia del coronavirus en la región de Coquimbo, comenta que “uno siempre piensa que las catástrofe provienen de la naturaleza o corresponden a alguna emergencia, como un incendio, pero lo que vivimos actualmente es algo nuevo para todos nosotros”.

“Con este virus hemos tenido que ir aprendiendo. Afortunadamente tuvimos la oportunidad de mirar meses antes lo que estaba ocurriendo en Europa España, China, para aprender algunas lecciones, pero también hay que considerar que los escenarios y situaciones son distintas entre los países e incluso entre las regiones de nuestro propio país. Hemos aprendido a ensayo-error, pero siempre tratando siempre de dar lo mejor posible”, indica.

¿Qué rol cumple el Ejército en el actual contexto de pandemia?

“Nuestra principal misión es cooperar en las estrategias sanitarias definida por las autoridades”

“En los primeros días, se me encomendó la misión de confeccionar una aduana sanitaria en la ruta 5 norte, a la altura de Pichidangui, siendo la primera de todo el país. En la oportunidad, se me solicitó que levantaramos los protocolos de procedimiento. Es allí cuando uno se pregunta qué es una aduana sanitaria?¿Cuáles son sus objetivos? y ¿Cómo funcionan?”

“Tuvimos que hacer el pasaporte sanitario, el que primero era en papel, con lo que se hacían filas muy extensas. Hubo que definir la cantidad de personas que hacía el registro de temperatura y la separación de los carriles entre camiones, buses y vehículos, aspectos que pueden sonar como muy simples pero que, al principio, provocaron largas colas y demoras en el procedimiento. Luego, hubo mejoras”

“Además, se van produciendo situaciones que no estaban contempladas. Por ejemplo, personas que provenían de otras regiones y que viajaban por razones médicas, las que, en principio, no estaban en el protocolo”.

“Posteriormente, la Seremia de Salud detectó que también venían casos desde el norte del país y se determinó establecer una aduana sanitaria en el sector en la Tenencia de carretera de Elqui, en La Higuera”.

“También está la aduana sanitaria del aeropuerto, quizás menos conocida para la gente, pero que sí tiene un flujo considerable de personas, mas ahora que se está recuperando la normalidad de los vuelos a nivel nacional”.

¿Cómo evalúa el funcionamiento de las distintas aduanas?

“Al principio teníamos muchas dificultades, porque las personas no conocían el procedimiento y no sabían cómo sacar un pasaporte sanitario, además, que se molestaban, porque no entendían porque los estaban controlando y que personal de salud les tomará la temperatura”.

“En las aduanas, hemos tenido algunos inconvenientes, como cuando una persona intentó ingresar a la región escondida en el maletero de un vehículo o cuando un automovilista no se detuvo y puso en riesgo a quienes estaban controlando. También hemos tenido algunas situaciones de índole delictual: personas conduciendo en estado de ebriedad y sorprendidas en tráfico de drogas”.

“Además, las aduanas para el Ejército, Carabineros y el personal sanitario implica un tema logístico tremendo porque significa el traslado de personal y la instalación de tiendas de campaña, el que tiene que estar sustentado en todo este tiempo. Estamos hablando de una instalación que está a 250 kilómetros del regimiento.

“También se definió un protocolo cuando el personal regresa al regimiento, ya que se someten a una cuarentena preventiva y a inspecciones sanitarias”.

¿Existen casos de contagios de Covid-19 en el Ejército?

“Nosotros hemos tenido dos casos de covid 19, uno de los cuales ya está recuperado y un segundo que permanece en una residencia sanitaria y cuyo contagio se produjo por el contacto de un familiar positivo, así que no hubo problemas en establecer la trazabilidad”

“Además, actualmente tenemos a seis personas en cuarentena porque sus familiares han resultado positivo, quienes  permanecen en residencias sanitarias o en sus domicilios cumpliendo las cuarentena preventivas”.

“En el interior de las dependencias del regimiento, hemos tratado de hacer un protocolo super estricto, al igual del que ejecutan en la Armada, Carabineros y la PDI, a objeto de evitar contagios”

“Hay que entender que en el regimiento, por ejemplo, se trata de 400 hombres conviviendo, aunque ahora somos menos porque hay algunos destinados a otros puntos del país o en la región, pero aún así es una cantidad importante de personal. Así que hemos tenido que hacer turnos en los comedores y habilitar otros lugares como dormitorios. También los vehículos y salas del recinto son sanitizados en forma periódica”.

“También recalcar que como Ejército, empezamos a ocupar las mascarillas mucho antes que en otros lugares”.

¿Cómo ha funcionado la aplicación del toque de queda en la región?

“Hasta el momento tenemos más de 2.900 personas detenidas por incumplimiento al toque de queda por distintas situaciones: la falta del salvoconducto o la comisión de un delito. También se presentan otras situaciones de personas que tienen el salvoconducto, pero no su licencia de conducir”.

“En la región tenemos un promedio lamentablemente durante la semana de entre 40 y 70 detenidos durante el toque de queda. Los días jueves, viernes y sábado tenemos una cifra un poco mayor y promedian los 100 o 120 detenidos en toda la región”.

“Yo desearía que las cifras fuesen mucho más bajas, pero lamentablemente hay un grupo a quién les ha costado mucho entender que el toque de queda es un tema sanitario y que lo que buscamos es evitar la circulación del virus”.

“Hace muy pocos días atrás, la PDI encontró una fiesta clandestina en Los Vilos y ya estamos viendo que la fiscalía da cuenta de personas que en forma reiterada infringen el toque de queda y están quedando apercibidas o tienen multas”.

¿Cuál es el perfil del infractor del toque de queda?

“La mayoría son gente joven entre 20 y 25 años, de las cuales uno puede entender que tiene mucho ánimo de compartir y de salir. Se reúnen, básicamente, en grupos,  o corresponden también a parejas que salen”.

“Además, hay mucha gente circulando que asume que por tener un salvoconducto para transitar de una región a otra, por ejemplo, puede circular sin el salvoconducto para el toque de queda. Son casos de desconocimiento de la norma, a pesar de los meses que llevamos bajo este sistema”.

¿Qué puede decir de los 6 homicidios ocurridos durante las horas de toque de queda en la región?

“Son hechos super lamentables. El homicidio es el delito más complejo de prevenir. Yo mantengo reuniones periódicas con efectivos de la Armada, Carabineros y la PDI, donde abordamos distintas materias y sé que, por ejemplo, el general Jorge Tobar (de carabineros) tienen mesas de trabajo para tratar estos temas”

Sin embargo, insisto, el homicidio no es un delito muy frecuente, pero que aquí lamentablemente en la región ha tenido un alza. Es, además, un tema más socio-policial qué se debe trabajar entre distintas organizaciones.

“Respecto al último homicidio en Coquimbo es importante que la PDI pueda aclarar sus circunstancias considerando que un alto porcentaje de los homicidios se producen entre personas conocidas.

¿Cuál es el llamado que hace a los habitantes de la región de Coquimbo en este contexto del combate del covid 19?

“Yo llamaría a reflexionar acerca de las situaciones complejas en los hospitales, donde hay gente que está muriendo o conectados a un ventilador, lo que es tremendamente doloroso”.

“Desconcierta ver a  personas que no le toman el peso a lo que estamos viviendo y que deben pensar que ellos nunca se contagiaran”.

“Es tremendamente doloroso ver el otro lado de la moneda, cuando uno ve a las personas en las urgencias, sufriendo por un familiar. Hay que reflexionar también en la incomunicación de una persona que está conectada un ventilador; reflexionar en el hecho de que hay personas que no pueden ver a una persona que resultó “positivo” o que está en cuarentena”

“Resulta que tenemos que mejorar la empatía y entender que el Covid 19 es un problema de todos. No debemos pensar que el virus nunca me va a afectar, porque ese es un pensamiento profundamente egoísta.

Yo le pido a todos que sigamos trabajando porque estamos en un tiempo sumamente complejo y los números de contagios y fallecidos están creciendo”.

 

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