Las condiciones de vida que están teniendo las familias residentes en el Campamento El Triángulo de Coquimbo se han vuelto más precarias y peligrosas para su salud, esto debido a que los basurales que están a la entrada del asentamiento expelen un fuerte olor, a lo que se suma la gran cantidad de matorrales donde anidan ratones, se crían pulgas y otros insectos.
Lidia Fuentes, presidenta de El Triángulo, manifestó que “muchas veces se dice que nosotros somos sucios, pero no es así. Estamos pidiendo que nos ayuden a cortar los pastos que sólo sirven para llenarnos de ratones y bichos”. Fuentes agrega que los matorrales que están a la entrada son un peligro, ya que su gran extensión dificulta la visión y “hay muchos niños pequeños que transitan por ahí al colegio, no queremos lamentar después algún tipo de ataque o violación”, dijo. Además, la plaga de ratones que ha invadido al campamento tiene preocupados a sus pobladores, porque los niños podrían verse perjudicados. El riesgo de convivir con estos roedores es confirmado por el seremi de Salud, Osvaldo Iribarren, quien señaló que las mordeduras por pericotes pueden ser unas de las situaciones graves que se den. La autoridad sostuvo que en estas condiciones como las que viven en el campamento pueden darse raramente enfermedades como el paratifus o la peste bubónica.