La autoridad del cementerio municipal señaló que si bien se hacen los esfuerzos para mantener el lugar, los recursos son mínimos

Luces y sombras se dejan ver en el Cementerio Municipal de La Serena cuando se trata de las figuras emblemáticas de nuestra historia local. Si bien se pueden apreciar mausoleos y recordatorios en excelente estado, también existen aquellos que están en el más completo olvido.

Un recorrido por la entrada del camposanto revela estos contrastes. Por ejemplo, el imponente coliseo de la familia del ex Presidente Gabriel González Videla o el monolito que contiene las cenizas del fundador del Liceo de Hombres de La Serena, Gregorio Cordovez. Por contraparte, se ven otras tumbas en evidente estado de abandono, incluso de desmoronamiento. Es el caso donde están los restos del primer director de la Escuela de Minas, Buenaventura Osorio, que presenta quebraduras en un costado, hecho denunciado por una lectora de El Día, “es una despreocupación por el patrimonio, la memoria de los personajes y la historia de nuestra ciudad”.

Se suma a este caso, la inadvertida presencia de la tumba del ex edil de La Serena en 1865 y primer alcalde de Coquimbo, Joaquín Edwards, donde su lápida de homenaje póstumo se esconde entre las malezas. Y, aunque en mejores condiciones, el sitial de la ex normalista de la Universidad de La Serena, Isabel Bongard, tampoco se advierte con facilidad.

Según el administrador (i) del recinto, Jorge Espinoza, la mantención de cada sitio es responsabilidad de los propietarios y explicó que cuando se detecta un continuo abandono se realiza el contacto, de lo contrario inician los trámites para hacerlos propiedad municipal, “con pocos recursos tratamos de mantener lo mejor posible todas las sepulturas”.

Respecto a las tumbas de figuras importantes, Espinoza señaló que no han tenido reclamos sobre el mal estado de los nichos, aunque se refirió al caso de Buenaventura Osorio, “la institución que represente a la figura de este señor, lo mínimo es lo que puede hacer es preocuparse de la gente que le ha dado prestigio a la universidad”. Por su parte, Claudio Méndez, secretario general de la Corporación Municipal, señaló que el cementerio se mantiene con un exiguo presupuesto de de 3 millones mensuales destinados al pago de sueldos, luz y agua, “no tiene aporte municipales ni de nadie, se autofinancia”.

Frente a los abandonos, Méndez recalcó que los nichos son de responsabilidad de cada uno propietarios, aunque clarificó que “si es un caso patrimonial, ahí la municipalidad lo mantiene como propio de la institución”.

 

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