• Entrando por La Cantera a José Joaquín Pérez el letrero queda en evidencia. El lomo de toro brilla por su ausencia.
  • Los vecinos esperan una solución a su problema, ya que creen necesario la implementación de un reductor de velocidad en el sector.
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Hace más de cinco años que la señalética está presente en la Avenida José Joaquín Pérez, pero el reductor de velocidad nunca ha sido implementado. Las recurrentes imprudencias de los conductores, dicen, ponen en riesgo a vecinos, niños y sus mascotas.

Con preocupación se muestran los vecinos del sector Solar de Peñuelas en la avenida José Joaquín Pérez de Coquimbo. Al ser una calle transitada por locomoción colectiva y particulares, ha sido testigo de una tendencia que sigue en aumento: las imprudencias y excesos de velocidad. Los vecinos, organizados por un grupo de Whatsapp, se contactaron con El Día para denunciar este hecho y su inconclusa solución. Son más de cinco años en que el letrero de lomo de toro se encuentra instalado en ambas direcciones, pero nunca se ha hecho un trabajo para aplicarlo y, de paso, dar respuesta a su problema.

“Desde hace mucho tiempo, casi desde que llegamos a vivir acá, se instalaron las señaléticas para un lomo de toro que nunca se hizo. Aparte de la locomoción colectiva y los autos que pasan por acá van a demasiada velocidad. Yo creo que es muy necesario para nosotros, nuestros hijos y nuestras mascotas”, comenzó diciendo Jenny Miranda, una de las vecinas del sector.

 

50 Kilómetros por hora es el máximo de velocidad permitido, el cual dicen los vecinos no es respetado por los conductores.

Carmen Gloria Ortiz, otra residente, también comentó su caso. “Yo transito mucho por la calle y se ha convertido en un gran peligro para los vecinos y especialmente para los niños y las mascotas. Estoy de acuerdo con la instalación de un lomo de toro porque hace mucha falta”, explicó.

Por su parte, Pamela Ledezma se sumó a la opinión de sus vecinas. “Se necesita en forma más que urgente la instalación de un lomo de toro, ojalá sea de los sólidos y no los de goma,  por el alto tráfico de vehículos en la calle José Joaquín Pérez, no estamos hablando sólo autos, aquí hay un flujo considerable de micros y colectivos, hasta camiones”, señaló.

“Además, existe un colegio cerca y más casas entregadas, lo que aumenta la cantidad de personas que transitan, sobre todo niños. A eso le sumamos también la inconciencia de algunos conductores que transitan a exceso de velocidad”, aseveró.

Finalmente, Ledezma argumentó que si se pensó en implementar el reductor de velocidad cuando había menos tránsito en el sector, ahora es de mayor prioridad hacerlo.“La ausencia de un lomo de toro ya señalizado por la dirección de tránsito es un tema a solucionar de forma urgente. Cabe destacar que esa señalización está hace cinco años aproximadamente, cuando el flujo era menor, después de este tiempo hay razones suficientes para pedirlo, ya que se incrementó en un alto porcentaje a la fecha”

 

Normativas

La instalación de los lomos de toro obedece a una normativa ya regulada. El Seremi de transportes, Juan Fuentes, conversó con El Día acerca de este tema. “En términos reglamentarios, los lomos de toro tienen su norma y establece bajo qué condiciones se deben instalar. Primero, se debe comprobar que hay excesos de velocidad en el sector, porque se aplican como reductores de velocidad. Segundo, no tienen que estar en curvas o calles con pendientes y tienen que tener iluminación para la noche, estar cerca de un poste de iluminación. Además de contar con ciertas dimensiones y características. Todo eso está normado y las municipalidades para instalar estos lomos de toro tienen que ajustarse a esa normativa”, detalló.

Sobre el caso en particular, dijo que “si están instaladas las señaléticas y no está instalado el lomo de toro algo anda mal. O retiran las señales y las reemplazan por otras como por ejemplo de velocidad máxima o instalan el resalto. Es un tema que hay que verlo directamente con la dirección del tránsito de Coquimbo”, manifestó.

 

Compromiso policial

El Suboficial Roberto Salinas Sánchez, Jefe subrogante tenencia Peñuelas, recibió a El Día en las instalaciones de Carabineros para conversar sobre este tema. El uniformado, explicó que saben del alza en el flujo vehicular y que día a día fiscalizan automóviles dentro del perímetro.

“Respeto al control de tránsito, ha ido en aumento, de la mano también con los vecinos que han llegado al sector y en la avenida en toda su extensión. Nosotros hacemos controles de tránsito a diario, en diferentes horarios con respecto a la focalización de los delitos”, indicó.

Salinas fue claro en marcar la velocidad límite para poder correr la avenida pero que, según detallan los vecinos, no es respetada. ”Son cincuenta kilómetros por hora”, afirmó.

Para concluir, el suboficial expresó su deseo de poder colaborar con la causa de los vecinos del sector. “Comprometerme como funcionario de la tenencia a oficiar la posibilidad de que esto llegue a buen término, porque son los vecinos son los que tienen los problemas de la velocidad y de los accidentes”, culminó.

¿Qué dicen las normativas?

Según el decreto 200 del Ministerio de Transportes y Telecomuniaciones, que reglamenta resaltos reductores de velocidad, se especifica que “su superficie será redondeada o plana. Cuando su superficie es redondeada, su altura debe ser de entre 5,0 y 7,5 cm, y su ancho de 3,7 m, medido en el sentido longitudinal de la vía. Cuando su superficie es plana para facilitar el cruce de peatones, su altura debe ser coincidente con la solera y el ancho del área plana debe ser de entre 4,0 y 6,0 m;”, detalla.

 

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