Por: Nataly Cortés
Los vecinos del sector de Peñuelas ya no soportan los malos olores que salen desde las alcantarillas, los que son ocasionados por los desperdicios orgánicos que vierten en la red ocho empresas pesqueras emplazadas en el Barrio Industrial.
La problemática, que se extiende por 20 años y afecta a los habitantes de las villas El Salvador, Los Aromos, Potrerillos, Peñuelas Alto, Agrados y Los Prados, se intensificó durante el mes de febrero, según María Teresa Órdenes, presidenta de la Junta de Villa Los Aromos y representante de los afectados.
Órdenes señaló que ellos como agrupación están trabajando desde el 2016, con el fin de erradicar las pestilencias que surgen desde las cámaras del alcantarillado. “Nosotros cuando nos organizamos con todos los dirigentes de los sectores afectados, decidimos generar acciones porque los olores se han vuelto insoportables y por eso queremos atacar el problema de raíz”, sostuvo.
Un equipo de El Día realizó una visita en terreno al lugar y entrevistó a los dirigentes y a los propios vecinos, quienes explicaron que solicitaron el apoyo a diversas autoridades para que estas se pronunciaran sobre el tema, sin embargo, no lograron gestiones concretas.
Anita Aguilera, secretaria de Villa Los Aromos, afirmó que cuando comenzaron las acciones más constantes “invitamos a diferentes entidades que sólo en una oportunidad (el 27 de febrero) participaron: el delegado municipal de Tierras Blancas, el director del Servicio de Salud, representantes de la Secretaría de Salud y el seremi de Gobierno, pero nunca se hicieron parte del problema, no están comprometidas”, lamentó. La única empresa que ha trabajado junto a ellos es Aguas del Valle, aclaran.
Mientras avanzaba la conversación con las vecinas del sector, comenzó a percibirse aquel mal olor que tanta molestia genera en la comunidad, ante lo cual Anita Aguilera comentó que “lo que ustedes sienten ahora no es nada en comparación con lo que aguantamos a diario, sobre todo cuando hace calor”.
Aguilera agregó que incluso hay oportunidades en que Bomberos ha evacuado a la gente de sus casas por presencia de ácido sulfhídrico, un gas tóxico generado por la putrefacción de materias orgánicas de origen animal o vegetal que contienen azufre. Estos hechos fueron confirmados por la empresa sanitaria a cargo de la red de alcantarillado.
Los problemas de salud son constantes entre la comunidad. “Aquí hay niños y adultos mayores que padecen enfermedades crónicas, por ende se suman malestares cómo dolores de cabeza, mareos, náuseas, vómitos”, detalló María Ordenes.
Un joven que transitaba por el lugar del encuentro apoyó el relato de las mujeres y ratificó que “la hediondez es problema de todos los días, la ropa queda pasada, aunque uno la lave miles de veces”, describió con evidente molestia.
MEDIDAS DE MITIGACIÓN
Con el fin de minimizar el impacto de los olores, Aguas del Valle señaló que están trabajando con las autoridades competentes y realizando todas las acciones necesarias. Además, la empresa convocó a una mesa de diálogo a los dirigentes del sector, representantes del municipio de Coquimbo y de la Seremía de Salud para avanzar en una solución.
Alejandro Romero, subgerente zonal de Aguas del Valle, informó que ya están identificadas las empresas que vierten sus riles (desechos orgánicos) a la red. “Hemos trabajado bastante tiempo y pudimos mostrar todas las acciones que ya están dando frutos, para dar una solución definitiva a quienes sufren con los malos olores, en ese sentido, las entidades privadas que descargan fuera de la norma ya han sido notificadas”, advirtió.
En esta línea, el subgerente agregó que como empresa -al igual que los vecinos- se han visto afectados por la incorporación de desechos no permitidos a la red de alcantarillado, producto de faenas de algunas industrias del sector.
“Estamos limpiando de forma extraordinaria dos veces por semana, en distintos sectores para disminuir el impacto y acotar lugares de donde provienen las descargas ilegales, permitiendo asociar a las empresas responsables para que de manera inmediata controlen sus residuos y de no cumplirse nos obligarán a suspender los servicios de nuestra red”, declaró Romero.
MOMENTO DE LAS FISCALIZACIONES
Tras las denuncias, la Seremía de Salud realizó una fiscalización a la Planta Elaboradora de Productos de Mar Pesquera Villa Alegre S.A. La autoridad sanitaria informó los resultados de la inspección a través de un comunicado donde especifica que “el sector para el almacenamiento temporal de residuos sólidos industriales no peligrosos (restos orgánicos) no cuenta con autorización sanitaria y que el traslado de estos, generados del proceso productivo, se realiza en un vehículo sin autorización sanitaria”.
El informe constató también que el almacenamiento de sustancias peligrosas no cumplía con los requisitos que establece la normativa legal. Además, al momento de la fiscalización “los funcionarios no percibieron olores molestos derivados del proceso de tratamiento de residuos industriales, líquidos y descargas de estos al sistema de alcantarillado” más que aquellos característicos del proceso productivo.
De todas formas, la Seremía de Salud inició un sumario sanitario, por incumplimientos a la normativa vigente.
ROL FISCALIZADOR Y MEDIADOR
Desde la municipalidad de Coquimbo, Juan Carlos Rojas, jefe de gabinete y exencargado del departamento de Gestión Ambiental, reconoció que conocen la situación desde hace tiempo y que están cumpliendo un rol fiscalizador y mediador, además anunció que pronto tendrán una reunión con la Asociación de Industriales de Coquimbo (ASOINCO) para hacer un mapa de olores y determinar cuáles son las empresas responsables.
LA EMPRESA ACUSADA SE DEFIENDE
Una de las principales aludidas es Pesquera Villa Alegre S.A., que actualmente tiene detenida su opción para descargar los líquidos en la red, por no cumplir con la normativa vigente.
Desde la compañía, el gerente general, Víctor Paravic, aceptó que un equipo de El Día visitara sus instalaciones con el fin de defenderse de las acusaciones en contra de la pesquera.
En la oportunidad, el ejecutivo aprovechó de contar que a raíz de la problemática denunciada, la empresa hizo una inversión de más de 400 millones para un nuevo sistema de tratamientos de híbridos, con el fin de que las descargas estén lo menos contaminadas.
“Nosotros filtramos el agua hasta 100 <micra> antes de verterlo al alcantarillado, aparte usamos floculantes, decantador y atrapaolores para cumplir con la norma sanitaria”, detalló Víctor Paravic, alegando que Aguas del Valle conoce sobre las nuevas instalaciones y “quedó conforme con el sistema”, aseguró. También dijo que ellos cuentan con una ingeniera en bioquímica y un laboratorio donde hacen de forma continua autocontrol de las aguas que están vertiendo.
“Creo que somos la única empresa que está haciendo algo para dar una solución y tengo la claridad absoluta porque conozco a todas las pesqueras” afirmó Paravic, quien, luego de las fiscalizaciones, se defendió, indicando que no está claro el panorama ya que no se sabe cuál es la empresa que contamina pues “cuando vino la autoridad sanitaria señaló que no encontró malos olores en nuestra empresa y eso quedó escrito en el acta”, se justificó.
Por último, lamentó el tratamiento que recibieron de algunos medios de comunicación sobre el tema. “Para nosotros ha sido muy incómodo este asunto, porque aparecen todos con mascarillas en la televisión y nos señalan como responsables por ser los más grandes”, expresó Víctor Paravic.