El estallido social tiene a los y las trabajadoras con un serio estado de inseguridad y con altos niveles de estrés. Temen perder sus trabajos, padecen insomnio, ansiedad y angustia, entre otros. En la imagen, un comerciante intentando reponer su negocio tras una jornada de manifestaciones.

Trabajadores sufren los rigores del estrés durante el estallido social

Problemas de salud mental asociados a la ansiedad y el temor se agudizan. Quienes trabajan en el comercio tendrían una de las más altas cargas por saqueos y el miedo a perder su empleo.
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Diario El Día

 

 

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