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Efe - El Día
En conversación con El Día, la experta se refirió a algunas dudas que existen respecto al virus, los fármacos, tratamientos y el proceso para encontrar una vacuna.

Una serie de informaciones acerca del coronavirus andan circulando a través de internet y las distintas redes sociales, sin embargo aquellas que más llaman la atención y provocan cuidado son aquellas donde se habla de tratamientos que prometen inocular o curar el covid en humanos.

Plata coloidal, infusiones de hierbas, dióxido de cloro, incluso algunos fármacos antibacterianos son algunas de las “soluciones” para el coronavirus, es por eso que para aclarar algunas de las principales dudas y mitos que son virales por las redes, El Día consultó a la dra. Aldoaneth Leiva, infectóloga del Hospital de La Serena.

Principal duda

De acuerdo a la médico especialista, la principal duda que existe en la población respecto al coronavirus son los formas en que éste se contagia.

“Muchos no tiene claridad que la infección se contagia a través del contacto y de las gotitas que uno expele a través de la tos y que son pesadas, por lo que no pueden viajar más de 1,5 metros y caen al piso, lo que implica que el coronavirus no anda circulando en el aire y no lo vamos a inhalar a menos que estemos en contacto con alguien que tenga síntomas respiratorios, sin embargo cuando estas gotitas caen en la superficie y entramos en contacto con ellas a través de manos que no se han lavado, esa es otra forma de contagio” detalló la dra. Leiva.

Según aclaró, un estudio reciente publicado en el New England Journal, precisó que las medidas de mayor impacto y efectividad en evitar la transmisión del virus eran el distanciamiento social y la higiene de manos.

Hierbas medicinales

Hay quienes anteponen alternativas naturales y diversas a la medicina tradicional, lo que para la doctora es decisión de cada persona, sin embargo recomendó que éstas se hicieran con la monitorización de un médico tradicional, tanto en esta infección como en otras.

“Muchas de estas infusiones de hierbas, no todas pero la mayoría, puede producir otras alteraciones en otros sistemas, sobre todo en la funcionalidad hepática y renal que si no se monitorizan cercanamente, esto ocurre sobre todo en pacientes pediátricos, pueden llegar a ser peligrosas o tóxicas”.

Aseveró que hasta la fecha no había ningún tratamiento ni opción terapéutica 100% efectiva contra el coronavirus, “si bien se han estudiado algunos medicamentos como el tocilizumab o algunos otros fármacos que tienen alguna reducción en la morbilidad o en la mortalidad en los pacientes muy críticos, no hay ningún fármaco que se pueda indicar con 100% de certeza para tratar esta infección, ni tanto en la medicina ni en la natural.”

Fármacos

Otra de las opciones que anda circulando es el uso de diversos fármacos que ayudarían a combatir el coronavirus y otros que se supone serían más perjudiciales de contraer la enfermedad como es el caso del ibuprofeno.

“La verdad es que esto ha sido súper cambiante, ha habido una variabilidad muy grande entre las opciones terapéuticas, que es una de las cosas que más nos ha cambiado porque siempre que nos enfrentamos a un microorganismo nuevo vamos a tener un arsenal de fármacos que podemos utilizar pero no todos van a ser 100% efectivos”.

Agregó que “hasta el momento no hay ninguna evidencia que sustente que los analgésicos antiinflamatorios no esteroideos, entre los cuales se incluye el ibuprofeno, ketoprofeno, diclofenaco, tengan una asociación con algún deterioro secundario a covid”.

Ahora bien, sobre la aspirina señaló “tiene una propiedad en otro tipo de manifestación del covid-19 que tiene que ver con un estadio de la enfermedad un poco más avanzado y bastante más grave que es la posibilidad de que se produzca un efecto pro coagulante dentro del desarrollo de la enfermedad en los cuales hay ciertas indicaciones de profilaxis para ello”.

Comentó que en las primeras terapias se utilizaron medicamentos como la hidroxicloroquina, azitromicina e ivermectina, las que eventualmente fueron descartados por las alteraciones que podían producir o que no se podía asegurar su efectividad en gran número de pacientes.

Plasma de los recuperados

Uno de los tratamiento que ha llamado la atención es el tratamiento de plasma de recuperados que ha impulsado el dr. Sebastián Ugarte de la clínica Indisa.

Al respecto Leiva señaló que “en plasma de recuperados tenemos algo de experiencia por ejemplo con lo que pasó con ébola. Cuando tenemos una enfermedad infecciosa, ésta genera anticuerpos y si yo logro inocular estos mismos anticuerpos a un paciente que está cursando las primeras fases de la enfermedad, yo lo que le voy a enseñar es al sistema inmunológico de este paciente como atacarla sin que esto signifique deteriorarse por la infección”.

Algo similar a los que harían las vacunas en personas sanas, aclaró, pero esta vez en los pacientes enfermos.

“Lo que no hay todavía es suficiente experiencia con el plasma de recuperados como para decir si es que es categóricamente el mejor tratamientos para estos pacientes, pero hasta el momento ha funcionado bastante bien”.

La vacuna

Un tratamiento en el que probablemente los expertos sigan ahondando mientras científicos en todo el mundo buscan una vacuna para inocular a la población sana, sin embargo la real prioridad de los científicos, más que un tratamiento, sería encontrar una vacuna por su rápida expansión.

“Ante cualquier infección que es viral con una propagación tan rápida como ha tenido el covid a lo que tenemos que apuntar es al desarrollo de las vacunas más allá del tratamiento, porque vemos que la capacidad de propagación va a superar a las opciones terapéuticas que podamos tener”.

“Los más prometedores estudios que hablan del desarrollo de una vacuna solo se atreven a decir que habrá vacuna en fase 3, es decir, para aplicarlas a grandes poblaciones humanas alrededor del mes de septiembre”.

La médico infectóloga precisó la última infección emergente del H1N1 tuvo su primer brote en 2009 y que en el segundo, en 2011, ya existía una vacuna efectiva.

“Con mejoras en los procesos que permiten el desarrollo de las vacunas este tiempo podría acortarse pero yo no creo que se acorte más allá de un año porque claramente necesitamos ver el efecto que esta vacuna pueda tener en poblaciones grandes y eso demora”.

 

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