• En entrevista con diario El Día, el director de Inia Intihuasi, Edgardo Díaz, reveló los principales desafíos de la institución para los próximos años.
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Andrea Cantillanes
De los desafíos y las estrategias para enfrentar el cambio climático que afecta a todas las industrias, incluida la agricultura, conversó el director regional de la institución dirigida a apoyar a pequeños productores en la región de Coquimbo.

Generar y transferir conocimientos y tecnologías estratégicas a escala global, para producir innovación y mejorar la competitividad del sector agroalimentario, es la misión del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), una corporación de derecho privado, sin fines de lucro, vinculada al Ministerio de Agricultura.

Una tarea esencial sobre todo en la región de Coquimbo, donde la agricultura se perfila como una de las actividades más fuertes de la zona, después de la minería.

En entrevista con diario El Día, el director de Inia Intihuasi, Edgardo Díaz, reveló los principales desafíos de la institución para los próximos años, y conversó sobre las estrategias que están llevando adelante para enfrentar temas como el cambio climático y la sequía.

 

¿Cuáles son los principales ejes de trabajo del INIA en la región de Coquimbo?

“En la región de Coquimbo tenemos los ejes enfocados en potenciar el desarrollo de los agroalimentos regionales. Por ello, estamos investigando y transfiriendo conocimientos para promover la modernización y la incorporación de nuevas tecnologías que permitan resolver brechas que limitan a nuestros agricultores. Además buscaremos hacer más eficiente el uso de los recursos, pero sin olvidar el importante rol social que posee la agricultura y su impacto en el bienestar y la calidad de vida de las personas de nuestro campo. Para ellos trabajaremos arduamente para hacer frente al cambio climático evaluando nuevas tecnologías y técnicas agronómicas, además relevaremos la importancia de la eficiencia hídrica, desarrollando iniciativas que nos permitan transferir no solo tecnologías de punta en el ámbito del riego, sino también mejorar la comprensión de la agronomía del riego o el "saber regar". Otro eje importante, es avanzar con mayor fuerza en materia de agricultura sustentable, para ser más eficientes, pero también más amigable con el ambiente y con la salud de las personas, promoviendo una agricultura con más conciencia, capaz de generar productos rentables, que cuiden el ambiente y sean más inocuos para la salud”.

 

¿Cuáles son los programas emblemáticos que están trabajando actualmente?

“En el ámbito de la eficiencia hídrica destaca el trabajo relacionado con la aplicación de tecnologías satelitales lo que permite caracterizar la demanda hídrica de los cultivos y así mejorar la gestión de este recurso. En esta misma línea también destacamos iniciativas que permiten establecer estrategias en el manejo del riego, para que, por ejemplo, importantes cultivos regionales como el olivo y el nogal puedan hacer frente a un escenario de escasez hídrica, no afectando la productividad y la calidad de sus productos. También realizamos una investigación para aportar al desarrollo del sector pisquero, brindando nuevas alternativas para el recambio de variedades y para la elaboración de nuevos piscos varietales diferenciados. En el rubro olivícola y oleícola, transferimos conocimientos de manejo agronómicos e industrialización del olivo y sus productos, implementando un plan de manejo integral de la producción de aceite de oliva de calidad funcional en pequeños productores de la región de Coquimbo, con lo que se fortalece la asociatividad entre productores”.

 

¿Cuál es el presupuesto que tienen considerado para este año y en qué acciones irá ejecutado?

“En la actualidad, desarrollamos más de 30 iniciativas relacionadas a la investigación y la transferencia tecnológica con recursos que superan los $3.600 millones, estos recursos provienen de distintas fuentes de financiamiento nacional o regional y son adquiridos mediante la participación en concursos, en este sentido nuestra labor requiere del financiamiento externo, por lo que en este sentido el decidido apoyo que la Intendenta y el Consejo Regional son clave a la hora de atender las necesidades de nuestros agricultores regionales. Actualmente estamos levantando iniciativas que esperamos tengan cabida a nivel regional para continuar fortaleciendo la eficiencia hídrica y la producción agrícola sustentable”.

 

¿Qué acciones están llevando adelante en torno a la sequía de la región?

“Es un hecho evidente que estamos avanzando hacia la condición árida y semiárida hacia el sur de la región, lo que implica tener una escasez recurrente de agua. En consecuencia un tremendo desafío para mantener una actividad agrícola sustentable y sostenible, por lo que estamos enfocados en hacer más eficiente el uso del agua en la agricultura, aplicando tecnologías y comprendiendo de forma más precisa las necesidades hídricas de los cultivos representativos de esta región. Si bien, los frutales tienen un alto nivel de tecnificación que está en torno al 97% de la superficie regional cultivada, con las hortalizas ocurre totalmente lo contrario, lo que devela un gran desafío como zona productora de agroalimentos. Para mejorar los conocimientos en riego de agricultores, técnicos y profesionales del agro contamos en la zona de Pan de Azúcar con una parcela productiva denominada Centro de Transferencia Tecnológica en Riego y Agricultura Sustentable, lugar en el que con actividades prácticas de terreno, se constata que es posible regar de forma eficiente y obtener agroalimentos con baja o nula aplicación de plaguicidas, aprendizaje que luego es replicado con éxito en los predios de los agricultores, esto al punto que estos se han transformado en referentes nacionales e internacionales en desarrollar una agricultura con mayor conciencia, moderna y responsable”.62-02

LA NUEZ: UN PRODUCTO EMBLEMÁTICO DE LA REGIÓN Y EL APOYO DE INIA EN SU PRODUCCIÓN

Hay que recordar que el cultivo de la nuez es relevante para la región de Coquimbo, siendo uno de los cinco principales frutales plantados, alcanzando las 2.500 hectáreas que se distribuyen principalmente entre las provincias de Choapa y Limarí. En este sentido, INIA está desarrollando iniciativas de investigación y transferencia tecnológicas para mejorar la productividad y calidad de fruta, basadas en el uso eficiente del recurso hídrico y reguladores de crecimiento. El director regional, Edgardo Díaz, adelantó que están trabajando para determinar las características organolépticas y químicas de las nueces producidas en la región de Coquimbo y compararlas con las de otras zonas del país para la obtención de una posible indicación geográfica. “Además, se está evaluando la elaboración de aceite como subproducto de las nueces no comerciales”, reveló Díaz. También, buscan determinar en cuál estado fenológico del nogal es posible reducir el agua aplicada para aumentar la calidad de la nuez, esto es el rendimiento de colores claros (extra light y light), de esta forma los agricultores podrán mejorar la calidad, optimizar su recurso hídrico y contarán con una estrategia para enfrentar la escasez hídrica.

LA FRASE

“Hay que hacer frente al cambio climático evaluando nuevas tecnologías y técnicas agronómicas, y también mejorando la comprensión de la agronomía del riego o el “saber regar”. Edgardo Díaz, Director Regional de Inia Intihuasi.

 

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