• Foto cedida por el Centro Regional de Estudios Agronómicos de la Universidad de Chile de un hombre muestra un racimo de uvas para la producción del pisco, en la Región de Coquimbo.
Crédito fotografía: 
Efe
El principal objetivo de los investigadores, es preparar a los agricultores para una eventual nueva ola de escasez hídrica, como la que azotó entre 2007 y 2014 a la zona norte de Chile, que afectó drásticamente las cosechas y, por consecuencia, los ingresos de los poblados cordilleranos de la zona.

Por: Marcial Campos Maza

El pisco se ha transformado en el último tiempo en un producto de exportación relevante para Chile, y por esta razón, científicos desarrollaron tecnologías para prevenir los embates del cambio climático en la materia prima, la uva pisquera.

Los expertos del Centro Regional de Estudios Agronómicos de la Universidad de Chile (Uchilecrea) estudian hace años los valles de la región de Coquimbo, con la misión de hacer más eficiente el uso de agua de riego en la elaboración del pisco, un aguardiente a base de uva, por parte de los productores de la Cooperativa Capel.

"Hoy estamos trabajando en un proyecto que busca principalmente optimizar el uso de agua de riego para poder tener una mejor expectativa en lo que es el cultivo, su longevidad y manejo, y por ende su rendimiento", explicó a Efe el académico de la Universidad de Chile, Óscar Seguel.

Según datos de ProChile, sólo durante el primer semestre de 2017, las exportaciones de pisco chileno alcanzaron los 1,3 millones de dólares, lo que significó un incremento de un 54 % respecto del mismo periodo del año anterior.

Por este motivo, la protección y correcta producción del destilado se hace cada día más esencial, así como el cuidado de su materia prima: la uva pisquera, que se cultiva en las regiones de Atacama y Coquimbo, en el norte del país.

El principal objetivo de los investigadores, es preparar a los agricultores para una eventual nueva ola de escasez hídrica, como la que azotó entre 2007 y 2014 a la zona norte de Chile, que afectó drásticamente las cosechas y, por consecuencia, los ingresos de los poblados cordilleranos de la zona.

 

A causa del episodio, miles de habitantes se quedaron sin su principal sustento, debido a las millonarias pérdidas monetarias y de hectáreas de producción, a causa de la ausencia del vital elemento, que puso en riesgo el crecimiento de la uva pisquera.

El ingeniero agrónomo Rolando Saavedra, quien trabaja directamente con los productores, aseguró que su meta es instalar un equipo tecnológico "con capacidad telemétrica" no visto en la zona, que pueda ser utilizado por los propios agricultores, quienes luego serán asesorados de manera remota.

En la zona ya se instalaron sondas FDR, un sensor que registra el contenido de agua del suelo en forma continua. "Con estos datos los productores pueden saber si está pasado, si está bien o si está bajo el nivel óptimo", añadió Saavedra, quien es oriundo de Salamanca, un municipio de la provincia del Choapa.

El director del proyecto, Rodrigo Callejas, precisó que iniciaron este trabajo hace más de cinco años, primero en el Valle del Limarí, cuando la sequía alcanzó su periodo más crítico y actualmente acompañan a los productores del Valle del Choapa; ambas zonas de gran relevancia agrícola para el país.

En esta línea, Callejas valoró las iniciativas que signifiquen el ahorro de agua de las comunidades norteñas, debido a que se emplazan "en una zona que sufrió mucho durante la sequía, por lo que es necesario invitar a los productores y autoridades a no bajar la guardia y engañarse con que la escasez de agua terminó".

De acuerdo a los mismos expertos, todos estos esfuerzos son importantes para que los efectos del cambio climático no perjudiquen la producción del pisco, uno de los brebajes más bebidos en Chile, que representa a la nación austral en todo el planeta.

Uno de los productores del Choapa, Pablo Aracena, aseguró que la nueva forma de trabajo implementada por los científicos ha generado "un cambio sorprendente" en la cosecha, debido a que la extracción de uva pisquera alcanzó en el último tiempo las 53 toneladas por hectárea, cuando antes "no era ni la mitad".

En agosto pasado se celebró en La Serena el "Spirits Selection 2017", el certamen de destilados del Concurso Mundial de Bruselas, una de los más importantes de su tipo.

En el evento, la directora nacional de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), Claudia Carbonell, destacó la incorporación del pisco chileno al sello de origen otorgado por el Instituto de Propiedad Industrial como un "hito" en el ámbito nacional e internacional.

De acuerdo al último boletín del vino elaborado por la Odepa, correspondiente a junio de 2017, los envíos de pisco chileno al mundo alcanzaron en 2016 los 2,7 millones de dólares.

Los 5 destinos principales fueron Estados Unidos, China, Argentina, Ecuador y Francia.

 

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