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Las regiones con las mayores tasas de desempleo fueron las de Atacama (8,8 %) y Antofagasta (8,6 %), en el norte del país, y Biobío (8,1 %), en el sur.

El desempleo en Chile se situó en el 7,3 % en el trimestre mayo-julio de 2018, que supone un aumento de una décima respecto del anterior, informaron hoy fuentes oficiales.

En términos interanuales, la tasa de desempleo anotó también un incremento de 0,4 puntos porcentuales, precisó en un informe el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

El resultado interanual se explica por un crecimiento del 1,9 % de la fuerza de trabajo, superior al 1,4 % de aumento de los ocupados, lo que generó una mayor presión en el mercado laboral reflejada en un incremento de un 7,6 % de los desocupados, precisó.

Las tasas de participación y ocupación se situaron en un 59,7 % y un 55,3 %, respectivamente.

Los sectores Servicio de Comidas (14,3 %), Enseñanza (5,8 %), Transporte (6 %) y Construcción (3,5 %) aportaron las mayores incidencias positivas en el aumento de los ocupados, según el INE.

Por categoría laboral influyeron principalmente los asalariados privados, que crecieron un 1,4 %, seguidos de los asalariados públicos.

En ese contexto, la fuerza de trabajo llegó en el período a 9.008.960 personas, de las cuales 8.349.620 tienen empleo y 659.340 no lo tienen.

Por sexos, el desempleo masculino fue del 6,8 % y el femenino del 8,1 %.

En la región Metropolitana de Santiago, que concentra cerca del 40 % de la fuerza laboral de Chile, el desempleo en el trimestre mayo-julio fue del 7,5 %, que supone un aumento interanual de 0,8 puntos porcentuales.

Las regiones con las mayores tasas de desempleo fueron las de Atacama (8,8 %) y Antofagasta (8,6 %), en el norte del país, y Biobío (8,1 %), en el sur.

En el otro extremo, las que tuvieron las tasas más bajas fueron Los Lagos (3,7 %), Aysén (3,9 %) y Magallanes (4,1 %), las tres en el sur de Chile.

Por sectores, los mayores aumentos interanuales del empleo correspondieron a actividades de alojamiento y de servicio de comidas (14,3 %), actividades artísticas y entretenimiento (10,4 %) y transporte y almacenamiento (6 %).

Las mayores caídas, en tanto, correspondieron a suministro de agua (-12,5 %), actividades de organizaciones y órganos extraterritoriales (-6 %) y suministro de electricidad (-5,2 %).

 

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